* Son prueba de la violencia, dicen; iban desarmados: subsecretario de Gobierno


Entregan pobladores las armas que portaba la policía en El Mexe

* El arsenal incluye 15 armas largas, lanzagranadas, máscaras antigas, decenas de cartuchos útiles, así como escudos y cascos

Alonso Urrutia, enviado, y Carlos Camacho, corresponsal, Tepatepec, Hgo., 20 de febrero * Al filo del mediodía, con la comunidad reunida en El Mexe fueron colocadas al centro de la plazoleta las pruebas de la violencia policiaca: 15 armas largas, entre las que se cuentan R-15 y un lanzagranadas, máscaras antigas, decenas de cartuchos útiles de diversos calibres, escudos, cascos... toda la ''indumentaria de la represión'', resumió alguien.

Aún irritados por la incursión policiaca al plantel, la presentación sirve a los lugareños como foro de discursos contra la violencia gubernamental y ocasión para críticas al gobernador Manuel Angel Núñez Soto y demás funcionarios. ''Contra los traidores'', arenga un hombre, en alusión al secretario de Educación estatal, Jaime Costeiro, egresado del plantel y que ''ahora quiere desaparecerlo''.

Con las armas expuestas a la ''prensa nacional'', reconvenida para ''no mentir'', arribó Luis Bustamante, delegado regional de Seguridad Pública en Actopan. Su llegada desató una andanada de insultos hacia quien la gente ve muy cercano al gobernador.

''Vengo en representación del señor gobernador que les manda una disculpa...''. La frase no concluye y estallan gritos de ''šcínico!''. Sus palabras suenan a burla entre la todavía irritada concurrencia.

Acallada la muchedumbre, se logró pasar a levantar el inventario de las armas de la policía. Una a una, el funcionario fue tomando número de serie y tipo específico: ''un lanzagranadas, cuatro R-15, siete fusiles Vector, calibre 2.23, una pistola 9 mm...''

Desmentido oficial

Por la tarde, el subsecretario de Gobierno, Miguel Angel Osorio Chong, rechazaría las evidencias: ''Se iniciará una investigación porque existe constancia, incluso de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, de que la policía no iba a armada''. La investigación ųsegún sugirióų estaría orientada a la posible vinculación que los estudiantes podrían haber tenido con las armas.

La entrega del arsenal fue el escenario para el recuento político del operativo del sábado. Una y otra vez se identifica al gobernador con la represión, se insulta al responsable de Educación y se reclama la permanencia de la normal rural. Desde anoche, esta escuela se encuentra bajo resguardo de los padres de familia, en lo que se decide el futuro de El Mexe.

Por la tarde, los estudiantes discutieron la designación de sus representantes que habrán de reunirse con la comisión gubernamental para encontrar la salida. Presente en la escuela, el alcalde perredista Martiniano González afirmó que podría continuar mediando, si así lo requieren las partes, porque ''buscamos solucionar el conflicto''.

Y es que González ha vivido su gestión prácticamente junto con el problema. Eso le ha valido la acusación de que detrás del movimiento estudiantil ''están las manos del ayuntamiento y que el PRD está metido en el movimiento''.

González reconoció que la agudización del problema estudiantil ha terminado por distanciar al gobierno municipal y al estatal. ''No son óptimas nuestras relaciones'', resume, antes de cuestionar la violencia desmedida del operativo del pasado sábado, acción de la que, aseguró, nunca fue avisado oficialmente ''y fui enterado por la población''.

Tras la refriega, hay un nuevo recuento de puntos en la agenda a tratar, según informaron los estudiantes, quienes fijaron en cinco los temas: liberación de los que aún permanecen detenidos por diversos hechos en el conflicto, y que ubican en nueve; reapertura de la normal; basificación de maestros; desistimiento de órdenes de aprehensión contra líderes del Consejo Ejecutivo Estudiantil, y cese del proceso penal de los 83 detenidos que salieron ayer en el marco de las negociaciones para la liberación de los granaderos.

Sin embargo, en la agenda gubernamental hay algunas órdenes de aprehensión aún no cumplimentadas contra líderes estudiantiles, entre las que se contarían algunas por robo calificado.

De acuerdo con las autoridades de Hidalgo, los detenidos que fueron liberados ayer, como producto de las negociaciones, ''quedaron libres bajo las reservas de ley'', toda vez que enfrentaban cargos por robo calificado y asalto agravado, por lo que hubieran alcanzado penas de entre 6 y 14 años de prisión, lo que impedía su salida bajo fianza.

