Ť Comienza nueva época la coordinación que dirige el escritor
Solares: calidad y expansión, base de mi proyecto para reformar el área de cultura en la UNAM
Ť Nada le toma tanto el pulso a una sociedad, pequeña o grande, como lo hace lo artístico, dice
Ť Incluso las mentadas de madre, en los buzones, son otra vía posible para la reconciliación
Pablo Espinosa Ť Calidad y expansión. En esas dos palabras resume el maestro Ignacio Solares su proyecto para la reforma de la UNAM en el área de cultura.
En entrevista, plantea sus objetivos y repite con insistencia las dos palabras anteriores, a las que añade otra, en igualdad de jerarquía: el vocablo reconciliación.
Ignacio Solares (Ciudad Juárez, 1945), es titulado en Letras hispánicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la máxima casa de estudios. Fue jefe de redacción de la revista Plural, cuando la fundó Octavio Paz y después director de Diorama de la Cultura, hasta 1976 en el periódico Excélsior, cuando lo dirigió don Julio Scherer. Como director del suplemento México en la Cultura, recibió en 1994 el Premio Nacional de Periodismo. Entre su producción literaria figuran El hombre habitado (cuentos, 1975), Puerta del cielo (novela, 1976), Madero, el otro, La noche de Felipe Angeles, entre otras novelas y textos dramatúrgicos. El 28 de enero de 1999 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por su novela El sitio y su obra en puerta es Cortázar: el espía de dios.
Las palabras, primero que los hechos
Desde 1997 era titular de la Dirección de Literatura y antes lo fue de la de Teatro y Danza. A partir de este jueves 17 es el nuevo coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, designado por el rector Juan Ramón de la Fuente, en sustitución de José de Santiago.
-ƑCuál es el proyecto de cultura para la UNAM?
-Lo puedo resumir en dos ideas: calidad y expansión. En realidad trabajo en este proyecto desde hace muchos años, puesto que he estado ya en dos direcciones de esta coordinación y eso tiene la ventaja de que estoy empapado de sus asuntos. He ideado, entonces, algunos instrumentos para la expansión y para acrecentar la calidad. Uno de los dramas gravísimos que han ocurrido en estos diez meses en la UNAM, además de las pérdidas económicas y de clases, es también la pérdida de la calidad. Es menester elevar la calidad y expander nuestras actividades, que lleguemos a todos los ámbitos universitarios pero con calidad suprema en lo que presentemos.
''Resultó de alguna manera premonitorio el haber estado trabajando, desde hace años, en la transformación de la difusión cultural, que es así como se llama la coordinación que ahora tengo a mi cargo. He constatado de qué manera donde van a pasar los hechos pasan antes las palabras, porque nada le toma tanto el pulso a una sociedad, a una comunidad, pequeña o grande, como lo hace lo artístico. Esto lo puedo ejemplificar con uno de los instrumentos de difusión cultural que he desarrollado y que me gusta mucho: la revista Punto de Partida, que tiene mucha tradición en la Universidad. La empecé a hacer únicamente para los estudiantes, sin intervención de los maestros, con un sistema de buzones que coloqué en los pasillos de las distintas facultades. Con Morelos Torres, director de la publicación, comentaba la claridad con la que se reflejaba el ambiente que se vivía, a raíz del asunto de las cuotas, en la institución: mediante esos textos veíamos cómo se había calentado el ambiente. Resulta, por otro lado, conmovedor ver llegar a tu oficina a un alumno de primero o segundo semestres para dar las gracias porque le publicamos un texto, aun sabiendo que la única condición es la calidad.''
La lectura no debe costar
''Eso quiero hacer ahora, pero en toda la comunidad universitaria; llevar esos buzones a todas partes. Por supuesto que ponen infinidad de mentadas de madre. Que las pongan, que las argumenten. Ese es otro camino posible de la reconciliación que necesitamos. Por eso me urge que empiecen a funcionar todos nuestros recintos universitarios con actividades culturales. Entre esos instrumentos que menciono, tengo también el Carro de comedias, que va a meterse a todas las preparatorias y lo hará todos los días: es un carro de comedias que tiene seis actores trashumantes, juglarescos y que trabaja ahora a cargo de José Ramón Enríquez, director del Centro Universitario de Teatro, con El libro de buen amor, del Arcipreste de Hita y próximamente estrenarán, también dirigidos por Enríquez, La llave y la cerradura, de Dario Fo, para los patios de todas las facultades y preparatorias y junto con él va otro de mis instrumentos, que se llama Libro sobre ruedas y que diseñó el arquitecto Felipe Leal: es una combi que va jalando un remolque que se abre como una cajita mágica de la que salen libros y discos, que son rodeados y vistos como bichos raros por los muchachos, quienes luego de ver la obrita de teatro se regresan a comprar libros, a los mejores precios puesto que esa es la idea.
''Tengo la intención de hacer bibliotecas móviles y adaptables en muchos sitios. Los libros cuestan, pero la lectura no debe costar. También, pondremos en escena obras de calidad excepcional, por ejemplo en el teatro Juan Ruiz de Alarcón tendremos programas de Siglo de Oro y por lo pronto un ciclo Calderón de la Barca, en ocasión de su 400 aniversario, además de mesas redondas. En el teatro Sor Juana, dedicado a autores nacionales, pondremos una obra de Emilio Carballido mientras que en el Santa Catarina seguiremos con el trabajo de lo experimental, de teatro-laboratorio, También, reviviremos la serie Voz Viva de México."
En las salas del Centro Cultural Universitario, en tanto, se realizará un ciclo Buñuel, seguido de un ciclo Woody Allen y después uno de Almodóvar. Una primicia: el director de cine Pedro Almodóvar, anuncia Solares, visitará la UNAM, en los próximos meses, al mismo tiempo que se efectuarán los ciclos temáticos musicales y la reaparición, en breve, de la Orquesta Filarmónica de la UNAM con la interpretación de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven en la reapertura de la Sala de Conciertos Nezahualcóyotl.
UNAM, Difusión Cultural, comienza nueva época.