* Guaspari-Tzavaras promociona en el país la cinta Música del corazón
La formación artística para los niños es tan esencial como las matemáticas
* Adquirirán disciplina, se enseñarán a pensar y alimentarán su espíritu, dice la violinista
* La maestra de Harlem persiste en su cruzada porque el arte se incluya en la educación pública
Raquel Peguero * El rostro de Roberta Guaspari-Tzavaras se iluminó. Entre saltos juguetones y risitas que fingían burlarse del público, los Niños Cantores de Chalco, se acomodaron, miraron a la maestra neoyorquina y guardaron tres segundos de silencio antes de lanzar su voz: amo-ató-matarili-liri-lón... Y en cinco minutos arrancaron una ovación. No cantaron más allá de cuatro rondas infantiles, dirigidas por Leszek Zawadka ųvenían de celebrar su décimo aniversario, que rematarán con el estreno de su casa en marzoų y sólo querían dar una sorpresa a la defensora de los programas musicales en las escuelas públicas. Y lo consiguieron.
Guaspari-Tzavaras estuvo con ellos en marzo del año pasado y en esta nueva visita a México no les dedicó más tiempo, ya que vino a promocionar la película Música del corazón, que recrea su vida y lucha por el arte sonoro. Pero más que eso, a ratificar la necesidad de que el arte forme parte de los programas de educación pública:
''Todos los niños tienen derecho a contar con una educación artística, que es tan importante para su formación como las matemáticas. Se piensa en la música y el arte como entretenimiento, pero es algo más: da disciplina, ayuda a pensar de otra forma y enseña a los pequeños a alimentar su espíritu."
La violinista, egresada de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Boston, imparte desde 1980 clases de violín en una escuela pública del East Harlem, el barrio de Manhattan donde vive y en donde ha tenido que enfrentar recortes presupuestales que casi dan al traste con su proyecto. Por ello inició una cruzada en defensa de estos programas, que la llevó inclusó al Carnegie Hall e involucró a violinistas tan destacados como Isaac Stern, Itzhak Perlman, Arnold Steinhardt, Mark O'Connor y Diane Monroe, entre otros, quienes por cierto aparecen en la película pulsando su instrumento.
Aprendizaje desde pequeños
Docente de tiempo completo, Roberta Guaspari-Tzavaras aseguró que sus objetivos son ''continuar enseñando. No he parado y me rehúso a hacerlo aunque no tenga dinero. Es una manera de retribuir lo que recibí. Empecé a tocar el violín a los nueve años, cuando estudiaba en una primaria pública. Mi familia no tenía recursos pero tuve esa oportunidad que merecen todos. Era mi derecho, tanto como aprender a leer y escribir. Quitar estos programas es un gran error".
Explicó que su intención nunca fue impartir clases en escuelas privadas o para futuros concertistas; ''quería niños normales y encontré más energía. La idea no es que los pequeños luego vayan al conservatorio sino, simplemente, ayudarles a desarrollar la habilidad de ejecutar el instrumento, que es muy difícil y cuesta mucho trabajo, pero vale la pena porque así descubren que son capaces de aprender lo que quieran".
Si comienzan este aprendizaje, desde pequeños, ''amarán la música. A todos nos gusta lo que es familiar y el arte va a cambiar toda su dinámica. En Estados Unidos tampoco tenemos toda la música que nos gustaría y hay que dirigir los esfuerzos en esa dirección. Hay que convencer a los políticos y a las juntas de las escuelas de que esto es importante".
Para ello también hay que formar maestros. ''La próxima semana iré a la Universidad a Michigan para abogar por ello. No todos pueden ser concertistas y necesitamos buenos docentes". Se requiere, también, impartir talleres de enseñanza.
Streep y su aportación a la causa
''Me gustaría volver a México, quizá en verano, para dar uno. De todas formas cualquier interesado puede venir a Nueva York para observar lo que que hacemos". Indicó que los grandes violinistas ų''maravillosos todos ellos"ų que la ayudaron a salvar su programa, mantienen una relación de amistad y apoyo con la escuela.
En la película, dirigida por Wes Craven ųel rey de los filmes de terror, que con éste cambia de giroų, Guaspari-Tzavaras es interpretada por Meryl Streep. ''Un gran honor porque esta grandiosa actriz se ha sumado a la causa". Sesenta por ciento de los niños violinistas que aparecen en pantalla son alumnos de Harlem. El reparto se completa con Aidan Quinn y Angela Basset y llegará a la pantalla la próxima semana.