Internan en clínica siquiátrica a indocumentado acusado de homicidio


De Zacatecas al infierno de Texas

Alfredo Valadez Rodríguez, corresponsal, Pinos, Zac., 13 de febrero * Con 17 años a cuestas y el anhelo de sacar a su familia de la miseria, Jesús Héctor Martínez Rocha salió hace tres años de un caserío construido con adobe y troncos, tan aislado geográficamente que ni la Coca Cola ni la Corona llegan ahí. Acompañado de un conocido originario de Culiacán, Sinaloa, viajó a Estados Unidos, como lo hace la gran mayoría de los migrantes mexicanos: indocumentado.

Apenas había cruzado el río Bravo, cuando en noviembre de 1996 Jesús fue acusado de haber matado en un tiroteo a un policía estadunidense y lesionado a otro. Hoy se encuentra en un hospital siquiátrico de máxima seguridad en Vermon, Texas, luego de que especialistas determinaron que no podía ser llevado a juicio, ya que lo declararon con retraso mental.

Las circunstancias del supuesto enfrentamiento entre Jesús y los policías, cómo y dónde ocurrió exactamente, al igual que los móviles y pruebas que se tendrían de su participación en los hechos, no obran en poder o no pudieron ser proporcionados al corresponsal por la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Zacatecas. Asimismo, el vocero del consulado mexicano en Austin, Texas, tampoco pudo ofrecer datos de las causas del retraso mental que padecería el migrante.

Los padres del migrante zacatecano, José Martínez Palomo y María de Jesús Rocha Lara, son un par de ancianos mayores de 70 años que viven en su ranchito rodeado de magueyes y nopales secos, ubicado entre la cabecera municipal de Pinos y la comunidad La Victoria. Presumen que su hijo es inocente.

Afirman que sus hijos Martín y Luis Eduardo, también indocumentados y que trabajan en algún punto del vecino país, se dedicaron a indagar sobre los sucesos en que se involucró a su hermano y obtuvieron la versión extraoficial: "no es seguro, como dicen, que (Jesús) haya matado al policía, sino que más bien está preso como por sospechas".

El verdadero responsable del asesinato, suponen, sería el acompañante sinaloense de Jesús; la identidad de aquél no ha sido determinada, además se dio a la fuga y nunca más fue localizado. Un mes después de los sucesos, cuando Jesús se encontraba en su trabajo en Vermon, Texas, fue buscado y detenido por las autoridades.

Ante ello, el anciano José Martínez Palomo inquiere sobre la conducta del sinaloense: "ƑPues por qué se huyó?, Ƒverdad? Mi hijo, creo yo firmemente, es inocente. Pero él no se escondió, siguió yendo a su trabajo, ƑSi hubiera cometido un delito así, mortal, como dicen, usted cree que en un mes no se habría regresado para acá?".

Pero las versiones extraoficiales con que cuenta la familia Martínez Rocha dan cuenta de que Jesús habría sido detenido un mes después de los hechos con lujo de violencia, por policías que supuestamente le ocasionaron lesiones graves, "rozaduras de bala" y golpes contusos en todo el cuerpo, que pudieran ser el origen de su problema siquiátrico. La posibilidad de que así sea no fue descartada por el delegado de la SRE, Salvador Escobedo López, quien al escuchar la versión consideró que era lamentable que, debido al tiempo transcurrido, no se tuvieran en Zacatecas los documentos del consulado que pudieran aclarar la situación.

Cuando este corresponsal solicitó información sobre el caso, directamente en el Departamento de Protección del consulado mexicano en Austin, Texas, en dos ocasiones se le remitió, "por procedimiento", a la primera instancia "para cualquier información al respecto": la delegación de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Al igual que sus hermanos mayores Luis Eduardo y Martín, Jesús Héctor se aventuró a cruzar el río Bravo ante la difícil condición económica que vive su familia, agravada, entre otras cosas, por la estrepitosa caída de la producción agrícola en su parcela de 24 hectáreas, donde cultivaba maíz y frijol, y por los problemas en la comercialización de estos productos.

Así fue que partió a Estados Unidos, relató el señor José Martínez Palomo ųsu afligido padreų, porque "aquí no llueve, no tenemos unos pormenores (sustento), no hay pozos... se fue con necesidad, hasta con hambre, para qué decir que no".

 

Dicen que lo van a fusilar

 

"Lo que les tengo, es que se le regresó la sentencia a su hijo, y lo van a fusilar", dijo a los padres de Jesús Héctor un funcionario municipal. Esta fue la respuesta más reciente que a sus 74 años de edad tuvo el matrimonio, en medio del aislamiento geográfico en que se encuentran y el desdén de las autoridades federales, estatales y municipales, que han tenido un seguimiento puntual del migrante zacatecano recluido en un hospital siquiátrico de Vermon, Texas.

El matrimonio acudió con el presidente municipal de Pinos, Carlos Contreras Nieto, a buscar nueva información sobre el caso de su hijo, que en caso de ser llevado a juicio podría ser sentenciado a la pena de muerte.

Sin embargo, el alcalde ni siquiera los recibió y los turnó con su secretario particular, quien con ironía inquietó al matrimonio con la falsa respuesta de la condena de fusilamiento, como para que no regresaran a preguntar.

En un documento emitido por la SRE ųcon información del consulado en Austin, de la cual este reportero posee una copiaų, se consigna que esta es "la segunda ocasión en que es encontrado culpable el citado Sr. Martínez Rocha". Los padres de Jesús Héctor obtuvieron el pasado 5 de enero una copia del escrito, luego de que realizaron un oneroso viaje a la capital del estado, pues para costear el viaje tuvieron que deshacerse de tres chivas.

