JUEVES 16 DE MARZO DE 2000

* Dos menores heridos, por el estallido de un mortero de fabricación doméstica


Estalla un artefacto explosivo en Contreras

* Intensa movilización policiaca en la zona * Las armas quedaron a disposición de la Sedena

Dos menores de edad resultaron con severas lesiones al estallar un artefacto explosivo de fabricación casera en la calle Presa Anzaldo de la colonia San Jerónimo Aculco, delegación Magdalena Contreras.

Inicialmente se informó que en el lugar se encontraban dos morteros y algunos petardos; sin embargo, fuentes de la Procuraduría General de Justicia capitalina indicaron que sólo se trataba de un artefactos fabricados rústicamente para disparar granadas.

Lo que estalló, explicó la fuente consultada, fue un artefacto, también de fabricación casera, llamado iniciador, y que tiene la función de percutir el mortero o granada, pero no se encontró ningún otro explosivo.

El hallazgo generó una intensa movilización policiaca en la zona con personal de la Secretaría de Seguridad Pública, sectoriales y del Agrupamiento Fuerza de Tarea, así como de la Policía Federal Preventiva, cuyas instalaciones se encuentran cerca del lugar.

La menor Vanessa Itzel Ramírez Hernández, de siete años, quien encontró el artefacto y al parecer estuvo jugando con éste, casi pierde la mano izquierda luego de que el estallido le provocó severas lesiones en las arterias del miembro.

Hasta el cierre de la edición, la menor se encontraba en cirugía en el hospital de Xoco, donde médicos especialistas de la institución practicaban una operación de tipo reconstructiva.

Marco Antonio Ramírez, de 10 años y hermano de Vanessa, resultó también con lesiones, pero en los ojos, y continuaba internado en el mismo nosocomio para su valoración médica.

La explosión ocurrió alrededor de las 14:30 horas y una ambulancia de la delegación Magdalena Contreras trasladó a los menores al hospital materno-infantil de la demarcación, donde posteriormente fueron llevados al de Xoco a bordo de un helicóptero Cóndor de la Secretaría de Seguridad Pública.

Policías del sector 42, San Angel, llegaron al lugar, y al notar la presencia de los presuntos explosivos solicitaron por radio la presencia del personal especializado de la SSP, y posteriormente, con apoyo de efectivos de la Policía Federal Preventiva, acordonaron la zona.

Al lugar se presentó el comandante Fausto Gómez Lira, director del Agrupamiento Fuerza de Tarea (Escudo), al frente de 35 efectivos, personal técnico de rastreo equipados con trajes antiexplosivos, un robot y dos perros rastreadores.

Una vez que evaluaron la situación colocaron los artefactos en una manta opresora de explosivos y la trasladaron a bordo de una camioneta suburban a su base en Tláhuac para inspeccionarlos y desactivarlos.

Gómez Lira confirmó que en el lugar encontraron dos artefactos de fabricación casera; sin embargo, aseguró que no representaban ningún riesgo para los edificios aledaños a la zona, entre ellos el de la Policía Federal Preventiva, debido a que se encontraban a considerable distancia de estos.

El jefe policiaco aseguró que aun cuando los explosivos hubieran representado un mayor peligro, el personal de la SSP se encuentra perfectamente capacitado para enfrentar este tipo de situaciones.

Peritos de la Procuraduría General de Justicia capitalina acudieron al lugar de los hechos y la agencia 65 del Ministerio Público inició la averiguación previa 65/291/00-03 por el delito de lesiones.

Los artefactos quedaron a disposición de la Secretaría de la Defensa Nacional. Personal de la PGJDF indicó que de acuerdo con la indagatoria, éstos consistían en dos tubos de acero improvisados, de manera que pudieran lanzar granadas; sin embargo, el informe que entregó la SSP a la dependencia señala que el interior de los tubos se encontraba vacío y lo que explotó fue otro artefacto, también manufacturado rústicamente, que a manera de "iniciador", en caso de que los cañones estuvieran cargados, hubieran servido para activar el proyectil. (Angel Bolaños Sánchez)