Ť Anuncia el lehendakari la ruptura del pacto con Euskal Herritarrok
Muere dirigente socialista vasco en un atentado con coche-bomba
Ť También falleció el escolta de Fernando Buesa Ť El gobierno español culpa del crimen a ETA
Armando G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 22 de febrero Ť El destacado líder socialista vasco Fernando Buesa y su escolta, el policía autonómico Jorge Díaz Elorza, murieron hoy en Vitoria, en un atentado atribuido por el gobierno español, encabezado por el conservador José María Aznar, a la organización armada ETA.
Un coche-bomba con 20 kilogramos de dinamita explotó alrededor de las 16:30 horas, justo cuando las víctimas caminaban en las inmediaciones del automóvil.
Horas después, el jefe del gobierno del País Vasco, Juan José Ibarretxe, quien decretó tres días de duelo, anunció la "ruptura formal" del pacto parlamentario que mantenía con la coalición Euskal Herritarrok (EH, marca electoral de Herri Batasuna, considerado brazo político de ETA), que a su vez manifestó "lamentar profundamente" el atentado.
El atentado, condenado por toda la clase política española y vasca, se llevó a cabo en las inmediaciones del campus de la Universidad de Vitoria y a unos 300 metros de la casa del gobierno vasco, Ajuria Enera, en donde al producirse la explosión el vocero del Ejecutivo local, Josu Jon Imaz, ofrecía una conferencia de prensa.
Según las investigaciones de los Cuerpos de Seguridad del Estado, un vehículo con una bomba de 20 kilogramos de dinamita fue activada por control remoto por supuestos miembros de ETA.
El político socialista, de 53 años de edad, tenía su domicilio a unos metros del lugar, por lo que habitualmente caminaba por el lugar del atentado.
Tras el estallido, el cuerpo de Buesa quedó completamente calcinado a escasos cinco metros del coche-bomba, mientras que el de su escolta, de 27 años de edad, salió expulsado unos cien metros, y falleció minutos después.
Fernando Buesa tenía a sus espaldas una larga trayectoria política en la vida parlamentaria e institucional del País Vasco, en la que incluso llegó a fungir como vicepresidente del gobierno regional en el periodo de mandato del nacionalista moderado Juan Antonio Ardanza.
En la actualidad Buesa era el vocero parlamentario del Partido Socialista de Euskadi en el Congreso local y secretario general de esta organización política en la provincia de Alava.
Era considerado objetivo de ETA desde diciembre de 1995, según conclusiones de la policía española extraídas de documentos incautados a presuntos miembros de la organización armada.
Fernando Buesa sería el tercer dirigente socialista asesinado por ETA en 30 años de conflicto: el primero, el 18 de febrero de 1984, fue el senador y secretario regional de los socialistas de Guipúzcoa, Enrique Casas, y 12 años después, el 6 de febrero de 1996, murió a manos de un comando de ETA el dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en San Sebastián, Fernando Múgica Herzog.
Con este atentado, a 20 días de las elecciones generales del próximo 12 de marzo, en las que Aznar aspira relegirse, la organización armada ha realizado dos atentados desde que dispuso el pasado 3 de diciembre el fin de la tregua unilateral que mantuvo por 14 meses y que dio origen a un frágil proceso de pacificación en el País Vasco.
El ataque de hoy, que no ha sido reivindicado, ocurrió justo a un mes del atentado en que fue muerto el teniente coronel Pedro Antonio Blanco, de la Guardia Civil.
ETA culpó de la reanudación de las acciones armadas a la "pasividad" de los estados francés y español en el proceso de paz para la región vasca.
El presidente Aznar sostuvo este martes que "hoy han muerto a manos de los asesinos de ETA dos personas que tenían en común, entre otras cosas, su defensa de las libertades y su anhelo por la paz. Y jus- tamente esa es la causa por la que han sido vilmente asesinados".
