LUNES 6 DE MARZO DE 2000

* El proyecto Espacio Siqueiros 2000 planea restaurar 7 paneles exteriores


El Polifórum se convertirá en un museo interactivo del muralismo

* Las salas mostrarán los diversos momentos de la pintura mexicana, desde la prehistórica

* Habrá un centro de investigación sobre el movimiento plástico posrevolucionario

Mónica Mateos * El Polifórum Siqueiros se prepara para convertirse en un museo interactivo, en el cual los espectadores realizarán un viaje a través de la historia del muralismo. Espacio Siqueiros 2000 es el nombre del proyecto que impulsa la nueva directora del recinto, la historiadora Raquel Birman.

Como prioridad se tiene prevista la restauración de siete de los 12 paneles exteriores del Polifórum, cada reparación requiere de 250 mil dólares, mismos que serán aportados por inversionistas privados.

En aproximadamente nueve meses "se devolverá al recinto su función siqueiriana", explicó Birman. Las salas, que hasta la fecha sirven de galerías, albergarán una museografía que presentará desde la historia de la pintura prehistórica en cavernas, pasando por los frescos de la época del Renacimiento, hasta llegar al muralismo mexicano, con todos sus exponentes, en particular la obra del creador del Polifórum.

También se creará un Centro de Investigación del Muralismo, con material documental y digital que brindará a los interesados en el tema un amplio acervo acerca del movimiento social que dio origen a esa "mexicanísima" forma de expresión plástica.

"El Polifórum ha sido subutilizado, se quedó pasmado en el tiempo", señaló la directora del inmueble que resguarda; muchas personas se confunden y piensan que el único atractivo del Polifórum son sus paneles exteriores.

"Por ese motivo, son pocos los que conocen el mural, que también nos urge restaurar. No está dañado, lo hemos limpiamos, pero persisten las filtraciones de agua en el espacio donde se encuentra, el cual tiene capacidad hasta para mil personas y donde presentamos un espectáculo de luz y sonido, narrado con la propia voz de su autor", dijo Birman.

En este sentido, se planea rediseñar esa actividad para hacerla accesible a los niños, "un público que debe conocer y acercarse a la obra de Siqueiros. Otro sector del edificio que quisiéramos rescatar es el techo del Polifórum, que cuenta con un diseño, también de Siqueiros, que sólo puede apreciarse desde lo alto del World Trade Center. Planeamos construir una pasarela para que sea accesible a los visitantes, además de cubrirlo con otro techo para protegerlo luego de la restauración, pero ese sí es un proyecto a largo plazo''.

La directora del lugar detalló que "para que se vea regio" el inmueble, las oficinas administrativas del Polifórum deberían estar fuera del edificio: "Actualmente ocupamos un espacio que no nos corresponde, porque la idea original era dedicarlo íntegramente a la promoción de la cultura y en particular a la difusión de la obra de uno de los grandes pintores del país".

 

Un recinto de los sesenta

 

El Polifórum Cultural Siqueiros fue construido en los sesenta, a iniciativa del empresario Manuel Suárez y Suárez, quien encomendó el diseño a un viejo amigo, con el que luchó en la Revolución: David Alfaro Siqueiros.

Se pensó en un enorme diamante sostenido por cuatro columnas. La forma geométrica del Polifórum fue definida por los arquitectos Rosell de la Lama y Miguel Jáuregui. Desde sus inicios, el inmueble contó con un espacio escénico, así como con diversas salas para exposiciones. En su interior tiene forma de octágono, en el exterior es un dodecágono.

Siqueiros realizó los bosquejos y maquetas de su obra durante su encarcelamiento, como preámbulo del gran mural interior. Lo primero que observa el visitante son doce altorrelieves en metal, a la manera de caballetes, que abarcan una superficie de 160 metros cuadrados y que, en conjunto, pesan 250 toneladas.

Cada panel tiene un significado conceptual. Una lectura de izquierda a derecha, a partir de la entrada principal, plasma los siguientes temas, según explicaba Siqueiros: el líder (el mundo marcha hacia delante), el medio ambiente (el árbol seco y el árbol renacido), la acrobacia (el tránsito del espectáculo a la cultura), las masas (hombre y mujer en lucha por la paz), el decálogo (Moisés rompe las tablas de la Ley), Cristo, lo autóctono (el holocausto indígena ante la divinidad), la danza (el movimiento moderno hacia el amor y la victoria), la mitología (el desarrollo del pensamiento abstracto), el mestizaje (el drama de la guerra y el amor durante la conquista), la música (el arte sin discriminación) y el átomo (el triunfo de la paz sobre la destrucción).

Dentro del edificio, en la bóveda cerrada del gran foro, el público puede admirar un espectacular mural-escultórico que muestra la angustia en la que vive el hombre (simbolizado por dos grandes manos crispadas).

De un antiguo espectáculo de luz y sonido, así como de la película Muros de fuego, es de donde se rescataron las palabras de Siqueiros para conformar el actual atractivo.