MIERCOLES 15 DE MARZO DE 2000
Ť Han funcionado los programas de prevención en escuelas públicas, señala
El consumo de drogas entre escolares no ha variado en las dos últimas décadas: Finca
Ť Lo que ha cambiado es la preferencia hacía la cocaína; antes predominaba la mariguana
Bertha Teresa Ramírez Ť El director del Fideicomiso para los Institutos de los Niños de la Calle y las Adicciones (Finca), Agustín Vélez Barajas, señaló que en los últimos 20 años no ha aumentado el consumo de drogas entre la población de nivel secundaria y bachillerato, pues las estadísticas señalan que de cada cien estudiantes sólo 10 consumen algún tipo de sustancia tóxica.
El funcionario indicó que el hecho de que estas estadísticas no hayan variado en las últimas dos décadas se debe a que han dado resultado las acciones de prevención puestas en marcha en las escuelas públicas de estos niveles.
Sin embargo, precisó que lo que sí ha variado es la preferencia en el consumo de droga, ya que contrariamente a lo que ocurría hace 20 años, cuando la mariguana agrupaba los porcentajes más altos de consumo entre estos estudiantes, actualmente los ocupa la cocaína.
Vélez Barajas agregó que de acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Siquiatría, en 1997, ha habido una tendencia creciente al consumo de cocaína entre los estudiantes de la ciudad de México, e indicó que de acuerdo con éste, el porcentaje de los que dicen haber consumido algún tipo de droga ha estado fluctuando entre 12 y 13.
Dijo que según el referido informe, la droga más probada es la mariguana, y le siguen los inhalantes y la cocaína muy de cerca; sin embargo, el porcentaje de los estudiantes que declararon haber probado la mariguana fue menor de acuerdo al estudio de 1997, pues este consumo se ubicó en apenas entre uno y 2 por ciento, mientras que el mayor lo ocupó la cocaína.
Señaló que las delegaciones donde más consumo de drogas existe son: Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Benito Juárez y Miguel Hidalgo, y al referirse a los riesgos de éstas, indicó que en el caso de los inhalantes el mayor peligro es el daño cerebral y nervioso, lo que implica un deterioro de la personalidad de los individuos que la consumen.
Añadió que la cocaína produce dependencia, lo que obliga a quienes la consumen a utilizarla de manera regular, por lo que los daños en su salud son evidentes en lo que se refiere a las alteraciones físicas y nutricionales.
Agregó que aunque las drogas sintéticas, como las mentafetaminas, no es común que las consuman los estudiantes de la ciudad de México, la existencia de éstas no deja de ser preocupante pues contienen sustancias químicas altamente tóxicas, las cuales pueden producir hepatitis tóxica y alteraciones cerebrales irreversibles.
El funcionario dijo lo anterior durante una conferencia de prensa en la que dio a conocer que en el marco de la campaña de invierno 1999-2000, la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno capitalino atendió diariamente, en promedio, a mil 334 personas indigentes.
Indicó que 80 educadoras del DIF-DF desarrollaron acciones preventivas de salud dirigidas principalmente a niños y niñas de la calle, y el FINCA detectó, a través del trabajo realizado por 16 "tutores", poblaciones en riesgo en los puntos donde se localizan grupos importantes de niños y jóvenes.
Dijo que durante este periodo se brindaron 8 mil 821 consultas médicas en albergues y 5 mil 882 en unidades móviles, así como 3 mil 858 consultas odontológicas. Además, se entregaron 4 mil 334 medicamentos, 14 mil 846 piezas de ropa y 803 cobijas, y se aplicaron 861 vacunas.
Durante la conferencia, Vélez Barajas se refirió al estudio del DIF sobre los niños trabajadores, e indicó que la cifra 14 mil 300, entre niños y niñas en situación de calle, incluye a los menores que trabajan en supermercados como cerillos o empacadores, y a los que laboran en diversos espacios públicos, como cruceros y mercados.
Indicó que el hecho de que este estudio refleje que no llegan a mil los niños que viven en la calle y que no cuentan con ningún vínculo familiar no implicará una modificación en la política de apoyo del gobierno local a estos grupos, pues cuando inició la actual administración se contó como marco de referencia un estudio anterior del DIF, UNICEF y del entonces Departamento del Distrito Federal, el cual señalaba la existencia aproximada de 13 mil niños trabajadores, lo que contrasta con la cifra de 14 mil 300 que dio un estudio del DIF dado a conocer recientemente.