JUEVES 9 DE MARZO DE 2000

* Segundo concierto


Los Creedence convencieron a los escépticos

Arturo Cruz Bárcenas * El sonido del pantano retumbó en el teatro Metropólitan. Con un lleno completo, Creedence Clearwater Revisited ofreció, el martes, el primero de sus dos conciertos, interpretando camaleónicamente las canciones con las cuales los Revival, su grupo raíz, se hicieron de miles de seguidores en México, desde hace más de tres décadas. A las 21:00 horas un zumbido anunció Nacido en Bayou, que los fieles escucharon con parsimonia desde sus asientos.

Río verde, con el virtuoso rasgueo del ex Cars Elliot Easton, fue oído con el mismo respeto; sólo al final de la rola se escuchó la respuesta en un sonoro aplauso colectivo. ƑQuién detendrá al bajista Stu Cook y al baterista Cosmo Clifford en su propósito de continuar con la leyenda del sonido Bayou? Nadie, después de que Lody, Emotion y ƑHas visto alguna vez la lluvia?, sobre todo ésta, levantaron de sus asientos a unas cuantas asistentes, quienes mostraron cómo se bailaba antes del travoltazo, de la música disco.

Esta noche alegró a todos; ta' chida, carnal. Haces irradian hacia todos los rincones, preámbulo para Mientras pueda ver la luz. Los recuerdos vienen uno a uno. Cuando en el barrio alguno de la flota sacaba un radio y sintonizaba Radio Capital para oír la hora de los Cridens. ''Echate en La esquina, como un perro'', pedía un cábula a un guitarrista en ciernes, que cantaba en un inglés pronunciado miméticamente, arrastrado, sin significado real. ''Qué feo canto, pero qué pinche sentimiento le echo'', era el consuelo.

A los 45 minutos de iniciado el concierto el grupo por fin logra que la mayoría de la concurrencia se pare a bailar. Unos aferrados siguen en sus asientos, prendiéndose a su manera, aderezados con cerveza, rones, tequilas. Tampoco es a güevo bailar. Es más, vale madre. Yo vine a oír a estos pseudo Cridens. Bueno, lo que queda de ellos. Tocan chingón, después de todo. Mirando desde mi puerta y la sabia Campos de algodón acabaron de convencer a otros escépticos.

La gruesa Lo supe por ahí dejó de nuevo la cancha libre a Easton, quien navegó por sus cuerdas, dejando atrás el cover y creando algo nuevo, otra posibilidad sonora. La que sí se oye camaleónica es la voz de John Tristao, apoyado por el multinstrumentalista Steve Gunner.

Una maravilla para gritar: El especial de media noche, y para bailar qué mejor que Hijo afortunado.

ƑCómo que ya se van?, si apenas son las 10:30. šMolina, Molina, Molina! No han prendido la luz; eso quiere decir que regresan. Jajajá, ya están aquí de nuez. šMolina! šY Dándole vuelta a la vuelta! Pues cómo que se van, si me deben. Apenas son las 10:50. No, pues yo no bailé ninguna. Mejor vengo mañana.

Salen los viejos roqueros y se disgregan por Balderas, Juárez, Reforma...

(Fe de errores: ayer publicamos una entrevista con Cosmo Clifford. Equivocamos John por Tom.)