MARTES 29 DE FEBRERO DE 2000
Ť Me voy con la frente en alto, dice la ex integrante de la CMH
Dimite Pitman; no hubo presiones: PRD
Ť La contadora realizó un trabajo que se apegó a la legalidad, asevera Martí Batres
Raúl Llanos Samaniego Ť Luego de más de dos años de confrontaciones con los diputados locales, de controversias jurisdiccionales y persistentes cuestionamientos a su labor, finalmente ayer Araceli Pitman decidió renunciar a su cargo como integrante del Organo Superior de Dirección de la Contaduría Mayor de Hacienda (CMH) de la Asamblea Legislativa del DF; consideró que de no haber surgido conflictos partidistas nunca se hubiera separado de su responsabilidad.
Presente en la conferencia de prensa en la que se dio a conocer esta noticia, Martí Batres, presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF y coordinador de la mayoría perredista, declaró que respetaban la decisión de la contadora y rechazó que detrás de ello existiera alguna presión de los legisladores. "Esto no es un pleito de carácter personal o de partidos, sino parte de un proceso de reforma a esa institución", aclaró.
La hasta ayer funcionaria arribó cerca del mediodía a las instalaciones de la Asamblea, en Donceles y Allende -donde ya la esperaba una treintena de personas que trabajaron con ella en los poco más de cuatro años que estuvo en la Contaduría-, y se entrevistó durante casi media hora con Martí Batres, a quien entregó el texto de su renuncia.
En ese documento, Pitman explica: "Diversas disposiciones emanadas de la Asamblea Legislativa determinaron la creación de un órgano colegiado de dirección, al que se le otorgó la titularidad de la Contaduría Mayor de Hacienda, antes de que concluyera el periodo legal para el que fui nombrada. Lo anterior dio lugar a una controversia jurisdiccional que ha sido, en todo momento, institucional y respetuosa. Tengo la clara convicción de que, profesional y personalmente, se ha cerrado para mi un ciclo al servicio de esta importante tarea".
Luego, ante los medios de comunicación, amplió sus declaraciones, en las que dejó constancia que esa decisión había sido "pensada, meditada", y "en ninguna forma y por ningún motivo aceptaría que esa decisión haya sido influenciada por alguna situación".
Empero, aclaró: "En el momento en que se perdió en dos ocasiones el amparo pensé que debía de ser congruente con mis principios (y) precisamente por eso estoy presentando mi renuncia con carácter irrevocable".
Lo único que también debió esperar la ex servidora pública es que se tuvieran los resultados preliminares de las auditorías que le aplicó la Contraloría Interna de la CMH acerca de su gestión como titular unipersonal de la CMH -de 1995 a 1998- y "al conocerlos yo les puedo garantizar que no hay absolutamente nada de desviación de recursos, y me voy con la frente en alto".
-ƑSi no se hubieran presentado conflictos partidistas no renuncia usted al cargo?
-Claro.
Dos amparos perdidos
Desde su arribo a la CMH, Araceli Pitman enfrentó diversas confrontaciones con los diputados locales. Primero fueron los priístas y los panistas quienes acusaban a la funcionaria de estar solapando al gobierno capitalino; de hecho, los legisladores del PRI, específicamente Octavio West, llegaron a exigir su renuncia.
Posteriormente las circunstancias cambiaron y surgieron roces con los integrantes de la mayoría perredista, y que tuvieron su clímax cuando se aprobó la modificación de la Ley Orgánica de la CMH, en la que se establecía la posibilidad de remover a Pitman como titular unipersonal. Ante ello, la servidora pública se amparó, pero el caso se sobreseyó luego de que se modificara al cuarto transitorio de dicho ordenamiento, en el que se establecía el respeto a los ocho años que comprendía la gestión de Pitman.
Tiempo después, la creación del Organo Superior de Dirección de la CMH, que sustituía a la titularidad unipersonal, motivó que la contadora solicitara un nuevo amparo; éste le fue negado, por lo que interpuso un recurso de revisión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, del cual estaba conociendo el ministro Juventino Castro y Castro, sólo que éste tuvo que renunciar públicamente al caso hace unas semanas, debido a la amistad que lo unía con Araceli Pitman.
Al referirse a su salida, Martí Batres reconoció en la contadora "un trabajo que se apegó a la legalidad, un trabajo profesional, serio". Y respecto a los resultados de las auditorías practicadas a Pitman Berrón, comentó que se harán públicas en fechas próximas, y descartó que este asunto haya sido el centro para una negociación de silencio a cambio de la renuncia.
Por último, responsabilizó a diputados como Octavio West; Manuel Minjares, del PAN, y al legislador federal y abogado Fauzi Hamdan de haber politizado la labor de Pitman. "Con esto, todos ellos salen muy derrotados de este proceso".