SABADO 26 DE FEBRERO DE 2000

* Marginación extrema, constante entre indígenas


Con graves carencias sociales sobrevive 66.5% de la población

* 10 estados requieren atención urgente: investigador del Colmex

Víctor Ballinas * El 66.5 por ciento de la población nacional "requiere atención urgente" para resolver las graves carencias sociales que enfrenta. Este grupo se concentra en 10 estados: Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Michoacán,Yucatán y Guanajuato.

"Es en esos estados donde se debe enfrentar la batalla para erradicar las grandes desigualdades en los niveles de vida de los mexicanos", pues concentran los más altos índices de marginación, pobreza moderada y extrema e incluso sufren la exclusión social.

Un primer grupo de los 10 estados prioritarios para la atención social lo constituyen Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero y Puebla. Estas cinco entidades representan en conjunto 46.5 por ciento de la población nacional que requiere atención urgente, pues a nivel local concentran entre 51 y 31 por ciento de las personas que viven en la pobreza extrema y con severos problemas sociales.

Sin embargo, es entre la población indígena y en sus comunidades donde la pobreza extrema es dramática.

Los niveles de marginación social en las regiones indígenas "son de los más altos del país". El 96.3 por ciento de esas comunidades se encuentran en esta situación y 82.1 por ciento de los miembros de esos grupos humanos sufren esa condición.

La exclusión social de los indígenas se refleja, entre otros indicadores, en la dificultad de acceder a los servicios básicos de vivienda, pues 81.97 por ciento de las casas-habitación no dispone de drenaje, 69.83 por ciento tiene piso de tierra, 28.64 no cuenta con energía eléctrica y 49.60 no goza de agua entubada.

Las fuentes de agua más cercanas a estas poblaciones son ríos, pozos y lagunas que, en ocasiones, están contaminados. Asimismo, en estas comunidades, 37.57 por ciento de las personas de 15 años y más, es analfabeta, y 70.12 por ciento de su población activa se ocupa en el sector primario, generalmente como campesinos o jornaleros agrícolas mal pagados.

 

Atlas Demográfico de México 1999

 

El investigador del Colegio de México Gustavo Garza sostiene lo anterior en el Atlas Demográfico de México 1999 que se terminó de elaborar en diciembre del año pasado, y cuya primera edición aún no ha sido presentada ni distribuida.

Garza coordinó para el Consejo Nacional de Población y para el Programa de Educación, Salud y Alimentación, organismos que editarán el trabajo, la investigación del Atlas Demográfico de México, el cual consta de 400 páginas de texto y un apéndice de mapas y gráficas.

El investigador resalta que el problema en las regiones indígenas no es sólo de dotación de servicios sino también el costo de los mismos, pues hay regiones que "cuentan con algunos de los beneficios como agua, drenaje, energía eléctrica, pero no con los recursos para pagar el suministro de ellos, por lo que optan por no utilizarlos".

En este sentido, Garza apunta que para las regiones indígenas obtener los servicios básicos resulta oneroso por su bajo nivel adquisitivo, además del costo de instalación, debido a la lejanía y dispersión de las comunidades. "Aun cuando los servicios de agua entubada, drenaje y electricidad han llegado a algunas comunidades, su pago y mantenimiento es francamente difícil y en no pocos casos inaccesible, como sucede con la electrificación en las viviendas".

 

Sin dinero ni servicios

 

Garza subraya en el Atlas Demográfico de México que "algunos pueblos indígenas de Chiapas, Veracruz y Puebla han optado por no hacer uso de los servicios. Visto de esa manera, dice, el problema no sólo radica exclusivamente en la posibilidad de distribuir los beneficios en todo el país sino también en qué hacer si la gente no dispone del poder adquisitivo y educación para sostenerlos una vez que cuentan con ellos".

En Guerrero, ejemplifica el investigador, 98.6 por ciento de las localidades indígenas sufren muy alta marginación, así como 95.5 por ciento de su población.

En Chihuahua, 98.61 por ciento de las localidades indígenas son de muy alta marginación y su población llega a 95.4 por ciento en esta condición.

En Veracruz, 93.7 por ciento de las localidades son de muy alta marginación y 86.7 por ciento de su población está en esa situación. Esos son sólo algunos casos.

Una característica de la elevada marginación, indica Garza, es que se manifiesta en un conjunto de localidades sumamente dispersas, dedicadas a la agricultura de subsistencia, con mínima atención de educación, salud y servicios públicos, situación que genera un círculo vicioso que mantiene la condición de pobreza de esa población.

 

Agricultura, la esperanza de los pobres

 

El reto es romper esa marginación promoviendo la comercialización de la agricultura y diversificando las fuentes de empleo, lo cual sólo se podrá hacer mediante el diseño de una política económica y regional integral que se mantenga, y perfeccione en el largo plazo, recomienda el también autor del capítulo del citado atlas: Un paradigma territorial para la inserción de México en la economía global.

Pero la diferenciación socieconómica en el territorio nacional también se refleja en el interior de las metrópolis. La ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Puebla tenían en conjunto en 1990 al 42.9 por ciento de sus habitantes con marginación "muy alta", y en pobreza extrema y moderada.

Esta situación manifiesta dramáticamente que en los polos nacionales más prósperos existen 9 millones de mexicanos que requieren ser asistidos por los tres niveles de gobierno: municipal (o delegacional), estatal y federal. Sin embargo, la situación más grave en las metrópolis la padecen 1.5 millones de personas con muy alto nivel de marginación y pobreza extrema. Dichas personas habitan en viviendas que carecen de agua y drenaje.

Garza señala que no obstante que la ciudad de México y su zona metropolitana concentran la cuarta parte de la riqueza de México, 48.47 por ciento de sus población (7 millones de habitantes) vivían en 1990 en los niveles de marginación muy alto y alto.

Precisa el investigador que si se compara la situación de la zona metropolitana de Puebla con las de las ciudades de México, Guadalajara y Monterrey, destaca que la proporción de la población que reside en regiones de muy alta marginación es la mayor de las 4 metrópolis con 14.6 por ciento.

Respecto a la zona metropolitana de Guadalajara, se resalta en el atlas que "si se comparan los indicadores de esta ciudad en 1990, sus estratos de marginación, contra los de las otras tres metrópolis, en términos relativos es menor la población que habita en las zonas de alta y muy alta marginación en esta metrópoli, pues sólo 25 de cada 100 habitantes viven en áreas geoestadísticas básicas de alta y muy alta marginación, mientras que en la ciudad de México son 49 de cada 100.

Garza resalta que la zona metropolitana de Monterrey se encuentra relativamente mejor que la de la ciudad de México, pues sus estratos de baja y muy baja marginación, o aquellos de niveles económicos elevados, son los predominantes al representar 46 por ciento de los regiomontanos.