La Jornada jueves 17 de febrero de 2000

* Astillero *

* Julio Hernández López *

Con el pretexto de instaurar el autodenominado "Día de la Libertad para servir al prójimo", ayer reapareció en público Víctor García Lizama, el ex presidente de la Junta de Asistencia Privada que, según abundantes documentos probatorios que desde 1998 dio a conocer esta columna, ha sido un aplicadísimo beneficiario, junto con su familia y amigos, del abuso de servirse del prójimo durante años.

La vuelta al escenario de García Lizama (de la que da cuenta Ricardo Olayo en la edición de hoy de La Jornada) no es fortuita. Fue director de aduanas cuando Jesús Silva Herzog Flores era secretario de Hacienda, y desde entonces se le ha considerado un protegido del ahora candidato a jefaturar el gobierno de la capital del país. La reaparición de ayer, en el Centro Asturiano de la Ciudad de México, en el marco de la segunda asamblea general ordinaria de la Asociación Mexicana de Instituciones de Asistencia Privada (AMIAP), marca el disparo de salida de las pretensiones de García Lizama y su grupo (la citada AMIAP) de dar marcha atrás, si el PRI recupera la capital del país, a las reformas legales que en 1999 impulsaron el gobierno cardenista y la Asamblea Legislativa del DF, entre uno de los mayores escándalos recientes de la derecha empresarial y eclesiástica.

Las reformas

cardenistas

Dichas reformas constituyen uno de los puntos más altos de la gestión perredista de la capital, pues arrebataron una porción importante del negocio de la caridad a una facción derechista que, bajo el pretexto de ayudar a los desvalidos, se repartía beneficios y canonjías entre unos cuantos místicos fervorosos del altruismo que comenzaban por beneficiarse ellos y sus principales allegados a cuenta de las desdichas colectivas (Astillero publicó desde 1998 abundantes pruebas documentales de los desvíos y abusos de que aquí se habla).

La reacción de los afectados por esa medida cardenista de justicia fue tremenda: en diversos medios de comunicación, sobre todo televisivos, se mostraron imágenes desoladoras de discapacitados, huérfanos y otros desvalidos que eran llevados por sus promotores para que los televidentes se condolieran del abandono en el que quedarían si a sus patronos les retiraban el control de los dineros que hasta entonces manejaban de manera discrecional. La reacción emocional buscada fue tan fuerte que hizo peligrar en determinado momento la aprobación de la nueva Ley de Instituciones de Asistencia Privada, misma que finalmente fue sacada adelante, a pesar de todo, en la asamblea legislativa presidida por Martí Batres.

 

El dulce olor de la revancha

Ahora, con Silva Herzog Flores como candidato, García Lizama cree llegado el momento de la reaparición y la revancha. Varias de las instituciones que él jefaturaba formaron la citada AMIAP y han mantenido un forcejeo permanente contra las nuevas normas jurídicas. Por ello, García Lizama se ha asomado ya a varias reuniones del candidato priísta y ha expresado a sus filantrópicos seguidores que en cuanto sea recuperado el control de la capital, también se dará reversa a la ley cardenista.

Un simple homenaje

En ese contexto, la citada AMIAP organizó su segunda asamblea ordinaria que, además, fue anunciada como un "homenaje" a García Lizama. Andrés Manuel López Obrador se excusó de asistir, según esto por complicaciones de agenda. Silva Herzog Flores había confirmado su asistencia y a última hora decidió no asistir, seguramente para no evidenciar vínculos y proyectos compartidos. Quienes sí asistieron fueron Santiago Creel, del PAN; Marcelo Ebrard, del PCD; Alejandro Ordorica, del PARM, y Teresa Vale, del PDS. Luego que todos hablaron, García Lizama cerró el acto con una relatoría de lo expuesto por los candidatos, según la nota del reportero Olayo.

Lo curioso fue que el citado personaje no fue presentado como ocupante de cargo alguno que le confiriera el honor de clausurar una reunión de ese tipo. Simplemente se leyó su nombre y se le dio el uso de la palabra. Con ese hecho se le reconocía la condición de jefe máximo, caudillo, presidente vitalicio o guía moral del altruismo organizado de la capital del país.