Tras elogiar a las víctimas, el gobernante español lanzó un mensaje a los dirigentes y militantes del PSOE, con quienes --dijo-- "comparto de una manera muy especial los momentos de dureza (...) Quiero señalar también que hoy no solamente nos une el dolor; nos une la determinación de no ceder ni ante la barbarie, ni ante el terror, ni ante el chantaje terrorista. Lo hemos demostrado y lo seguiremos demostrando".
Aznar, quien leyó su mensaje minutos antes de la declaración institucional del lehendakari Juan José Ibarretxe, aseguró que "todos los ciudadanos esperan hoy respuestas claras, sin tibiezas, sin ambigüedades; respuestas que distingan claramente a los que están con los que matan de los que están con los que mueren, a los que están con la barbarie de los que están con la razón, a los que están con el terror de los que están con la paz. No caben pues más condenas si no van seguidas con hechos, no caben medias tintas. Los entendimientos políticos son incompatibles con el asesinato o con su justificación".
El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, dijo que "no basta con las condolencias, sino que hay que adquirir un compromiso más firme", pues, a su juicio, no puede haber "ninguna justificación, ningún encubrimiento, ninguna complicidad ni solidaridad" con los asesinos.
"Nadie que ame la libertad puede estar equidistante entre la democracia, entre las personas libres y los asesinos", sostuvo.
Por su parte, EH manifestó en un comunicado que "lamenta" la última acción de ETA, y su "profunda conmoción" por el atentado, del que --aseguró-- "todos somos responsables".
Para la agrupación electoral de Herri Batasuna, "sólo desde la superación de los actuales esquemas de enfrentamiento y su sustitución por esquemas de diálogo y entendimiento, podremos alcanzar un escenario democrático de paz para nuestro país".
Minutos después, el máximo dirigente del País Vasco, Juan José Ibarretxe, leyó una declaración institucional en la que manifestó su "rotunda condena" al atentado, y anunció que "el gobierno considera que el acuerdo de colaboración firmado con EH constituyó un activo para el proceso de pacificación de Euskadi", pero que entre los principios de ese pacto se "exigía un claro pronunciamiento de desaprobación" de este tipo de actividad, que "lamentablemente" no se ha hecho.
Por tanto, dijo Ibarretxe, "el gobierno vasco considera que el pacto de colaboración ha quedado formalmente roto para todos los efectos".
El gobernante Partido Nacionalista Vasco dijo en un comunicado que "condena con toda vehemencia" la acción mortal, y aseguró que es "un ejercicio inútil" el hecho de "pretender averiguar las razones de una acción tan sanguinaria, que significa una doble brutalidad: la cometida contra su persona y la que desprecia a todos cuantos alaveses le han constituido en su representante por el voto".
El candidato de la coalición Izquierda Unida, Francisco Frutos, señaló que esta acción de ETA es "puro fascismo", por lo que dijo que su denuncia será "sin tapujos que es lo que representa esto para que lo sepa ETA, para que lo sepan los amigos de ETA, para que lo sepan los encubridores de ETA; esto es puro fascismo. Que no lo encubran con ideas nacionalistas ni ideas de izquierda, es fascismo. El asesinato, el tiro en la nunca, el coche-bomba es fascismo, que nadie se engañe".
Esta misma noche, varios miles de personas protestaron en Vitoria contra el atentado, y al grito de "ETA, kampora (fuera)", los manifestantes acusaron al Partido Nacionalista Vasco y a Euskal Herritarrok de "ser asesinos".
La marcha estuvo encabezada por el pleno de la clase política, entre ellos el ministerio del Interior, Jaime Mayor Oreja, el presidente del Congreso, Federico Trillo, y el líder socialista, Joaquín Almunia.
Por último, en un escueto comunicado Estados Unidos condenó el atentado dinamitero, y señaló que ese gobierno "llama otra vez a ETA y a los responsables de este acto a que renuncien a la violencia y al terrorismo que costó tantas vidas".