Empero, el delegado de la SER afirmó que Jesús Héctor no ha sido declarado culpable del homicidio calificado que se le imputa, porque ųaseguróų todavía no se le ha llevado a juicio y, por ende, ningún juez le ha condenado a pena alguna de prisión o sentencia de muerte.

Acerca de lo que consigna el documento, el funcionario aclaró que el término "culpable" no debe tomarse en sentido estricto, ya que este adjetivo más bien se refiere a que las autoridades estadunidenses habrían confirmado por segunda vez que existen los elementos de juicio suficientes para imputarle la responsabilidad del homicidio a Jesús Héctor Martínez Rocha.

El texto, además, indica que al inculpado se le declaró con retraso mental en dos instancias ųen una audiencia formal y ante un juradoų, en ambas ocasiones con la participación de la defensa del connacional; acordándose su traslado al hospital psiquiátrico de máxima seguridad en Vermon. Ahí sería evaluado trimestralmente y "si las evaluaciones muestran que no hay mejoría alguna, que su abogado pida una audiencia para que se retiren definitivamente los cargos y el preso pueda ser deportado a México en dos o tres años"

 

Defensa pasiva

 

El delegado de Relaciones Exteriores aseguró que Protección Consular ha realizado una exitosa defensa del connacional: "Afortunadamente, hasta ahorita lo hemos salvado de la pena de muerte, y esperamos que por lo pronto no se componga" (del retraso mental), dice y sonríe. Acerca del entrampamiento burocrático y la falta de fluidez en la información, el funcionario justifica: "Bueno, son procesos legales muy largos y lentos y hay muchos recursos jurídicos. Además, no nos pueden mandar (del consulado y por escrito) cada paso, cada cosa que hacen. šNo cabrían tantos papeles en este cuarto!"

Sin embargo, la falta de información que sufre la familia Martínez Rocha tiene otras frentes. En noviembre pasado el gobernador Ricardo Monreal Avila realizó una gira de trabajo por los estados de California y Nevada, como parte de las visitas que con frecuencia realizan los mandatarios estatales en turno a ese país, donde se calcula que radican aproximadamente 800 mil zacatecanos.

Ahí, ante su homólogo de California, Grace Davis, y la vicegobernadora de las Vegas, Nevada, Monreal Avila hizo un llamado a los gobernadores de Texas, Illinois, Florida, Arizona, Nuevo México, Nevada y California a respetar los derechos humanos de los migrantes zacatecanos, y solicitó que se otorgara el perdón a aquellos migrantes que han sido procesados por delitos graves y que pudieran ser condenados a la pena de muerte. Pero todo quedó en una mera declaración política, y el tema no volvió a ser considerado formalmente por el mandatario.

Al respecto, Armando Esparza González, director de la Oficina de Atención a Comunidades Zacatecanas en el Extranjero, admitió que desconoce los pormenores del caso Martínez Rocha, sobre todo porque la administración de Ricardo Monreal quiere ser respetuosa de las esferas de competencia legales que intervendrían en el mismo.

Esto, apuntó, "porque hay que darnos cuenta de que es un asunto con un gobierno no sólo de otro estado sino de otro país, y no podemos interferir con los tratados bilaterales y las relaciones que maneja directamente la SRE".

"La cancillería maneja directamente esto (la defensa de Jesús), y sería muy difícil brincarnos a una dependencia federal, ya que ellos tienen estructura en 42 consulados", agregó.

Al preguntarle si sería difícil que en una vía alterna el gobierno de Zacatecas apoyara políticamente a la cancillería para lograr la deportación de Jesús Héctor Martínez Rocha, respondió: "No lo veo ni difícil ni fácil, se trata de un proceso legal de otro país y tenemos que respetarlo".

 

Estadunidenses interesados

en la defensa del migrante

En el marco de la participación de autoridades municipales, estatales y federales, abogados estadunidenses estarían interesados en la defensa del mexicano. Hace unas semanas la familia Martínez Rocha recibió recibió, en su apartado ranchito de Pinos, la visita de cinco personas, tres de las cuales se identificaron como abogados de Jesús Héctor Martínez en Texas ųsólo uno de ellos hablaba españolų, quienes incluso les solicitaron documentos de su hijo, como el acta de nacimiento, y todas las fotografías que tuvieran de él. Y se llevaron todo.

Al conocer de la visita, el delegado de la SRE se mostró sorprendido y descartó que quienes realizaron la visita pudieran haber sido abogados consultores del consulado de México en Austin. "No, no creo que hayan sido ellos, porque me habrían avisado", sostuvo.

Hurgando rápidamente en un expediente que le proporcionó su secretaria, el funcionario sólo atinó a informar que en la defensa de Jesús Martínez existe un abogado estadunidense, externo al consulado, "al que aquí se refieren como el señor Khun".

Lejos de los enredos burocráticos e interpretaciones oficiales que giran en torno a la vida de Jesús Héctor Martínez Rocha, su familia sobrevive en medio del semidesierto zacatecano en condiciones de miseria, sin servicios de drenaje, luz o agua potable. Por ejemplo, el vital líquido lo obtienen de un pozo ubicado en la comunidad El Chiquihuitillo, a 2 kilómetros de distancia.

Aquí los padres de Jesús aminoran su angustia con las confortadoras respuestas de "que no nos preocupemos mucho", que recibieron del delegado de la SRE cuando visitaron la ciudad de Zacatecas. "Allá de menos nos consuelan; no que acá, en Pinos, nomás nos la riegan", comenta don José Martínez con los ojos llorosos.