SABADO 26 DE FEBRERO DE 2000

* Washington debe "intervenir" para proteger la libertad: Paul Coverdell


Serios retrocesos en Latinoamérica en derechos humanos, asegura EU

* Sigue creciendo el número de democracias, dice el informe * Velada amenaza a Fujimori y Chávez

Afp, Ap, Dpa y Reuters, Washington, 25 de febrero * La situación de los derechos humanos sufrió serios retrocesos sobre todo en los países latinoamericanos, pese a que en todo el mundo aumentó el número de democracias, dictaminó hoy el Departamento de Estado estadunidense en su informe anual sobre el tema.

Mencionó a Cuba, Colombia, Perú y Venezuela como ejemplos de naciones en donde el respeto a los derechos humanos es "pobre", y manifestó preocupación por la "amenaza a la gobernabilidad" que existe en naciones latinoamericanas.

Ante este dictamen, el influyente senador republicano Paul Coverdell afirmó que Estados Unidos debe estar dispuesto a "intervenir" unilateralmente en América Latina, a fin de "proteger la democracia" en el hemisferio, y si es necesario, dijo, en casos en que un gobernante sea electo libremente "pero aplasta de manera firme la democracia de su país", al citar como ejemplos a Perú y Venezuela.

El documento del Departamento de Estado señaló que durante 1999 "el número de democracias en todo el mundo siguió creciendo, pero una pequeña cantidad de países encaminados a la democracia tuvo retrocesos o amenazas a la gobernabilidad democrática".

Lo anterior se ejemplificó con los casos de Ecuador y Paraguay, donde hubo tentativas de golpe de Estado e inestabilidad. Sobre Ecuador se afirma que "lo que pudo ser un desastroso golpe de Estado se convirtió en una desafortunada pero finalmente constitucional" sucesión presidencial entre el presidente depuesto Jamil Mahuad y el actual mandatario, Gustavo Noboa.

Sobre Paraguay se habla del descontento en los sectores agrícolas, la inestabilidad financiera, la oposición creciente y la amenaza de disturbios por parte de simpatizantes del ex golpista prófugo Lino Oviedo.

Washington también manifestó preocupación porque el presidente venezolano, Hugo Chávez, "quien encabezó una intentona golpista en 1992 y fue electo en 1999 con la promesa de una reforma radical", está acumulando un "exceso de poder".

Sobre el respeto en sí de los derechos humanos, el informe afirma que en Colombia "hubo avances en varios campos, y el gobierno ha adoptado medidas para empezar una reforma estructural".

Sin embargo, considera que los paramilitares, la guerrilla y los narcotraficantes, por igual, "siguieron cometiendo una serie de abusos", aunque sí señala a los ultraderechistas como los principales responsables de "una campaña para aterrorizar a los civiles sospechosos de simpatizar con la guerrilla y obligarlos a abandonar sus hogares".

Sobre Cuba, Washington señaló que "siguen siendo violados sistemáticamente los derechos fundamentales, civiles y políticos" de los disidentes del gobierno del presidente Fidel Castro, pero reconoció, sin embargo, que no se registraron "muertes por el uso excesivo de fuerza policial".

También se acusó al gobierno peruano del presidente Alberto Fujimori de "utilizar a menudo su control sobre los poderes Legislativo y Judicial en detrimento del proceso democrático", lo cual se traduce en "arrestos arbitrarios y detenciones prolongadas antes de un juicio", además de la "falta de procesos justos".

Así las cosas, Coverdell, presidente del subcomité de Relaciones Exteriores del Senado para el hemisferio occidental, dio a través del conservador Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales su opinión sobre el informe.

Se pronunció por "una nueva doctrina democrática para las Américas", en cuyo marco Estados Unidos debe estar preparado para intervenir militarmente de manera unilateral para defender a las democracias latinoamericanas.

En América Latina, señaló, "un golpe militar directo ya no resulta aceptable, pero debemos ir más a fondo y lidiar con los golpes en cámara lenta, donde un líder es electo libremente pero aplasta la democracia de su país", y mencionó a México, Perú y Venezuela como ejemplos en los que el gobierno ha acumulado poder excesivo.

"El liderazgo estadunidense es la clave para el éxito de esta doctrina --señaló Coverdell al retomar a su propuesta política para América Latina--. Debemos usarla para construir un consenso. Cuando el consenso es imposible, debemos estar dispuestos a actuar solos para asegurar que las amenazas a la libertad en el hemisferio no pasen sin respuesta".

Sobre el resto del mundo, el documento de 6 mil páginas incluye acusaciones contra China por sus ataques a la disidencia, a Rusia por su campaña contra los chechenos, mientras que se menciona la "campaña del gobierno iraquí contra dirigentes religiosos chiitas".

Washington señala que en Arabia Saudita, nación aliada de Estados Unidos, "la policía muestra un celo excesivo para reforzar las leyes islámicas".