LUNES 6 DE MARZO DE 2000
Ť Si el ex dictador se aleja de la vida política tal vez no lo enjuicien: canciller
Habrá libertad para investigar a Augusto Pinochet, promete Lagos
Ť El senador vitalicio fue "dado de alta"; recibió a sus nietos y presenció una misa en su hogar
Ap, Afp, Reuters y Dpa, Río de Janeiro, 5 de marzo Ť El presidente electo de Chile, Ricardo Lagos, dijo que nunca perdonará al ex dictador Augusto Pinochet por los crímenes cometidos durante su dictadura y se comprometió a garantizar que la justicia de su país tenga libertad para investigar al ex dictador.
Sin embargo, el canciller chileno, Juan Gabriel Valdés, consideró que si Pinochet se retira de la vida política "es muy probable" que no sea enjuiciado en Chile.
Los dos hijos varones del ex dictador, por su parte, discreparon este domingo sobre supuestas opiniones de su padre. "Tiene muy buena opinión de Ricardo Lagos", señaló el empresario Augusto Pinochet Hiriart, el mayor de los cinco hijos, quien aseguró además que para su padre fue "una sorpresa" conocer que hubo desapariciones durante su régimen. Pero su hermano menor, Marco Antonio, desautorizó luego esas declaraciones y aseguró que "mi padre no ha hablado nada" de eso.
Lagos, encarcelado por el régimen militar en 1986, asumirá el próximo sábado la presidencia, como el segundo gobernante socialista en la historia de Chile, 27 años después de la muerte de Salvador Allende, durante el cruento golpe de Estado encabezado por Pinochet el 11 de septiembre de 1973.
En una entrevista publicada este fin de semana por el semanario brasileño Veja, Lagos dijo que la derecha quiere cerrar el capítulo de su pasado porque "es malo", pero "aún existen muchas heridas abiertas", como las de las familias que siguen buscando los cuerpos de sus hijos.
"No perdonaré a Pinochet por lo que hizo", sostuvo, aunque también señaló que el ex dictador "se cuidó de mantener en orden la cuentas públicas, sostener la inflación baja y abrir la economía".
Para el futuro mandatario, los más de 500 días de detención del ex dictador en Londres a pedido de la justicia española enseñó dos cosas a los chilenos: "La primera es que el mundo nos mira con cierta sospecha, desconfiando de que seamos un país democrático en serio. La segunda es que por esa razón debemos probar que somos capaces de hacer bien todo lo que es necesario".
Las encuestas indican que la mayoría de los chilenos considera que Pinochet debe ser juzgado en Chile, aunque no creen que ello vaya a ocurrir, debido a la enorme influencia que el ex gobernante de 84 años mantiene en el país.
El propio canciller Valdés declaró al diario El Mercurio que si Pinochet "se retira de la vida política y los exámenes médicos confirman lo que han señalado los medicos británicos", según los cuales sufre de demencia senil, entre otras dolencias, "es muy problabe que no enfrente juicios".
Valdés consideró, por otro lado, que Pinochet "rayaría la obscenidad" si concurriera, en su condición de senador vitalicio, a la ceremeonia de asunción de Lagos, pero esa posibilidad quedó descartada cuando la hija menor del ex dictador, Jacqueline, anunció que su padre no participará en esos actos.
Sin embargo, consideró que no es probable que Pinochet abandone su cargo de senador, lo que abrió nuevas dudas sobre el rol que tomará quien fuera designado como "Comandante en jefe benemérito" del ejército chileno. Su hija Lucía había declarado que si se trata de resguardar su herencia política, reaparecería públicamente, en tanto que Marco Antonio se limitó a decir que su padre está enfermo pero "nunca ha estado inválido".
Parlamentarios de la coalición de gobierno han anticipado que sería una "vergüenza" si Pinochet asiste al cambio de mando, y que esto se sumaría a la solemne recepción que tuvo el viernes, donde no faltaron los altos mandos de las fuerzas armadas ni una banda militar, en medio de un amenazante dispositivo de seguridad con comandos de élite en uniformes de combate.
"La señal o el gesto del ejército era decir: este señor es intocable, y eso tenía un solo destinatario, los tribunales de justicia", comentó el abogado Héctor Salazar, quien participa en la instancia de diálogo con los militares desde su creación, en septiembre de 1999. "Pinochet no puede ser juzgado en Chile, no por problemas legales. Es una decisión política", agregó.
El regreso del ex dictador se dio sólo tres días antes de que los abogados de derechos humanos y los representantes de las fuerzas armadas firmaran un acuerdo que daba carta blanca a la justicia chilena para investigar y procesar los delitos durante su régimen, que se extendió hasta 1990.
Pero tanto Salazar, como los abogados Pamela Pererira y Roberto Garretón, adelantaron que estudian la posibilidad de no firmar este documento.
Pinochet, en tanto, permanecía hoy en su lujosa residencia suburbana de Santiago, donde ha tenido una intensa actividad social con su familia, pese a que supuestamente sufre de padecimientos graves que le hicieron ganar la libertad.
Después de haber retornado sin hacer uso de la silla de ruedas con que se deplazó en sus traslados hacia centros hospitalarios en Londres, y hasta de haber saludado con la mano que empuñaba su bastón, Pinochet fue dado de alta el mismo jueves por médicos del Hospital Militar, y hoy recibió a sus 24 nietos y bisnietos, así como bendiciones religiosas en una misa que realizó en su propia casa.
El ánimo del ex dictador se puso en evidencia cuando veía por televisión las declaraciones en su contra de la líder del Partido Comunista, Gladys Marín, cuyo esposo es uno de los cientos de detenidos-desaparecidos. "Me sigue queriendo", dijo.
En este contexto, el canciller español Abel Matutes afirmó, en una entrevista publicada hoy por la prensa madrileña, que "Lagos debe demostrar que es capaz de hacer que se juzgue a Pinochet en su país".
Sobre el recibimiento al ex dictador, lo consideró "una vergüenza". "Sin que esto sea una crítica a Lagos, hay que decir, después de la condena mundial a Pinochet, que una cosa es que se respete la soberanía de Chile y otra que se haga un homenaje a quien no es homenajeable".
En Londres, mientra tanto, el diario Sunday Times aclaró el misterio sobre el retraso en la salida del avión que el jueves llevó de regreso a su país a Pinochet: el aparato esperó la llegada de un regalo de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher. Según la publicación, Thatcher se levantó demasiado tarde para reaccionar a la decisión del Ministerio del Interior de liberar al ex dictador, o se retrasó debido a que le faltaba grabar su nombre en el obsequio, una bandeja de plata que recuerda la victoria del pirata inglés Francis Drake sobre la Armada española en 1588.
Junto al regalo había una tarjeta de la Dama de Hierro con el siguiente comentario: "Su regreso a Chile significa un inequívoco rechazo a la justicia colonialista española".