SABADO 26 DE FEBRERO DE 2000
* Que el Ejecutivo acepte su responsabilidad, demanda López Obrador
Respuesta enérgica del gobierno, exigen varios sectores
Una respuesta enérgica del gobierno federal y el Poder Legislativo a las declaraciones del embajador Jeffrey Davidow, exigieron senadores, partidos políticos, gobernadores, candidatos y representantes de los sectores productivos del país, toda vez que, coincidieron, tras las afirmaciones del diplomático hay un nuevo intento de Estados Unidos por presionar a México, a fin de que acepte su estrategia de combate al narcotráfico y otras acciones violatorias de la soberanía.
En ese contexto, el candidato perredista al Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, pidió al Ejecutivo federal aceptar su responsabilidad en que Davidow intervenga en asuntos internos. ''Tenemos que ser muy sinceros para no darnos golpes de pecho'', pues si el embajador de Estados Unidos ''mete la nariz en asuntos nacionales, es porque Zedillo y todo el grupo de tecnócratas que mal gobierna al país se lo han permitido''.
López Obrador resaltó que, desde hace mucho tiempo, se hizo a un lado la política de independencia y respeto a nuestra soberanía. ''Muchos de los funcionarios del gobierno actual son empleados de los organismos financieros internacionales y de Estados Unidos, como sucede con (Luis) Téllez, que más bien es como un fiscal de ellos''.
Por su parte, el secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el perredista Jorge Calderón, informó que solicitará una reunión urgente de ese organismo legislativo, en la que todas las fuerzas políticas acuerden rechazar lo expresado por Davidow, ya que tras la afirmación de que México es sede del narcotráfico, hay un propósito claro: el de lograr que nuestro país ceda a las exigencias de Washington.
''Lo que quieren es que los agentes de la DEA puedan estar armados en nuestro territorio, quieren también que se permita el paso de barcos estadunidenses en aguas mexicanas, que sus aviones penetren en nuestro espacio aéreo para las llamadas persecuciones en caliente y otras medidas de ese tipo'', agregó Calderón.
Los senadores Martha Lara Alatorre, del PRI, Luis H. Alvarez, del PAN, y el perredista Auldárico Hernández Gerónimo, pidieron que Davidow ofrezca una disculpa pública por haber equiparado a México con una sede del narcotráfico, similar a lo que fue Sicilia para la mafia.
Entrevistada en Chihuahua, Lara Alatorre, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, primera sección, resaltó lo ''poco afortunado'' de las imputaciones del embajador, ya que parecen una presión más con miras al proceso de certificación que se avecina.
Sobre el tema, el perredista Jorge Calderón dijo que se requiere una postura firme del Senado, ya que lo expresado por Davidow no es producto de un exabrupto ni de alguien que actúa por su cuenta. ''Alguien de su rango lo que hace es seguir instrucciones de sus superiores, en el sentido de presionar a México a fin de que se someta a las orientaciones estratégicas de Estados Unidos en el combate al narcotráfico. Buscan una mayor intervención global en nuestro territorio para que les cedamos nuestra soberanía, como lo han hecho otras naciones, para que la DEA y la FBI puedan actuar por su cuenta''.
El senador perredista explicó asimismo que durante las últimas reuniones interparlamentarias, los legisladores estadunidenses han presionado de manera directa en torno a las concesiones que ellos consideran se le deben dar a Estados Unidos en el combate al narcotráfico. ''Precisamente porque lo dicho por Davidow se enmarca en esa decisión del gobierno de Estados Unidos de presionar para que se permita a sus agencias y policías libre actuación en territorio mexicano, es que la respuesta de la cancillería debe ser enérgica. En otras ocasiones, con incidentes menores, se ha optado por llamar a consultas al embajador mexicano'', resaltó el legislador.
Mientras, dirigentes de PRD, PAN y otros organismos políticos se sumaron a la indignación y rechazo a la postura del embajador de Estados Unidos. El secretario general del PRD, Jesús Zambrano, criticó la actuación de funcionarios mexicanos que han tratado de defender al embajador de Estados Unidos, con el argumento endeble de que sus señalamientos fueron producto de una ''mala traducción''. Esa postura demuestra que ''no se quiere tomar al toro por los cuernos'' ante una evidente actitud intervencionista. Igualmente, los partidos Acción Nacional, Centro Democrático, Alianza Social y Democracia Social, se inconformaron con lo dicho un día antes por Davidow.
El Comité Ejecutivo Nacional del PAN consideró que una declaración de esa naturaleza, a unos días del proceso de certificación, ''es delicado y preocupante toda vez que quien la realizó es un diplomático de carrera, que por lo tanto conoce la complejidad del fenómeno del narcotráfico y su implicación en las relaciones bilaterales entre ambas naciones''.
El candidato panista al gobierno de la ciudad de México, Santiago Creel, se unió a las protestas y consideró que el proceso de certificación que aplica Estados Unidos va más allá de sus fronteras, lo que rompe cualquier principio básico de derecho internacional. ''Si ellos quieren evaluarse, que lo hagan de sus propias conductas'', sugirió.
Por su parte, el PCD, de Manuel Camacho Solís, consideró que hay un exceso de modestia en las autoridades estadunidenses, porque en verdad la sede del narcotráfico es donde se compra masivamente la droga: Estados Unidos. Sin embargo, dijo Marcelo Ebrard, secretario general del organismo político, México tiene un proceso muy serio de producción, comercialización y consumo que está creciendo y que debe ser una preocupación fundamental de las autoridades.
Con todo, dijo la dirigencia del PDS, la sede del gran consumo de enervantes y del flujo financiero del narcotráfico es Estados Unidos.
''El señor Davidow ve la paja en el ojo ajeno y no la viga que ellos traen'', afirmó José Antonio Calderón, secretario general de la Alianza Social. La declaración, agregó, debe verse en el contexto del proceso de certificación que se avecina, ''que rechazamos porque viola los más elementales principios del derecho internacional''.
Por separado, los gobernadores de Coahuila y de Durango, Enrique Martínez Martínez y Angel Sergio Guerrero Mier, respectivamente, calificaron como ''fuera de toda realidad'' las afirmaciones de Davidow y le pidieron no ser ''candil de la calle y oscuridad de su casa''.
Igualmente, organizaciones de productores agropecuarios condenaron ''por irresponsables'' los dichos de Davidow en torno a la ''necesaria aplicación de nuevos mecanismos para manejar el flujo migratorio'' hacia Estados Unidos.
Alberto Gómez Flores, líder de la UNORCA, coincidió con Alvaro López, de la UNTA, en que lo primero que debía hacerse a nivel bilateral es evaluar y revisar el Tratado de Libre Comercio, cuyas consecuencias más graves para México han sido el incremento del flujo migratorio mexicano hacia el vecino del norte, un impacto negativo en el campo nacional y el que campesinos prefieran dedicarse a los cultivos ilícitos por la falta de recursos y retribuciones adecuadas a la producción que sí es lícita.
''Hay que tomar esta declaración con cuidado. Primero nos amenazan, nos insultan y luego nos hacen todo tipo de ofrecimientos. ƑHasta cuándo van a aguantar los gobernantes este trato?'', preguntaron. Ambos dirigentes insistieron en la necesidad de revisar los temas de narcotráfico y migración. (Andrea Becerril, Georgina Saldierna, Francisco Gómez Maza, Elia Baltazar y José Juan de Avila; Miroslava Breach y Fernando López Pérez, corresponsales)