* En el área educativa hay mucha segregación


Los discapacitados, un asunto

partidario en México: Heumann

* Severas penalizaciones en EU si los discriminan, dice la especialista

Angeles Cruz * Han pasado aproximadamente 50 años desde que en Estados Unidos se inició la lucha de las personas con discapacidad para lograr su incorporación plena a la sociedad, a la educación y a la actividad productiva, y aunque los avances han sido importantes, todavía la lucha es diaria, "pues si mover las barreras físicas es difícil, las mentales son aún peor".

Afirma lo anterior Judith Heumann, subsecretaria adjunta de Educación Especial y Servicios de Rehabilitación del Departamento de Educación de Estados Unidos.

La poliomielitis al año y medio de edad colocó a Heumann en esta lucha que iniciaron sus padres, luego de que la pequeña Judith fue rechazada de la escuela primaria y a la cual pudo ingresar cuatro años después. "Lo único que vieron cuando llegué fue mi silla de ruedas", recuerda, quien desde entonces ha librado obstáculos para superarse.

Heumann promovió las reformas a la Constitución de Estados Unidos para garantizar igualdad de acceso y oportunidad a las personas con discapacidad. En 1990 colaboró en el diseño del Acta de Ciudadanos Estadunidenses con Discapacidades y ayudó en la elaboración de leyes federales y estatales que llevaron a la creación de más de 200 centros de vida independiente en su país.

Resultado de lo anterior, explica Heumann, es que actualmente en Estados Unidos no hay un solo niño o niña con discapacidad sin escuela. Todos están incorporados a la educación regular y de no ser así implica una penalización contemplada en la ley.

De la misma manera, se sanciona a quien niega empleo a una persona a causa de su discapacidad. "Esto no se logra de la noche a la mañana", señala y destaca la importancia de la organización de las personas con discapacidad y su decisión de enfrentar el problema que vivían todos los días.

La mayoría de las ciudades de EU colocó rampas en las esquinas de las banquetas y también es motivo de sanción legal si edificios públicos y privados no son accesibles para los minusválidos. De la misma forma, los servicios públicos pueden hacerse acreedores si discriminan a las personas que padecen de alguna deficiencia física.

Los centros de vida independiente han jugado un papel muy importante, porque revaloran a las personas con discapacidad, las que no son más recipiendiarias de caridad, sino de apoyo para lograr su autosuficiencia. Ahí, los discapacitados reciben consejerías de otros minusválidos y viven en forma independiente. Habitaciones, pasillos y accesos están acordes con sus necesidades. Para el año 2003, todos los sistemas de transporte también tendrán que ser accesibles, señala.

 

Lucha similar a la de las mujeres

 

Heumann recuerda que en la historia de Estados Unidos han sido múltiples los casos de juicios ante la Corte, en los que los demandantes han merecido ser indemnizados por la discriminación de que fueron objeto.

En entrevista, destaca la importancia de que las personas con discapacidad no sientan vergüenza de su condición y exijan sus derechos, igual que a lo largo de la historia lo han hecho las minorías.

Nuestra lucha, apunta, es similar a la de las mujeres. Antes ellas no se daban cuenta de que tenían derechos y posibilidades para no permanecer al margen del desarrollo y la superación personal. Si han tenido éxitos es precisamente porque se organizaron y terminaron con miedos y mitos, agrega.

Heumann estuvo en México para participar en el tercer congreso internacional La Discapacidad en el Año 2000, que la semana pasada congregó a más de dos mil personas, y durante el cual se puso de manifiesto que la discapacidad es también un asunto de pobreza, que limita aún más las posibilidades de desarrollo de este sector de la población.

Al referirse a México, Heumann aseguró que ha habido avances importantes. Los discapacitados se organizan mejor que hace 13 años. En las calles hay más accesibilidad física y se ve que este sector se integra en forma más natural a su comunidad. Sin embargo, todavía hay mucho por hacer en el área de educación, porque la mayoría de los niños con discapacidad están en centros de atención segregados y eso no los ayuda mucho.

Por otra parte, comentó que en la mayoría de las ocasiones, el problema de la discapacidad se convierte en un asunto partidario, que tampoco los beneficia, a pesar de que ellos también votan para hacer ganar a uno u otro partido.