VIERNES 25 DE FEBRERO DE 2000

* No considera pasivo contingente: consultoras


Incompleto, el informe sobre finanzas públicas de Hacienda

* TAESA puso al descubierto más fraudes: Ramírez Cuéllar

Antonio Castellanos * El informe sobre las finanzas públicas de 1999 que el gobierno federal entregó a la Cámara de Diputados es incompleto. Los analistas de las consultoras Standard and Poor's y Bursamétrica indicaron que las autoridades no consideran un pasivo contingente de 672 mil 672 millones de pesos que, aun cuando no se reconoce como deuda pública, es ya una carga muy pesada para las finanzas gubernamentales.

En este pasivo contingente se encuentran los 126 millones de dólares que adeuda la empresa Transportes Aéreos Ejecutivos (TAESA) y que ahora serán cargados a los contribuyentes, así como los financiamientos que se otorgaron al PRI para las campañas de Zedillo y Madrazo a través de Banco Unión, precisó por su parte el secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar.

Precisó que con la quiebra de TAESA se ponen al descubierto nuevas operaciones fraudulentas. El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y Banco Unión se encuentran inmersos en otra sospecha de operaciones ilícitas y dolosas que favorecen a sectores privilegiados en detrimento de la población.

El legislador del PRD, precandidato a la delegación Venustiano Carranza, apuntó: ''Exigimos la devolución de la deuda por 120 millones de dólares por parte del IPAB a los responsables del fraude, encabezados por el capitán Alberto Abed, porque los contribuyentes no tienen por qué pagar débitos provenientes de operaciones ilícitas. Como complemento debe publicarse la lista de los culpables de la bancarrota del sistema financiero nacional''.

De acuerdo con el análisis de las consultoras entregado a inversionistas nacionales y extranjeros, el informe de la Secretaría de Hacienda se presta a varias suspicacias, al no explicarse puntos que son fundamentales como el desglose del costo financiero total entre interno y externo.

Señalan que sólo se comenta que el costo real de la deuda externa cayó, pero no se ofrecen detalles, porque obviamente se evidenciaría que el crecimiento real del débito doméstico se disparó.

Se informa que hubo menores ingresos provenientes de la desincorporación de empresas (privatizaciones), pero no se explica porqué no se alcanzaron sus recursos previstos. Además, no se informa sobre proyectos de inversión financiada que llevan a cabo terceros, cuando hay críticas, incluso de diputados del PRI, porque son exageradamente costosos en relación con las estimaciones originales.

Destacan que las autoridades hacen mucho alarde de que la deuda externa total como porcentaje del producto interno bruto fue de 25.3 por ciento en diciembre de 1999, contra 38.5 por ciento en 1995, pero no consideran que existe un pasivo ''contingente''.