MIERCOLES 8 DE MARZO DE 2000

Ť Rascón Banda, jurista que refuta la resolución de la SCJN


El doblaje viola libertades de expresión y de comercio

Raquel Peguero Ť El dictamen de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitido ayer por mayoría de votos -ocho contra tres- en favor de conceder el amparo interpuesto por tres distribuidoras estadunidenses en contra del artículo 8o. de la Ley Federal de Cinematografía, ''no constituye jurisprudencia, ya que la decisión se toma sólo en esos tres casos y se requiere, para integrar una tesis jurisprudencial, de cinco resoluciones consecutivas en el mismo sentido", aseguró el presidente de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem), Víctor Hugo Rascón Banda.

El escritor -licenciado en derecho por la UNAM- agregó que dicho dictamen, sin embargo, sí viola las garantía de libertad de expresión y comercio pues ''con ello se afecta la esfera jurídica de los productores y artistas, pues el doblaje de una película adultera la expresión original en ella comprendida. México ha suscrito la Convención de Berna obligándose a proteger la obra de los creadores de otros Estados; ha firmado tratados internacionales en materia de propiedad intelectual que tienen el mismo valor que la Constitución, en los cuales se compromete a no mutilar las creaciones provenientes de otros países, independientemente de que con esta resolución, la SCJN protege los intereses de los productores estadunidenses atentando contra el incipiente renacimiento del cine mexicano".

Campaña contra una infamia: Fons

El presidente de la Sogem afirmó: ''Parece inconcebible que el único argumento de la Suprema Corte haya sido 'proteger el libre comercio', olvidándose de salvaguardar la producción intelectual, la cultura y los derechos de los creadores mexicanos y de otros países. Resulta también inusitado que el presidente y el ex presidente de la Corte hayan sido voceros de la comunidad cinematográfica al exponer sus argumentos, pero que éstos no hayan convencido a ocho ministros a los que pareciera que fueron impresionados por los cabildeadores estadunidenses, que repiten la misma labor que hicieron cuando en el Congreso se discutieron las modificaciones a la ley de cine.

''Es claro que los estadunidenses tienen como sus representantes en México a los abogados de la Secretaría de Comercio y a Herminio Blanco que velan, a nombre del TLC, por sus intereses y no por los de los mexicanos."

Por su parte, la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas inició una campaña para ''detener esta infamia que atenta contra la cultura", explicó su presidente Jorge Fons, quien ya lanzó un llamado internacional a sus colegas, cineastas de Italia, Canadá, Francia y América Latina para que se solidaricen con los mexicanos en contra de la resolución emitida en favor de la Twentieth Century Fox, Buena Vista Columbia Tri Star Films de México y la United International Pictures.

Invitó asimismo a ''todas las voces de la cultura de este país y del mundo para que se expresen defendiendo la necesidad y el privilegio de ver las obras tal y como las concibieron sus creadores y no mutiladas. Es una obligación de todos los que pertenecen al ámbito cultural del país, levantar su voz en defensa de este atentado al cine nacional y la cultura". Agregó que si las distribuidoras estadunideses llegan a salirse con la suya y se logra el doblaje indiscriminado, ''estos ocho ministros que votaron en su favor quedarán en la página negra de la cultura mexicana y será una tragedia, la peor del siglo XX para el cine mexicano y la cultura nacional".

La academia llamó a una reunión urgente para determinar, en asamblea, ''la forma en que instrumentaremos la defensa, porque sabemos que en el contexto de la globalización, las buenas razones no cuentan y en aras del comercio se atropellan los valores y con más razón a la cultura".