DOMINGO 13 DE FEBRERO DE 2000
Ť Deben apegarse a la legislación electoral, dijo a representantes capitalinos
Pide el IFE a consejeros alejarse de la lucha política
Ť No nos importa quién gane o quién pierda, sino que los comicios sean limpios, advirtió Woldenberg
Mireya Cuéllar Ť El Instituto Federal Electoral (IFE) está "más allá de victorias o derrotas circunstanciales", señaló ayer su presidente, José Woldenberg, quien hizo un llamado a los 180 consejeros electorales distritales de esta capital a "ser indiferentes" al resultado de los comicios del 2 de julio próximo, porque "no nos importa quién gane o quién pierda, sino que esas elecciones sean legales, limpias y equitativas". En suma: el IFE "debe estar ajeno a la lucha política", dijo.
En la primera reunión de consejeros de los distritos capitalinos ųrealizada en un hotel de esta ciudadų, Woldenberg les dijo que seguramente tienen preferencias políticas, y es natural que así sea, pero como funcionarios electorales su misión es organizar comicios legales, limpios y plenamente confiables, por lo que les pidió mantenerse al margen de cualquier "estrategia partidista".
Les informó que durante el proceso les corresponderá deliberar y tomar decisiones, y tendrán que trabajar con una estructura ejecutiva profesional, especializada y sujeta a múltiples mecanismos de vigilancia y de control, por lo que no debe haber divorcio entre ambas estructuras: "una define, la otra ejecuta; una decide, la otra materializa, y las dos persiguen los mismos objetivos y tienen que trabajar rigurosamente apegadas a la ley, sin excepción".
Como reflejo de un problema que vivió el IFE en años pasados, el presidente del Consejo General insistió una y otra vez en que la relación de ambas estructuras "no puede ser de confrontación, sino de colaboración". Y les aseguró que las 30 juntas distritales de la capital tienen la instrucción precisa de proporcionar toda la información a los consejeros y materializar cabalmente, "sin excusa ni pretexto", las decisiones que emanen de los consejos.
Por otra parte, los llamó a recoger y encauzar las preocupaciones de los partidos políticos y a actuar con absoluta transparencia, porque "en el edificio electoral mexicano no hay nada que esconder; hay que demostrar fehacientemente la pulcritud de los trabajos comiciales".
También les comentó que en el IFE hay un respeto "obsesivo" por los procedimientos marcados en la ley, porque ųsi bien están frente a una legislación "barroca, complicada y extensa"ų es una condición de la confianza. La ley electoral, insistió, es resultado de un largo trayecto político, y lo que trata de evitar a toda costa es la discrecionalidad de la autoridad electoral y maniobras inesperadas.