Ť El accidente que costó la vida a 18 personas fue el inicio de la debacle
Ronda el fantasma de la quiebra a TAESA
Ť Afronta deudas por más de 400 millones de dólares
Reuters Ť Cada día la atribulada aerolínea mexicana TAESA ve cómo se aleja la posibilidad de reanudar sus vuelos, suspendidos por el gobierno desde hace más de tres meses, y cómo aumentan las probabilidades de quebrar debido a sus dificultades financieras y problemas laborales.
El fantasma de la bancarrota comenzó a acechar el 9 de noviembre pasado, cuando una de las aeronaves de TAESA se desplomó en el estado de Michoacán, causando la muerte de sus 18 ocupantes.
Días después, un alud de críticas y denuncias llevó al gobierno a suspender las operaciones de la aerolínea, que enfrenta deudas por más de 400 millones de dólares.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) le impuso varias condiciones técnicas y de salud financiera para volver a levantar vuelo, pero no ha podido resolver las correspondientes a su fuerte deuda.
Los aprietos financieros por los que atraviesa TAESA la llevaron a promover, a principios de febrero, una suspensión de pagos ante un Junta Local de Conciliación y Arbitraje, según confirmaron fuentes judiciales el martes.
Funcionarios del tribunal afirman que el fallo podría anunciarse pronto y que en caso de que se rechace la solicitud, TAESA sería declarada en quiebra.
La aerolínea, que compite con el virtual monopolio de las empresas áreas mexicanas controladas por Cintra, tiene deudas con más de 60 acreedores, entre los que destacan 112 millones de dólares que debe a la agencia gubernamental de depósitos bancarios IPAB.
Las negociaciones con el IPAB se encuentran estancadas porque los accionistas de TAESA no tienen recursos para dar una garantía de 50 millones de dólares que sería el primer paso de la restructuración financiera.
Al igual que en otros casos, la deuda de la empresa aérea pasó a manos del gubernamental Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) como resultado de la cartera que el Ejecutivo tomó de los bancos debilitados, como parte de su rescate tras la crisis de pagos que desató la devaluación del peso en diciembre de 1994.
La empresa ha entrado en un círculo vicioso: no puede generar la liquidez que necesita mientras no opere, y no puede reanudar sus vuelos por falta de solidez financiera.
Aunado a ello, TAESA enfrenta ahora el descontento de sus trabajadores, a quienes dejó de pagar sus salarios desde la segunda quincena de enero para después negociar un calendario de pagos parciales. Los trabajadores convocaron a una huelga a partir del 18 de febrero.
Versiones periodísticas han afirmado que como último recurso TAESA podría promover un amparo legal contra la suspensión de operaciones dictado en abril por las autoridades.
"En teoría podría concederse un amparo. La empresa reanudaría sus operaciones mientras un juez federal evalúa el caso y dicta una sentencia", dijo un abogado que pidió el anonimato.
Pero incluso si TAESA logra protección legal, el gobierno ya ha advertido que ni así podrá reanudar sus operaciones porque ya venció su licencia de vuelo.
"El permiso ya se venció, está cancelado", dijo el jueves el secretario de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán.
El líder de los trabajadores de la aerolínea, Angel Celorio, reafirmó que la concesión que le otorgó el gobierno a TAESA venció en abril.
"Se venía volando con permiso, que es discrecional, por parte de la Secretaría (de Comunicaciones y Transportes", dijo Celorio.
Analistas del sector afirman que la única salida posible sería conseguir un socio capitalista que le aporte al menos 130 millones de dólares para garantizar sus operaciones, pero también en este caso TAESA tendrá que mostrar que es financieramente viable.
Ť Posible responsabilidad penal
Fabiola Martínez Ť El dictamen oficial sobre el accidente de TAESA ųocurrido en noviembre pasadoų se dará a conocer "hasta el segundo semestre de este año" con base en una exahustiva investigación que realizan los especialistas más reconocidos del país en esta materia.
Uno de ellos, el capitán Gerardo Brand, explicó que han limitado su análisis a tres hipótesis "fuertes" (que se negó a precisar por "rigor de la investigación"), y aseveró que los representantes de la Procuraduría General de la República (PGR), la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y el Colegio de Pilotos participantes en el caso trabajan "sin presión política".
En entrevista, relata el cúmulo de estrategias para dar con la causa del accidente en el que murieron 18 personas. De acuerdo con las fechas programadas por los especialistas, los resultados de la investigación podrían ser "lapidarios", debido a la grave situación por la que atraviesa esa aerolínea y que la mantiene en riesgo de ser declarada en quiebra.
Sin embargo, Brand afirma que en caso de encontrarse responsabilidades de tipo penal éstas tendrán que ejecutarse aun cuando la empresa ya no se encuentre en operación, pues se trata ųdijoų de uno de los accidentes más complicados ųen términos de elementos a valorarų en la historia reciente de la aviación civil mexicana.
El capitán consultado se limitó a señalar: "el accidente de TAESA (Uruapan, Michoacán) no se debió a condiciones meteorológicas, al control del tránsito aéreo ni a problemas en el tren de aterrizaje.
"Concentramos nuestro trabajo en tres hipótesis fuertes; en principio, ya tenemos una idea muy clara de la razón del accidente, pero haremos público este reporte hasta que se se asienten las pruebas en un amplio documento".
Dijo que "la tarea encomendada no es fácil y calcula necesario de cinco meses a año y medio para entregar resultados. En este caso, si todo va bien, la investigación se entregaría en la segunda mitad del año", luego de la recuperación de las grabadoras (cajas negras) y análisis de las mismas.