Acuden miles a la tumba de San Valentín, en Terni
Terni, Italia, 14 de febrero Ť Viejos y jóvenes amantes italianos acudieron en masa, este lunes, a visitar la tumba de San Valentín para renovar sus promesas de amor u orar con la esperanza de encontrarlo. Personas de todas las edades pidieron al patrono que les ayudara en su búsqueda de pareja, ya sea elevando una oración ante su tumba o dejando notas escritas.
Pero todavía hoy se desconocen las razones por las que al santo se le asocia con los enamorados. Una versión de la leyenda sugiere que el obispo fue asesinado por desafiar a un emperador romano, que había prohibido el matrimonio debido a que temía que los maridos se vieran tentados a quedarse en casa con sus esposas en vez de luchar en las guerras del siglo III.
Otra versión recoge que cuando Valentín era obispo de Terni ayudó a una pareja cuyos padres se oponían a su matimonio. Tras socorrer a los novios, el santo supuestamente les obsequió un ramo de flores.
En Londres se dio a conocer el mensaje del Día del Amor más antiguo del mundo, escrito hace 523 años. El 14 de febrero de 1477, Margery Brews escribió la que ha llegado a ser la tarjeta de San Valentín más antigua.
En el texto, la dama trata de convencer a su enamorado de que se casara con ella. Al comienzo de la carta, la señorita inglesa adula a su novio, destaca su hidalguía y luego pasa a un chantaje sentimental.
John Paston, el objeto de sus afectos, necesitaba ser persuadido y su padre, un escudero de Norfolk, no estaba muy impresionado con la cuantía de la dote de la joven, por lo que Brews le cuenta al amor de su vida que le había pedido a su madre que presionara al jefe de la familia para que aumentara el caudal.
Pero al mismo tiempo le dijo a Paston que si la amaba de verdad, se casaría con ella de igual manera. "Pero si me amáis, como confío realmente, no me abandonaréis", escribió Brews en la carta, que estuvo archivada en la Biblioteca de Gran Bretaña. "Porque aun cuando no tuviérais ni la mitad de los medios que poseéis, haciendo el sacrificio más grande que pudiera hacer mujer alguna, yo no te dejaría".
Aunque Brews actuaba como una mujer sutil, educada e inteligente, sus palabras demuestran que conocía bien el arte de la manipulación, dijo el curador de la Biblioteca, Chris Fletcher: "Es una historia fascinante, una maravillosa mirada íntima de cómo eran el amor y el matrimonio en la Edad Media", indicó el experto.
La carta forma parte de la exposición del milenio de la Biblioteca de Gran Bretaña titulada Capítulo y verso: mil años de literatura inglesa.