Ť Policías-diplomáticos operan en el país desde principios de los 90
Red de espionaje español contra vascos residentes en México
Ť Dieciocho arrestos en diversos estados y varias deportaciones, frutos del acoso en cinco años
David Aponte Ť Al comienzo de los 90, el gobierno de España tejió una red de espionaje en territorio mexicano con dos objetivos: ubicar a los vascos presuntamente vinculados con la organización armada Euskadi Ta Askatasuna (ETA) y a los supuestos "comités de apoyo" a los etarras establecidos en México, de acuerdo con documentos de inteligencia española y datos recabados por este diario.
Bajo la fachada de quehacer diplomático, las labores de la policía española han arrojado ya frutos para el arresto de 18 vascos en diversos estados de la República, en los últimos cinco años. Las autoridades migratorias de México los han deportado al aeropuerto de Barajas, Madrid, en lo que en el argot de las corporaciones policiacas es conocido como "entregas de policía a policía".
Las tareas no autorizadas, pero toleradas por el gobierno mexicano, llevaron también a la localización de varias decenas de familias originarias de Euskadi, residentes en varios estados mexicanos, que ahora son sometidas a acoso por supuestos diplomáticos del gobierno español.
El espionaje español localizó a vascos presuntamente ligados a ETA en al menos cinco entidades: estado de México, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Oaxaca y, por supuesto, el Distrito Federal.
Ofrecen programa de arrepentimiento
Ahora, los emisarios españoles ųquienes se identifican como miembros de la representación diplomáticaų comenzaron a visitar a los vascos residentes en México para invitarlos a retornar a Madrid, amparados en una supuesta amnistía, según testimonios recabados por este diario entre miembros de la comunidad vasca.
Los supuestos diplomáticos piden a los residentes vascos que acudan a la embajada de España "para que se registren" o formen parte de ese programa de arrepentimiento. En una medida de presión, los integrantes de los servicios de inteligencia española siguen a los ciudadanos extranjeros por el territorio nacional.
La oferta de Madrid es generosa: boleto de avión con destino al aeropuerto de Barajas, una dieta temporal y reinserción en la sociedad española para todos aquellos vascos que "se dicen perseguidos políticos".
El esquema de "retorno voluntario" a España no incluye a los vascos relacionados con ETA, aquellos que "han cometido delitos de sangre", los que han participado en actos terroristas.
Los supuestos diplomáticos han desarrollado su labor de convencimiento en varias entidades de la República como Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y el estado de México, gracias a la red de espionaje montada a principios de la década pasada, según la información obtenida por La Jornada.
Algunos de los vascos que ya han sido visitados por esos policías-diplomáticos dijeron que les entregan una tarjeta de presentación con un número telefónico de Madrid, el cual corresponde al Ministerio del Interior. El papel no tiene otros datos, únicamente el número de esa oficina encargada de la seguridad española.
Rubia misteriosa
Durante la vigilancia de agentes españoles a los vascos residentes en México, los originarios de Euskadi han detectado en varias ocasiones a una mujer rubia, acompañada por dos o tres sujetos al parecer mexicanos. Algunos diarios españoles han ubicado a esa rubia con motivo de la detención de dos dirigentes de la izquierda vasca: Iñigo Elkoro Ayasty y Mikel Korta, quienes viajaron a México y, posteriormente, fueron detenidos en Madrid.
Los dos vascos, acusados por el gobierno de Madrid de pertenecer al "ministerio de exteriores de ETA", fueron vigilados y seguidos por policías españoles en territorio mexicano, según la información publicada por los rotativos extranjeros.
Incluso, alguno de los periódicos citó que "presuntos agentes españoles han vigilado a familias vascas durante sus actividades cotidianas. Esos seguimientos habrían sido realizados por una mujer rubia de aspecto español, de mediana edad, de 35 o 40 años, acompañada por dos individuos de apariencia mexicana".
La mujer apareció por primera vez en la ciudad de Irapuato, a principios de agosto de 1997, cuando la policía local encontró muerto, "por causas naturales", al vasco José Luis Salegui Elorza, Txipi, acusado por las autoridades españolas de pertenecer a ETA. Acompañada por cuatro sujetos, acudió al panteón municipal ųdonde los médicos practicaron la necropsia al presunto etarraų, para identificar el cadáver del extranjero.