No obstante, se explicó que estos delitos podrían desvanecerse si existe un desistimiento de la parte querellante, aunque ello no implica que quienes fueron liberados estén bajo las reservas de ley. Este lunes podrían comenzar las negociaciones entre las dos partes, según informó el alcalde, quien considera que en la agenda estarían incluidas una reordenación académica para elevar el nivel educativo y la introducción de un código de conducta, que implicaría algunas medidas disciplinarias para impedir mayores conflictos.

 

* El interrogatorio se volvió toda una indagatoria política

Carlos Camacho, corresponsal, y Alonso Urrutia, enviado, Tepatepec, Hgo., 20 de febrero * Un día después de su aprehensión y de nueva cuenta en la Normal Rural de El Mexe, las narraciones de quienes ayer fueron detenidos se entrecruzan en dos puntos: el excesivo despliegue policiaco para detenerlos y un interrogatorio judicial que se tornó en indagatoria política.

ųƑQuiénes son los líderes? ƑDesde cuándo los conoces? ƑQuién mantiene al movimiento?'' ųfueron preguntas recurrentes a las decenas de estudiantes detenidos la víspera.

De 20 años de edad y originario de Huichapan, uno de los aprehendidos opta por mantenerse en el anonimato. Fue detenido junto a 150 estudiantes que pernoctaban en El Mexe, para ''resguardarla de un posible desalojo''. Dice que a las 6:30 horas llegaron por él. Gritos y ruido de vidrios rotos precedieron su detención. Sometido con algunos golpes fue rápidamente arrinconado ''con tres compañeras'', y luego conducido a los ''retacados'' autobuses que llevó la policía. ''Muy rápido llegamos a Pachuca, donde ya nos dividieron por regiones'', antes de enfrentar el ''interrogatorio político''.

Otro estudiante, originario de la Huasteca y cuyo dormitorio fue abierto con violencia, afirma que no fue detenido por mera casualidad. Al saber del operativo en Pachuca, se dirigió a un domicilio en el pueblo, pero hoy sabe que los interrogatorios sobre los liderazgos del movimiento estudiantil tenían, entre los nombres más buscados, el suyo como instigador de la ''agitación''.

Está tranquilo, pero tiene recelo de volver a participar en las nuevas negociaciones para darle salida definitiva al conflicto estudiantil porque, asegura, ha tenido noticias de que ya hay ''órdenes de aprehensión prefabricadas'' en su contra.

De las pocas mujeres aprehendidas que accedieron a hablar, una joven de 20 años y originaria de Progreso dice que era la única que se encontraba el sábado en su dormitorio. El resto estaba ''de comisión'' en el plantón de Pachuca. Relata que cuando escuchó los gritos ''y vi venir a la policía me asomé a la ventana y dije pues ya... Sólo me vestí rápido y esperé a que llegaran al dormitorio''. Asegura que fue jaloneada, golpeada e insultada, hasta que la llevaron al camión. ''Yo sólo les decía que no hacía falta tanta cosa, si con semejante operativo no iba a intentar huir''.

Indica que el hostigamiento no cesó hasta la llegada a las instalaciones policiacas en Pachuca, donde de nueva cuenta les preguntaron: ''ƑQuiénes son los líderes, quién sostiene el movimiento...?''

Otro joven, oriundo de Xotchi, Hidalgo, narra: ''El plantón (en Pachuca) fue rápidamente sometido y no hubo resistencia alguna. Sólo después comenzaron ellos ųlos policíasų la rompedera de vidrios para echarnos la culpa, pero ya nosotros estábamos detenidos''. Acusa de ''traición'' al gobierno hidalguense. Sus razones se basan en que el viernes pasado se les prometió una audiencia con funcionarios, misma que nunca llegó, pero ''sí tomaron los nombres de quienes presuntamente íbamos a entrar''.

En los testimonios hay una constante: la apuesta ''represiva'' del gobierno a un ''problema académico''. La mayoría reprueba la ''actitud neoliberal'' del gobernador Manuel Angel Núñez Soto, que ''quiere resolver el problema con policías''.

Por su parte, uno de los granaderos que alcanzó a huir en las pocas camionetas que salieron de la escuela, afirma: ''Prácticamente nos mandaron derrotados, sin armas y sin comer. Si nos mandan así Ƒa qué nos mandan?''.