JUEVES 16 DE MARZO DE 2000
* El consumo cultural, materia nueva para la Profeco, dice el funcionario
Sandoval: si se interpusiera una queja por doblaje habría que darle seguimiento
* La procuraduría suscribirá hoy un convenio de colaboración con el CNCA
* Aguascalientes y Veracruz, urbes con más cines per capita en México, revela un estudio
Raquel Peguero * No obstante que la Organización de Consumidores de Cine Alejandro Galindo (OCC) se manifestó en contra del doblaje de películas, para la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) éste no afecta, ''hasta donde alcanzo a ver, sus derechos. Lo que nos toca es apegarnos a la ley, pero esa situación habrá que checarla con especialistas, porque es un tema que se ha debatido mucho. A partir del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, habría que reconsiderar algunas cosas sobre todo buscando el beneficio de los espectadores".
Alejandro Sandoval, director de Promoción Cultural y Organización del Tiempo Libre de Profeco, señaló lo anterior y explicó que si ocurriera que se interpusiera una queja por el doblaje, ''procedería su seguimiento y lo que habría que hacer es pedir a los exhibidores que lo avisaran, ya sea a la entrada de los cines o en cartelera, de tal forma que el consumidor tenga toda la información y decida".
Tema novedoso para la Profeco, el doblaje es un punto no incluido dentro de su legislación ni ha realizado estudios al respecto. Su contexto legal va ''en torno de los derechos del consumidor que, en materia de cultura, es como cualquier otro, aunque el mercado cultural sea muy especial y complicado, porque ahí se paga por acceder a una serie de servicios que debemos ver que se cumplan". Estos tienen que ver con las salas, su isóptica, climatización, calidad, higiene, nitidez de imagen y sonido, atención al usuario, puntualidad, decoración, amplitud, precio y estacionamiento, si lo tienen.
Cuando habla de apegarse a la ley, ''me refiero a lo que el espectador debe recibir por comprar un servicio. Suena raro porque Profeco se dedica a verificar electrodomésticos, ropa, un poco las vacaciones, pero al consumo cultural no había entrado porque es una materia nueva. Por eso actuamos con tanto cuidado, no queremos hacer cosas de las que luego debamos retraernos. Somos una procuraduría y debemos ver la mejor manera de procurar la equidad en las relaciones de consumo". Explicó que su tarea no tiene que ver con lo previsto en la ley de cine, pues ''no toca los derechos de los consumidores. Me parece que el reglamento trae un par de artículos al respecto, pero no lo tengo claro. Sé que se ha considerado a los espectadores, ya que son su parte medular".
Para este nuevo ámbito la Profeco realizó, el año pasado, un estudio sobre el servicio de los cines, que es parte de un proyecto más ambicioso que abarca el mercado cultural y para el cual firmará hoy un convenio de colaboración con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. ''Comenzamos con cine porque tiene una incidencia masiva; fue lo que más prendió y son los interesados los que se han organizado ųapuntó Sandovalų. La OCC, con Mónica Beltrán al frente, tomó el toro por los cuernos y lleva la voz cantante. Los apoyamos porque es acorde con las políticas de Profeco, de que el mejor verificador es el consumidor educado. Nos corresponde promover la educación para el consumo, sobre todo en cuestiones culturales que son muy amplias y, dentro de éstas, la exhibición de cine que experimenta gran repunte. Contra lo esperado, el año pasado anduvo por 40 millones de espectadores".
ƑMedio para entretener?
El estudio de la Profeco fue a nivel nacional y se está actualizando. Además del Distrito Federal, se seleccionaron entre 15 y 20 ciudades ''de acuerdo con la presencia que tiene el cine. Hay dos, Veracruz y Aguascalientes, que tienen más salas per capita que cualquier otra urbe del país". No se atrevió a hacer ninguna evaluación, porque no cuenta todavía con los resultados finales. Respecto del DF, aclaró que ''en términos de mercadotecnia ya no es tan vigente porque se remonta a seis meses, pero es interesante por lo que opinan las personas".
Esta capital ocupa el primer lugar en número de establecimientos cinematográficos con 72 salas (18.4 por ciento), y en asistencia (29.3 por ciento). En el ámbito nacional, de los mil 378 cines, 63 por ciento son multisalas y 20.5 por ciento cuenta con una. Para la investigación se entrevistaron 400 personas, con un rango de edad de 15 a 55 años, en las diez delegaciones políticas en las que existen más salas y son representativas de los distintos estratos sociales. En Xochimilco, Tláhuac, Iztacalco y Milpa Alta, no se encontró ninguno.
De acuerdo con el estudio, poco más de la mitad de la población que asiste al cine son mujeres, de entre 21 y 35 años. La mayoría son estudiantes, le siguen los empleados y profesionales; los que menos van son los obreros. El grado de escolaridad es de licenciatura, seguida por el bachillerato ''por lo que se espera sean personas preparadas y de amplio criterio y exigencia". Prefieren, también, acudir acompañados de una o dos personas. Se advirtió que asisten con más frecuencia a Cinemex, porque posee más salas y después a Cinemark que con Cinepolis se consideraron con comodidad de ''excelencia, mientras que Metrópolis deja mucho que desear".
La clase alta es la que más acude al cine, una vez a la semana; la media alta, una vez al mes, y la media baja y baja de manera esporádica. La mayoría de los encuestados fueron de clase media alta, se observó que 20.5 por ciento gasta en la dulcería ųpalomitas y refrescosų y se concluyó que sus precios son elevados. Hubo queja por sonido mal ecualizado y el precio del boleto, pero se vio que ''al cinéfilo no le importa pagar un poco más, con tal de gozar de comodidad, atención y calidad en los servicios". Al usuario le desgradan la falta de boletos, las salas muy pequeñas y los intermedios.
Aparte de la información de cartelera, al público le interesa conocer los precios para programar sus gastos, una breve reseña de las películas, un croquis de fácil lectura de la ubicación de la sala, localidades, horarios disponibles y promociones. Por el contrario, lo que menos les interesa es la información sobre películas culturales, pues ''se ve al cine como medio de distracción y diversión más que como agente cultural".
Sandoval sostuvo que a partir de ese estudio, ''estamos en camino de una buena calidad de exhibición y servicios". Se requiere que muchos participen y la respuesta crece. La semana pasada ''se incrementaron las llamadas ųentre ocho y diezų por el teléfono del consumidor en torno del cine y otros servicios culturales. Esto ha permeado, pese a que no dimos más información. Es cosa de afinar situaciones", concluyó.