Según testimonios de integrantes de la comunidad vasca residente en México, la mujer rubia con acento extranjero ha dado seguimiento a algunos vascos y les ha tomado fotografías. "La rubia se hace acompañar por dos hombres aparentemente mexicanos. Ella forma parte de los servicios de inteligencia españoles", aseguraron los extranjeros, quienes pidieron el anonimato.
"Santuario" de etarras
A partir de 1995, y con la información atribuida al Ministerio del Interior español, los diarios de ese país comenzaron a publicar listas con los nombres de los presuntos etarras residentes en México. Los periódicos aseguraron que el territorio nacional era ya un "santuario" de miembros de ETA.
Al año siguiente, la inteligencia española elaboró otro reporte ųal que tuvo acceso este diarioų con los nombres de los vascos acusados de pertenecer a ETA, y su ubicación en la República Mexicana. En el mismo se incluyó a mexicanos que supuestamente brindan ayuda a las familias vascas que huyeron de España.
En el documento se afirma que en México existen comités de ETA establecidos en los estados de México, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Oaxaca y el Distrito Federal. Por si fuera poco, ofrece nombres de ciudadanos mexicanos, quienes supuestamente apoyan legal y económicamente a los vascos vinculados con el grupo armado.
En el listado aparecen José Luis Salegui Elorza con el nombre de Iñaki, quien falleció en la ciudad de Irapuato, y Oscar Cadenas Lorente, actualmente detenido en Almoloya de Juárez, sujeto a proceso de extradición bajo la acusación de asesinato frustrado y estragos, hechos ocurridos en diciembre de 1991 en la localidad española de San Sebastián.
En el documento se ubica a Andoni Zelaia Otaño como "nacional español vinculado a ETA". En 1996, el vasco fue sometido a un proceso de extradición. La Audiencia Nacional Española lo acusó de homicidio. No obstante, un juez federal y la cancillería mexicana negaron la repatriación de Zelaia por falta de pruebas y debido a que los tribunales españoles ya habían sentenciado a otra persona por el crimen imputado al extranjero.
1995, año de consolidación
Los datos contenidos en el documento elaborado en febrero de 1996 muestran que la red de espionaje español en México se consolidó a partir de 1995, cuando comenzaron las deportaciones de vascos presuntamente relacionados con ETA y los procesos de extradición en contra de Zelaia y Cadenas.
El trabajo de inteligencia de España en México también llevó a los recientes arrestos de Mikel Arrieta Llopis, acusado de colaborar en varios atentados del comando Vizcaya en 1982, y de José Angel Ochoa de Eribe Landa, señalado de haber integrado la infraestructura del comando Araba de ETA en 1989.
La policía española detectó desde hace varios años la presencia de Arrieta Llopis y Ochoa de Eribe. La inteligencia extranjera identificó al primero como uno de los responsables del "comité de refugiados" vascos en México. Al día siguiente, otros dos presuntos etarras fueron detenidos en territorio mexicano: Miguel Santiago Izpurua García y Josu Gotzon Larrea. Los cuatro fueron entregados a las autoridades policiacas de Madrid en enero pasado, en la nueva etapa de "colaboración bilateral".
Niegan cooperación binacional, pero en breve habría más arrestos
Ambos gobiernos han negado que exista una cooperación binacional de carácter policiaco para la ubicación y aprehensión de presuntos etarras en México. El Ministerio del Interior español nunca ha aceptado que policías españoles actúen en territorio mexicano, pero extraoficialmente maneja que existe un centenar de vascos relacionados con ETA en la República Mexicana.
En contraparte, las autoridades mexicanas han dicho que el país no es "santuario" de los miembros de ETA y que las entregas de vascos a Madrid han tenido lugar por violaciones a las leyes migratorias nacionales.
No obstante las posiciones oficiales de Madrid y México, los diarios españoles han publicado que en los próximos días habrá más detenciones de presuntos etarras residentes en la República Mexicana. Todo gracias al esquema de inteligencia español.