Aun cuando él es priísta, y fue y es colaborador de Silva Herzog Flores, se cuidó García Lizama de no aparecer como partidista. Sin embargo, deslizó en su discurso de clausura críticas a los gobiernos que gastan en publicidad para recolectar fondos, en referencia al asunto del Cuerpo de Bomberos de la capital, que está siendo usado como nuevo mecanismo de desacreditación del gobierno perredista capitalino y del candidato del sol azteca al relevo.

Nunca está de más advertir cuando asoma la peligrosa oreja de la derecha ultra. Ayer asomó más que la oreja: el cuerpo entero del bando priísta-clerical-empresarial que pretende seguir controlando el negocio de la caridad y, además, consolidar proyectos ideológicos y políticos fundados en la lástima hacia los desvalidos, no en la justicia social.

 

El zigzagueo de Paoli Bolio

Vista en abstracto, es valiosa y plausible la decisión anunciada por Francisco José Paoli Bolio de no votar más en ninguno de los asuntos legislativos que atienda la Cámara de Diputados en la que él preside la mesa directiva. Tal cargo de distinción e influencia sería, así, despojado de cargas de subjetividad y parcialidad.

No son, sin embargo, tan puras las motivaciones que llevan al diputado panista a declinar de manera permanente su derecho de votar a favor o en contra de cada asunto. Proviene esa decisión de un despecho circunstancial, pues su agrupación de origen, el Partido Acción Nacional, le metió en todo un berenjenal a partir de que a finales de diciembre del año pasado decidió salir del salón de sesiones que presidía para no votar en un punto clave como era la definición de los montos presupuestales destinables al Instituto de Protección al Ahorro Bancario.

En esa ocasión, Paoli Bolio no expresó los desacuerdos con su partido de manera inequívoca, dejando registro público y claro de su abstención, sino que prefirió eludir tal definición pública y no votar (que no es lo mismo que abstenerse expresamente). Luego de ese momento altamente polémico, Paoli Bolio fue reconvenido en público por decisión colegiada de su partido, a lo que el diputado respondió presentando una gelatinosa renuncia a su militancia partidista que, finalmente, ni fue sostenida por quien la había ofrecido ni fue aceptada por su destinatario.

Ahora se ha abierto un nuevo episodio de las borrascosas relaciones entre Paoli Bolio y el PAN: el diputado no ejercerá nunca más su derecho al voto positivo o negativo, sino que lo hará en blanco, absteniéndose. Esa decisión le cae de perlas al PRI, que anda en una pesca intensiva de legisladores opositores que deseen sumarse a la bancada priísta y, con ello, labrarse un futuro confiable en el oficialismo para cuando queden en el desamparo legislativo. Paoli Bolio no se ha pasado al PRI, como lo han hecho otros diputados, pero en los hechos su abstinencia beneficia al tricolor, sobre todo en cuanto fortalece numéricamente la posibilidad del partido oficial de sacar adelante votaciones estratégicas en las que un voto a favor, o una abstención, valen oro.

Por ello, la determinación republicana de Paoli Bolio de votar en neutral mediante la abstención expresa, como forma de subrayar la imparcialidad de quien preside la mesa directiva de la cámara (imparcialidad no asumida en cuanto llegó al cargo, sino hasta que entró en conflicto con su partido), no puede ser vista sólo en abstracto, como el hecho positivo que es, sino como un signo preocupante de los zigzagueos de personajes de la oposición que, finalmente, acaban beneficiando al canasto de pesca del PRI.

Astillas: Ya surgió el nuevo líder para el nuevo PRI: Roberto Madrazo Pintado, o más bien dicho "el nuevo Madrazo", que es como lo ha clasificado Oscar Cantón Zetina, el presidente de la sección estatal de la Fundación Colosio que, desde Villahermosa, le destapó en el diario Tabasco hoy, que dirige su hermano Miguel. En realidad, señaló Oscar, "apenas comienza la vida política del nuevo Madrazo", quien sería, según esa opinión, imbatible candidato a presidir el PRI en una consulta abierta que debería realizarse después de las elecciones constitucionales del 2 de julio, cuando Francisco Labastida hubiese ganado...