Ť Participó su viuda en el homenaje al educador
Superar las opresiones, opción histórica que planteó Freire
Ť Asumía el diálogo como algo siempre necesario, dijo en el ITESO
Cayetano Frías Frías, corresponsal, Guadalajara, Jal., 25 de febrero Ť Hablar sobre el corazón de Paulo es hablar acerca del amor y de su capacidad de amar, y al mismo tiempo repetir lo que él dijo en su obra teórica y en su praxis ético-política-pedagógica, aseguró Ana María Araujo viuda de Freire, al participar en el homenaje al educador brasileño, en el contexto de la cátedra que lleva su nombre en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
Paulo Freire, sostuvo, pudo proclamar su teoría libertadora como ciudadano del mundo políticamente comprometido, preocupado con todas las dimensiones de los seres humanos, ''sean mujeres u hombres", al presentar propuestas para concretizar como posibilidad histórica la liberación de todos y todas de las cadenas de las opresiones.
Ana María Araujo recordó que el escritor y educador entendía al diálogo como algo siempre necesario; ''cuando se quiere leer el mundo para transformarlo, hay que amar más verdadera y profundamente a los otros y a las otras".
La educación, prioridad para todos
El escritor Eduardo Galeano participó en la inauguración con la lectura de algunas partes de su libro Patas arriba. La escuela del mundo al revés, para luego enfocar algunos de sus comentarios hacia el reto que enfrenta la educación frente a la globalización, así como los valores y antivalores que encuentran los individuos que integran nuestra sociedad.
David Fernández Dávalos, rector de ese instituto jesuita, al dar la bienvenida a los participantes en el simposium, dijo estar convencido que ''la educación es el factor central para la edificación de una sociedad más equitativa, democrática y justa y que, por ello, la educación ha de constituir una prioridad para todas y todos aquellos que pretendemos hacer de este mundo un espacio más humano y fraterno".
Exhortó a los gobiernos y al sector privado para que tomen parte en el diseño de los programas de formación técnica y profesional, para ''no crear sólo mano de obra para las empresas, ni producir tampoco profesionales disfuncionales o incapaces de insertarse en el mercado de trabajo".
El imperio de la ética del mercado
Fernández Dávalos advirtió que las reformas educativas deben reflejar las necesidades e intereses de todos los grupos de la sociedad, ''no sólo los de la mayoría, menos de los grupos de poder que ejercen el control social".
Señaló que un grupo de premios Nobel propuso recientemente incorporar seis principios clave en la educación para el siglo XXI: el respeto por la vida, el rechazo a la violencia, la educación compartida, escuchar para entender, conservación del planeta y redescubrir la solidaridad.
Carlos Núñez Hurtado, coordinador de la Cátedra Paulo Freire, hizo notar que incluso los personeros del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional reconocen el fracaso de sus políticas, pero a pesar de ello la mayoría de los modelos educativos ''siguen atrapados en una lógica y en una ética en la que los valores humanos son expulsados de la tarea sustantiva de la educación, como es la formación de hombres y mujeres preparados ética y científicamente para asumir la responsabilidad de construir una sociedad que favorezca el desarrollo de todos sus elementos humanos, sociales y culturales".
Se preguntó si acaso puede una educación basada en los valores de la ''ética del mercado", individualismo, competencia y egoísmo, ofrecer alternativas para un desarrollo sustentable y cómo enfrentar un modelo cuya propia dinámica le han hecho entrar en profundas contradicciones.
Núñez Hurtado se respondió que, con esfuerzo compartido y pensamiento libre y tolerante, ''se dará un paso modesto, pero significativo, en nuestra capacidad de denuncia de los vicios de la sociedad neoliberal".