SABADO 11 DE MARZO DE 2000
Ť Destituido en 1995, Ward recibirá una presea por "logros excepcionales"
Condecorarán en EU a ex espía que ocultó la represión en Guatemala
Ť Torturador peruano detenido en Houston fue liberado luego de la intervención de su gobierno
Afp, Ap, Dpa y Reuters, Washington, 10 de marzo Ť Terry R. Ward, de 62 años de edad, ex jefe de la División Latinoamericana de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), recibirá la máxima condecoración de ese ente de espionaje por los "logros excepcionales" obtenidos durante sus 30 años de carrera en esta dependencia.
Ward fue destituido de su cargo en 1995 por haber ocultado violaciones a los derechos humanos en Guatemala, cometidas por un militar de ese país que fungía como informante de la CIA.
El diario The Washington Post citó hoy a fuentes de la CIA que afirmaron que el próximo mes Ward recibirá una medalla en una ceremonia privada, para recompensarlo por los logros obtenidos en su carrera.
La iniciativa de honrar al ex jefe de la División Latinoamericana fue recomendada por los ex colegas de Ward del Directorio de Operaciones de la CIA, y "aprobada sin vacilación" por el subdirector de dicho departamento, James Pavitt.
El ex jefe de contrainteligencia de la CIA Paul Redmond declaró al Post que Ward merece la condecoración porque es "uno de los tipos buenos y se le trató desastrosamente" en el pasado.
El despido de Ward fue ordenado en 1995 por el entonces director de la CIA, John Deutch, por acusaciones de que el responsable de la División Latinoamericana no informó a la dependencia que un coronel guatemalteco, que fungía como informante de la CIA, estaba implicado en el asesinato en Guatemala, a principios de los años 90, del hotelero estadunidense Michael DeVine y de un guerrillero guatemalteco casado con una estadunidense.
Redmond afirmó que Deutch decidió destituir a Ward por motivos puramente políticos durante una etapa en la que la CIA era objeto de constantes críticas dentro y fuera del país, y que aprovechó para anunciar su despido a los medios en el momento en que el funcionario estaba en el extranjero.
El diario señala, sin embargo, que el aparente intento de la CIA de reivindicar a Ward condecorándolo coincide con el hecho de que Deutch es actualmente investigado por acusaciones de haber violado las reglas de seguridad de la CIA, pues habría guardado materiales confidenciales de la agencia en la computadora de su casa.
Por otro lado, este mismo viernes trascendió que las autoridades estadunidenses detuvieron brevemente al mayor peruano retirado Ricardo Anderson, ex miembro del Servicio de Inteligencia del ejército de ese país sudamericano.
El ex militar es buscado por la justicia por su implicación en torturas a la ex agente de los servicios secretos peruanos Leonor la Rosa, quien quedó parapléjica y debió pedir asilo político en en Suecia.
Anderson fue detenido el jueves, tras estar algunos días en Estados Unidos, en la ciudad de Houston, donde tomaría un avión con destino a Lima.
Sin embargo, fue liberado horas después luego de la intervención del embajador peruano en Washington, Alfonso Rivero, y la representante de ese país en la Organización de Estados Americanos (OEA), Beatriz Ramacciotti, quienes alegaron que Anderson cuenta con "estatus diplomático", por lo que no podía ser detenido.
Tras su liberación, Anderson abordó un avión que hizo escala en México, donde no tuvo problemas para abordar un segundo aparato que lo llevó de regreso a Lima.
Funcionarios estadunidenses rechazaron la comparación que hicieron algunos periodistas entre la reciente liberación del ex dictador chileno Augusto Pinochet, por parte de Londres, y la liberación de Anderson hoy, tras alegar que el militar formaba parte de una misión diplomática de la OEA, mientras que Pinochet viajó a Inglaterra sin fuero diplomático.
Anderson fue condenado a ocho años de prisión en primera instancia por un tribunal militar, pero luego fue absuelto gracias a un recurso de apelación, aunque aún hay querellas en su contra presentadas por organismos de derechos humanos.
El ex militar visitó Estados Unidos para declarar como testigo del gobierno del presidente Alberto Fujimori en un juicio por torturas que se sigue en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Diversos organismos de derechos humanos anunciaron que protestarán ante las autoridades estadunidenses, tanto por la condecoración de Ward como por la liberación de Anderson.