SABADO 11 DE MARZO DE 2000
Ť Manifestantes azuzados por Raquel Sevilla chocan con policías en el Zócalo
Desalojan plantón de vecinos de Tlayapaca
Ť Respaldados por militantes de Antorcha Campesina, bloqueaban la avenida 20 de Noviembre
Laura Gómez Flores Ť El desalojo de 50 vecinos del predio Tlayapaca, que se mantenían en plantón en la plancha del Zócalo desde diciembre de 1998 en demanda de la restitución de sus viviendas o indemnización, culminó en gresca cuando la diputada "independiente" Raquel Sevilla "extrañamente" apareció en escena y azuzó a los manifestantes.
El retiro de las mantas de protesta contra el gobierno perredista molestó a la gente, en su mayoría mujeres. Fue entonces cuando se dio el primer contacto, que dejó como resultado un granadero herido. La presencia de fotógrafos y reporterosque presenciaban de cerca los hechos, los irritó.
Con insultos y botellas de plástico que arrojaban a los granaderos apostados en parte de la Plaza de la Constitución trataron de evitar el desalojo. Un nuevo contacto se originó y sufrió lesiones uno de los inconformes, identificado como Servín Díaz.
Para protegerse, los manifestantes corrieron a bloquear la avenida 20 de Noviembre, por lo que personal vial realizó de inmediato los cortes necesarios a la circulación.
Actúa la diputada "independiente"
El coordinador de Gestión Ciudadana, Gabriel Mendoza, los conminó a desalojar la arteria de manera pacífica. La gente aceptó, pero le informaron que solicita ríanla intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Cuando empezaban a replegarse, la diputada Sevilla apareció en escena, sin motivo alguno, y los azuzó para que no se retiraran.
Los granaderos formaran una valla y se protegieran con sus escudos. Al frente, la legisladora empezó a empujarlos. Primero expectantes, porque "no sabían ni quién era y qué hacía ahí", los vecinos se mantuvieron al margen por unos minutos, pero el señalamiento de Mario Alberto Marcel como uno de los agresores del vecino lesionado calentó los ánimos. De pronto, una voz que fue identificada como la de la diputada Sevilla provocó el enfrentamiento.
El coordinador de Gestión trató de mediar, pero fue inútil. Lo único que logró fue ser perseguido hasta el edificio del antiguo Ayuntamiento. Las acusaciones sobre "posibles agresores", de parte de Sevilla, provocaron que la gente se enfureciera, después de lo cual la legisladora desapareció del lugar.
Mientras, una ambulancia auxiliaba a una mujer tendida en el asfalto. Unos 200 militantes de Antorcha Campesina, que habían partido desde el Hemiciclo a Juárez, llegaron al Zócalo en apoyo de sus "compañeros de lucha y en contra de la intolerancia del gobierno capitalino para atender las demandas sociales".
El Gobierno del Distrito Federal aclaró que estos actos de presión carecen de fundamento y no tienen otro fin que crear descontento entre la población, toda vez que se ha actuado con estricto apego a derecho.