MARTES 29 DE FEBRERO DE 2000
Ť "Lamentable", la ejecución del director de Seguridad Pública de Tijuana
El Ejército aún debe coadyuvar en la lucha antinarco: Labastida
Ť Rechaza la certificación de EU; legisladores "antimexicanos y racistas" presionan al gobierno
José Gil Olmos Ť El Ejército debe mantener su papel en la lucha contra el narcotráfico, pero en una nueva etapa, con mayor tecnología y equipo para detectar el tráfico internacional, la producción nacional de enervantes e inclusive el lavado de dinero, sostuvo el candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida Ochoa.
"Estoy consciente de lo que implica, pero el Ejército debe seguir coadyuvando en esa tarea tan delicada, tan importante para el país", insistió, y explicó que la actuación de las fuerzas armadas debe ser en "áreas críticas" como inteligencia y detección de lavado de dinero y de los mayores movimientos de drogas en el país.
En conferencia de prensa, al término de una reunión con el Consejo Nacional Agropecuario, consideró "lamentable" la ejecución del titular de Seguridad Pública de Tijuana, Alfredo de la Torre, y dijo que hechos como ése fortalecen su propuesta de combatir frontalmente la inseguridad, la delincuencia y el narcotráfico.
A unos días de que se realice el proceso de certificación de Estados Unidos para los países que consideran han cooperado para combatir efectivamente el narcotráfico, el aspirante presidencial del PRI rechazó esa medida "unilateral" y advirtió que como en otros años, previo a la declaración pública de la Casa Blanca, hay presiones al gobierno mexicano por parte de un grupo minoritario de legisladores estadunidense que son "antimexicanos" e inclusive "racistas". Consideró que dichos ataques podrían centrarse también en él.
En cuanto a su propuesta de lucha contra el narcotráfico, indicó que está en diseño la integración de equipos especiales entre los cuerpos policiales, pero también del Ejército, que manejarían tecnología de punta para abatir el tráfico y la producción de enervantes.
"El Ejército ha jugado un papel muy importante en ese asunto, y reconociendo la alta responsabilidad que eso significa, parte de la lucha estratégica que contra el narcotráfico hay que realizar la debe sostener el Ejército", asentó el candidato.
Para el sinaloense, enfrentar al narcotráfico se podría traducir en una "lucha encarnizada, sin importar las consecuencias; lucha a fondo, lucha con todo el rigor de la ley; lucha que implique que algunas de las penalidades en crimen organizado se eleven, penas más severas; los mejores hombres, el mejor equipo, toda la prioridad: lucha sin cuartel en contra del crimen, la delincuencia y el narcotráfico".
Reiteró que se trata de una de las más graves amenazas al Estado mexicano, e insistió en que no le temblaría la mano para actuar contra los narcotraficantes. "Sé de lo que estoy hablando" advirtió, al recordar que cuando fue gobernador de Sinaloa hace ocho años recibió varias amenazas de muerte e incluso sufrió atentados.
Al hablar de la nueva ejecución en Tijuana, reconoció que es en las fronteras donde se debe trabajar de manera más exhaustiva, pues allí se centran también el tráfico de armas, el lavado de dinero y el terrorismo. Para ello, habló de encontrar nuevas fórmulas de cooperación entre los gobiernos de México y Estados Unidos que compaginen con el respeto a las soberanías.
Labastida dijo que de llegar a la Presidencia daría continuidad al programa sobre seguridad pública que comenzó como secretario de Gobernación el año pasado, y cuyos ejes son fortalecer la figura de la Policía Federal Preventiva, mayores recursos para tecnología, mejores sueldos a los agentes ministeriales y policiacos, más policías y reformas a los códigos penales para establecer penas más severas a los delincuentes y proteger a los jueces y agentes del Ministerio Público.
Labastida Ochoa fue cuestionado nuevamente sobre el Fobaproa. "Hay de todo, hay como 800 mil personas o créditos a personas que perdieron su casa por la crisis; hay miles de personas que perdieron sus coches, y parte de lo que se hizo fue rescatarlos.
"Es decir, las características son absolutamente diferentes y no hay que suponer que todos los que tuvieron un crédito están en malas condiciones. Hubo gente que entró en muy diversas condiciones y tenemos que hacer un examen justo y una apreciación justa de lo que ocurrió", atajó Labastida.