PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz
Votos en el ciberespacio

Ť Elecciones por la red digital Ť El sufragio por internet es todo un éxito en EU Ť De mapaches electorales a hackers del IFE Ť El EZLN en la guerrilla cibernética Ť Lavado de dinero por la red

Si se agobia con la guerra informativa de los medios electrónicos o con los insistentes flash noticiosos o los sesudos comentarios de algún periodista-político o viceversa, no dude en apagar la radio o la televisión y métase a navegar por internet hasta perderse en un mar de estupideces... por suerte y hasta se encuentra con el www.politicsonline.com y se entera -como me ocurrió- que un juzgado federal de Estados Unidos autorizó el voto por la red, y la histórica resolución del juez Paul Rosenblatt mostró que "hay millones de personas que quieren participar en política y que preferirían hacerlo por la red digital", según la prospectiva de expertos de Politics Online, la empresa que hizo posible que el pasado 11 de marzo unos 35 mil electores votaran vía internet en las primarias del Partido Demócrata en Arizona. Se informa que el voto por la red fue el gran vencedor en esos comicios internos, en los que -valga recordar- ya no se decidía nada, pues el vicepresidente Albert Gore ya se había quedado sin adversario por la candidatura de su partido a la Casa Blanca, con la renuncia del basquetbolista Bill Bradley a la competencia, luego de la derrota del supermartes, el 7 de marzo. Y en las primarias del estado de Arizona se recibieron 76 mil votos, 35 mil circularon por el ciberespacio. Pasa en la vida cotidiana del país de Mickey Mouse: para algunos octogenarios demócratas el voto por la supercarretera representó su primera experiencia frente a una PC.

Si en la nación del libre mercado y la democracia de verdad los demócratas dieron un paso histórico, por qué no imitarlos acá, donde tantos nos afanamos por avanzar hacia una democracia real. Claro, podrán decir algunos, el voto por internet sería selectivo, pues en México sólo unos cuantos (Ƒ2 millones de electores?) tendrían acceso a una computadora personal en su hogar, la oficina o la escuela. Le cuento que un grupo denominado Proyecto para la Integridad del Voto (PIV) protestó por la iniciativa del Partido Demócrata de Arizona y criticó la resolución judicial. Denunció la ONG que abrir un proceso electoral a la participación digital resulta "discriminatorio para las minorías raciales". Y el juez Rosenblatt resolvió a favor del voto por internet, aunque en el texto de la sentencia aceptó que podría existir "un foso digital susceptible de convertirse en discriminación racial"... Claro, no pueden cerrarse las puertas a priori a la revolución digital, y si un ciudadano más común que corriente puede hacer compras por internet, lo mismo en una zapatería que en el mercado de valores de Nueva York, si logra inscribirse a la universidad por la red, si hasta puede consultar al cardiólogo por la PC, por qué no facilitar la emisión del voto por la vía digital. La idea no disgustaría para nada al doctor Carlos Almada, mucho menos a su asesor cibernético, Roberto Wong, aquel que se especializó en el Registro Nacional de Electores, y es tan hábil y capaz que nadie le gana en una elección por la vía cibernética. Un ejemplo: las primarias del nuevo PRI en las que Francisco Labastida ganó por šdiez millones de votos!, según el primer resultado del sistema de Roberto Wong.

Como acá en México no es tan válida una resolución judicial en asuntos políticos, un proyecto para permitir el voto por internet tendría que partir de los consejeros del Instituto Federal Electoral o, mejor aún, de una reforma legislativa, estarían los demócratas modernos a buen tiempo para preparar una iniciativa que el Congreso dictaminara y aprobara en su último período de sesiones que, precisamente comienza hoy miércoles 15 de marzo y concluye el 30 de abril. Alrededor de un mes y medio para entretenerse tendrían los señores diputados, sobre todo cuando no se han puesto de acuerdo ni siquiera para una agenda legislativa, mucho menos para el debate de una docena de iniciativa congeladas en San Lázaro y muy urgentes para la marcha del país, según el jefe del Ejecutivo y ciertos sectores como los banqueros y empresarios... El grupo parlamentario priísta y su partido estarían más que interesados en lograr un acuerdo con los líderes panistas en el Congreso para modernizar los procesos democráticos y dar un paso firme en la historia del 2 de julio... Los operadores electorales, aquellos que vulgarmente calificó el Maquío Clouthier como los mapaches, ahora serán los hackers del IFE. Sin duda habrá ahorros en gastos electorales y mayor efectividad para hacer cuadrar las cifras en las actas de la elección. Ni habrá actas, sólo páginas web.

Claro, como la modernidad no lo es todo, la democracia mexicana estaría expuesta a un atentado de los piratas del ciberespacio y, para no ir más lejos, a los hackers del nuevo PRI. Nada remoto, sobre todo si se sabe que los piratas cibernéticos se meten hasta en la computadora de Bill Clinton y, sorpréndase, los zapatistas de Chiapas intervinieron las páginas web del Pentágono, según un despacho informativo de la agencia francesa de prensa, AFP. La información apareció en el semanario Focus de Alemania, y afirma que la guerrilla zapatista habría atacado la página de internet del Departamento de Defensa de EU, a través de ordenadores de la Bolsa de Francfort. Se trata de una revelación de Arthur L. Money, encargado de la misión para la seguridad de los datos del Pentágono. Advierte el experto que "estos ataques de los guerrilleros cibernéticos (así llama a los del EZLN) pueden realizarse desde cualquier sitio... y en internet nadie puede aislarse". Y mucho menos ahora que, según adelanta un diario neoyorkino en su página web, ocho ex ejecutivos y dos veteranos del imperio de telecomunicaciones Craig McCaw unieron sus fuerzas para crear una controladora de internet inalámbrico. Si la acelerada expansión de la banca electrónica da la oportunidad de hacer operaciones de lavado de dinero por internet, la nueva ola tecnológica hará posible votar desde una banca de Chapultepec.

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