VIERNES 17 DE MARZO DE 2000

* El COI se engaña con su costosa agencia para detectar sustancias ilegales


El dopaje sigue ganando la carrera: Kormanovsky

* La mayoría de los atletas se han dopado, no tanto para ganar, sino para recuperarse, señala

Jorge Sepúlveda Marín * El asunto del dopaje está en el mismo sitio que hace algún tiempo, sólo que ahora permanece escondido y cubierto con algunas cosas, pero sigue ganándole la carrera a quienes hablan de luchar en su contra con inversiones millonarias, afirmó el especialista en bioquímica con más de 20 años de trabajo con atletas de alto rendimiento, Alexander Kormanovsky, quien observa el futuro con poco optimismo, pues considera que es casi imposible reducir, y mucho menos aniquilar, ese mal.

Aclara que son sus puntos de vista exclusivamente, emanados de su trabajo por años al lado de los deportistas del llamado alto rendimiento, quienes trabajan en el límite de sus capacidades, con sesiones de 10 a 12 horas que necesariamente los agotan al extremo, y por ende deben buscar una forma rápida de recuperarse y seguir con su trabajo, "ya que se han convertido en profesionales de las actividades físicas".

Insiste en que esos atletas entregados por completo a su deporte necesitan muchas veces doparse, no para conseguir mejores resultados durante las competencias, sino para recuperarse más rápido o para no sufrir cansancio en poco tiempo, "por lo que la gente que hace estudios sobre estos aspectos tenemos la obligación de encontrar una forma de que logren una recuperación lo mejor posible y en corto tiempo. Y debo ser sincero, yo no tengo ninguna fórmula para ello".

Con diversos estudios y ensayos publicados en revistas científicas de varios países, el especialista asegura que la "lucha contra el dopaje es como las guerras en el mundo, se invierten millones de dólares en armamento y si ese dinero se destinara a las carencias de la gente, viviríamos en un comunismo tal que nadie tendría problemas para subsistir.

"Lo mismo pasa con el antidopaje. Se gastan miles de dólares en detectar las nuevas sustancias, y si ese dinero se invirtiera en evitar las razones del dopaje, los atletas con seguridad ya no tendrían la necesidad de usar sustancias prohibidas", puntualiza.

Critica al Comité Olímpico Internacional (COI) porque gasta mucho dinero en la nueva agencia antidopaje, pero lo que en realidad hace es engañarse a sí mismo y a la gente, porque en el tiempo que se tardan en descubrir las nuevas sustancias ilegales y en castigar a los atletas, los demás investigadores van un paso adelante en crear más y más.

Desde su punto de vista, difícilmente algún atleta destacado está exento de haberse dopado, pero "ellos no son tan culpables; tienen el derecho de decir que viven del deporte y pueden usar lo que esté a su alcance para alargar su carrera deportiva, aunque a la larga les hará daño necesariamente.

"Con la experiencia que tengo, les puedo decir que en este momento ya hay otras sustancias y que cada vez los antidopajes serán más minuciosos y, por lo mismo, más caros, hasta llegar quizá a los mil dólares o más, lo que pocos países podrán o querrán pagar, ya que hay otras prioridades en las que se debe invertir".

Para terminar, apunta que ha estado tres o cuatro veces con el equipo mexicano de caminata del profesor Jerzy Hausleber, en Bolivia, y francamente está sorprendido, ya que entrenan a más de 4 mil 500 metros de altura, y logran adquirir una envidiable condición deportiva sin usar nada ilegal. Ese sí es trabajo.