Ť El jueves se estrenó la tercera temporada de la obra


El espectro de todas las aventureras deambuló en el salón Los Angeles

Ť Niurka mostró la tropicalidad en el baile; empero, su actuación fue mediana Ť La cubana

asume la responsabilidad de las imperfecciones Ť Tongolele y María Victoria, entre el público

Jaime Whaley Ť El espectro de Edith González e Itati Cantoral, las anteriores protagonistas de Aventurera, obra que reanudó la noche del jueves sus exitosas recaudaciones, se cernió sobre el viejo foro del salón Los Angeles, y la heredera del sitio de las actrices mexicanas, la cubana Niurka, apenas pudo librar el compromiso; sin embargo, fue la primera función, y vendrán más en las que tendrá la oportunidad de reivindicarse, como en el caso de quienes la precedieron en el papel.

Los tantos vestidos que usó Niurka le quedaron casi correctos. Algunos le fueron ceñidos a su bien esculpido cuerpo; en otros, era difícil adivinar el material con el que fueron confeccionados, pues prácticamente se perdían en la anatomía de esta bella cubana y, como ella misma aceptó, habrá que mejorarlos para que no haya detalles, como cuando se movió el tocado del seno, pero el papel de Aventurera, en el que hizo su debut, le quedó bastante flojo.

La tercera, Ƒla vencida?

''Sí hay imperfecciones, pero asumo la responsabilidad de mejorar'', reconoció, sin enfado, la actriz antillana al término de la función de apertura de temporada.

aventurera-niurka-1-jpg Niurka es la tercera protagonista de la principal figura de la obra escrita por Carlos Olmos y dirigida por Enrique Pineda. Fue precedida por la mencionada Edith e Itati Cantoral.

Niurka emanó su tropicalidad en los bailables. Ese atributo como que se le da más que el de los parlamentos, la actuación ya en sí, por lo que tendrá que trabajar horas extras, a pesar de sentirse apoyada, como dijo, por el resto de la compañía, ''que me apapachan mucho para que se me vaya el sudor de las manos''.

Heterogénea concurrencia

niurka-aventurera-1-jpg La reanudación de la obra provocó de nuevo un lleno en el añejo salón de baile. Mesas y gradas fueron copadas totalmente por heterogénea concurrencia, entre la que sobresalían los fulgores de la aún espléndida Yolanda Montes, a la que mejor se le conoce como Tongolele; María Victoria, y otra cubana precursora en esto del aventurerismo, Ninón Sevilla.

Si acaso se presentó algún político, seguramente fue uno de poca monta o llegó finamente encubierto, porque el respetable ni silbó ni aplaudió, y prácticamente no secundó a Rosaura (Carmen Salinas) en sus baratos elogios a su candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, quien, según ella, ''ese sí tiene huevos'', ni en sus caceroleras críticas a la actual administración capitalina.

A cambio, la clientela disfrutó de los abundantes chinga tu madre, hijo de tu puta madre, pendejo, y šay!, cabrón, que parecen ser el espíritu de la trama.

Como desde el comienzo, Aarón Hernán, en su papel de Comandante Treviño; Alejandro Tomassi, en la personificación de Bugambilia, y Luis Felipe Tovar, el padrote que en dos semanas más será sustituido por compromisos de filmación, cumplen bien con su trabajo.

Y si se llegara a dar el caso de buscar a una sustituta de Niurka, la cacería no será de mucho problema Lisia Suárez, una de las actrices secundarias, tiene el talento y la belleza requeridos para el estelar.'