La Jornada miércoles 16 de febrero de 2000

Alejandro Nadal
www. fraude.com

V isite usted la página de Internet del Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB). Allí encontrará toda la información para desentrañar el mecanismo con el que se pretende culminar el fraude del Fobaproa. La dirección es www.ipab.org.mx.

La visita puede comenzar marcando el rótulo "IPAB del 2000 en adelante" que conduce a la descripción de la estrategia financiera planeada para los próximos años. El punto de partida reconoce que el IPAB no tiene recursos para enfrentar las obligaciones engendradas por el Fobaproa. Sobresale la comparación entre pasivos, activos e ingresos. Pasivos: 725 mil millones de pesos (mmdp). Activos: 206 mmdp. Ingresos en el 2000: 59 mmdp, apenas para cubrir parte de los intereses generados por la megadeuda del Fobaproa.

Desde que el gobierno convirtió al Fobaproa en máquina para emitir pagarés, la preocupación central fue obtener recursos para respaldar esos títulos. Hasta diciembre pasado, el IPAB era una mampara sin sostén pues carece de recursos propios suficientes, y su ley orgánica rechaza explícitamente enviar a la deuda pública las obligaciones heredadas del Fobaproa. Etapa necesaria en la trágica metamorfosis del Fobaproa, el IPAB en sí mismo no era la solución definitiva. Con la autorización para emitir deuda sin límites y el acceso a la cuenta de la Tesorería, gobierno y cúpula financiera consideran que ya resolvieron su problema.

En su página de Internet el IPAB anuncia que va a emitir "Bonos de Protección al Ahorro Bancario". El nombre induce al error pues lo último que se va a proteger es el ahorro bancario. Aquí de lo que se trata es de pedir prestado para pagar y refinanciar deudas.

Esos bonos serán colocados en el mercado financiero por el Banco de México (BdeM). Se supone que usando al BdeM como agente financiero, el IPAB obtendrá un ahorro de 400 millones de pesos. Nadie sabe cómo se calculó esa cifra que es apenas 0.6 por ciento de lo autorizado por el Congreso para pagar intereses reales sobre la deuda del IPAB-Fobaproa. Pero ese supuesto e insignificante ahorro se invocó para justificar que el BdeM actúe como agente financiero del IPAB. Y hasta al PRD le pareció adecuado que así fuera, aceptando la falacia de que los bonos IPAB mejorarían el perfil y costo financiero de la deuda heredada del Fobaproa. En realidad, el móvil del gobierno era poner en contacto a los pagarés del Fobaproa con la cuenta de la Tesorería.

Según la gráfica anexa, extraída de la página electrónica del IPAB, el BdeM colocará los bonos IPAB. El Instituto, al vencimiento del principal e intereses "deposita el monto" en el BdeM quien hace los pagos directamente a los tenedores de bonos IPAB.

ƑQué sucede si el IPAB no tiene recursos? La gráfica dice que la Tesorería será el mecanismo de pago "alternativo" en caso de una contingencia. Pero la contingencia seguramente se presentará porque el IPAB no tiene suficientes recursos y es ingenuo pensar que siempre encontrará suscriptores de bonos para refinanciar pasivos ad nauseam.

El IPAB sostiene descaradamente que sus bonos tienen "garantía soberana" y que el fundamento legal está en la Ley de Ingresos de la Federación. Esa ley establece que en caso de insuficiencia de recursos del IPAB para enfrentar sus obligaciones, el BdeM puede cargar, sin instrucción del tesorero, la cuenta de la Tesorería de la Federación.

El Partido de la Revolución Democrática no entendió el mecanismo impuesto por la coalición PRI-PAN. Consulte usted la versión estenográfica de las sesiones en las que se discutió la Ley de Ingresos a través de las páginas de Internet de la Cámara de Diputados (www.camaradediputados.gob.mx) y del Senado (www.senado.gob.mx). Las sesiones fueron el 14 y 15 de diciembre en la Cámara de Diputados y el Senado, respectivamente. Comprobará que los legisladores del PRD no objetaron el acceso a la cuenta de la Tesorería sin instrucciones del tesorero, ni pudieron cotejar esa frase con la ley del Banco de México. Tampoco cuestionaron la absurda cifra sobre el pretendido "ahorro" de 400 millones de pesos que esgrimió el diputado priísta Phillips Olmedo. Y para colmo, el PRD ni siquiera ofreció una redacción alternativa al artículo 2 de la Ley de Ingresos al final de la discusión.

Esta omisión es grave porque el único partido que podría evitar que este mecanismo descabellado se consolide es precisamente el PRD. La Ley de Ingresos que consagra este mecanismo fraudulento tiene una vigencia de 12 meses solamente. En noviembre de este mismo año se va a tener que discutir nuevamente el contenido del artículo 2 y el PRD no puede dejar pasar en silencio esta operación con la que culmina el fraude del Fobaproa.