Los embates del Leviatán (de la violencia del Estado)
* Cuauhtémoc Cárdenas Batel y Arturo Santillana Andraca* *
LA HUELGA ESTUDIANTIL, estallada hace más de nueve meses en la máxima casa de estudios de nuestro país, dio origen a una de las resistencias más importantes de los últimos años (aunada a la de los pueblos indios de Chiapas, en 1994) al modelo económico actualmente imperante; mismo que ha venido desmantelando las conquistas sociales del Estado mexicano posrevolucionario. Para ello, basta recordar que el conflicto universitario se desató al momento que la fracción priísta en el Congreso de la Unión votó ųa fines de 1998ų al lado del PAN para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación que recortaba los recursos asignados a la UNAM y a la educación superior en su conjunto, para fortalecer como prioridad del erario público el rescate bancario. Producto, este último, de los malos manejos y la corrupción con la que se ha venido manejando la banca en nuestro país.
La crisis por la que atraviesa la UNAM, desde el estallido de la huelga estudiantil hasta los cientos de jóvenes encarcelados injusta e ilegalmente por el gobierno federal, en contubernio con las autoridades de la má-xima casa de estudios, no tiene otro propósito que el desaparecer un modelo de universidad donde confluyen saber, libertad y crítica.
Los rectores de la época neoliberal han tenido como propósito fundamental hacer de la UNAM un centro de adiestramiento de cuadros técnicos (no profesionistas) rentables a la productividad de un modelo de desarrollo económico que se viene imponiendo al pueblo de México por tercer sexenio consecutivo. Sin embargo, cada uno de estos rectores ha sido encarado fuertemente por movimientos que, a pesar de sus diversas expresiones, e incluso discrepancias de organización y dirección ųdesde el nacimiento del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) hasta el recientemente formado Consejo General de Huelga (CGH)ų han acuerpado a un sinnúmero de estudiantes, profesores, investigadores y trabajadores que han defendido el carácter público, gratuito y crítico de la universidad.
Ante los constantes fracasos por reformar autoritariamente el modelo de la UNAM y de la educación superior en su conjunto, el Estado mexicano ha puesto a operar sus aparatos policiacos y militares, regresando a los tiempos diazordacistas de las amenazas, los secuestros y el encarcelamiento para imponer lo que nunca ha logrado consensuar con las armas de la razón y los argumentos. De esta manera, se hace evidente el carácter autoritario, antidemocrático y monolítico del régimen político mexicano.
Al igual que antes, los medios de comunicación, con sus honrosas excepciones, hacen a un lado la objetividad que les exige el desempeño ético de su profesión, y se desenvuelven como voceros de la Presidencia de la República, e incluso, se comportan como aparatos ideo-lógicos del Estado. Estos medios, que en lugar de informar desinforman y ocultan la realidad, tienen en común con el gobierno federal concebir a nuestro país como un gran negocio, y a los sucesos que en él acontecen como mercancías dispuestas a ser maquilladas para su buen consumo. De ahí que la violencia con la que actualmente ejerce su dominio el Estado no se reduce a las botas, los toletes y las macanas, sino también a la construcción de una "verdad" ajena a la realidad. Y esta última característica los hace simpatizar con un modelo de universidad donde no se estudia el mundo desgarrado, real y existente, sino un mundo virtual, de mercados y conflictos también virtuales.
Ernesto Zedillo y Juan Ramón de la Fuente son los actuales artífices de una política que no solamente ha vulnerado profundamente la autonomía universitaria, sino que rinde cuentas a un mandato dado desde el exterior para continuar sovacando la soberanía nacional.
El Leviatán, esta figura bíblica recuperada del libro de Job por el filósofo inglés Thomas Hobbes para simbolizar al Estado como ese ser omnipotente, "dueño de todas las criaturas soberbias y hecho para no sentir el miedo", bien se puede utilizar para comprender la intención de someter a aquellos jóvenes cuyo pensamiento crítico habría de ser aplastado para mantener el "orden".
šLibertad de los presos políticos! *
* Fundación para la Democracia; Alternativa y Debate, AC.