VIERNES 17 DE MARZO DE 2000

* DINERO

* La noche de El Tigre
* Silvia Pinal, amores
* Bill Gates, Windows

 

* Enrique Galván Ochoa *

 

Algo tiene la muerte que transforma el recuerdo de los que se han ido. No hay ceremonia fúnebre en la que alguien se queje del desaparecido. Nuestros juicios, con frecuencia críticos, se vuelven misericordiosos. 'Era muy buena persona, buenísima onda', solemos decir. No fue esto exactamente lo que sucedió la noche del miércoles, fue mucho más. Al ser presentado el libro El Tigre Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, la biografía no autorizada del tycoon que falleció hace ya casi dos años, cuyos autores son los reporteros Claudia Fernández y Andrew Paxman, se olvidaron los aspectos de su contradictoria personalidad que fueron tan criticados cuando vivía para abrirle paso a un gran Tigre, el gran empresario, el gran mexicano, el súper amante, el superdotado.

 

La Pinal

'Oye mujer, ponte unos discos Ƒno?, le habría dicho (El Tigre a Silvia Pinal, uno de los muchos amores de su vida) una tarde que descansaban juntos, a lo que ella reviró: 'No soy tu criada, pónlos tú', narra la biografía de inagotable interés. Más adelante agrega: 'Emilio no le era fiel a Silvia y ella lo sabía. Le atraían especialmente las extranjeras ųactrices y cantantesų, casi siempre estadunidenses que visitaban Televicentro para actuar. La excusa que empleaba para salir con ellas era que tenía la obligación de ver que las invitadas estuvieran bien atendidas'. El final de su relación con la Pinal llegó cuando estaba en Monterrey, en la gira del musical Ring-ring llama el amor. Sonó el teléfono y era Emilio invitándola a Acapulco. Asistiría al funeral de su romance; le anunció que se casaría con Pamella de Surmont, la francesa.

 

Fantasías

Estaba lleno el salón. Si los asistentes esperaban conocer detalles más íntimos o tortuosos de los que relata el libro resultaron defraudados. Los presentadores, Ricardo Rocha y Fátima Fernández, no enfocaron por ahí sus baterías. Rocha ųquien de seguro sabe muchoų se portó como un señor; trató a su ex jefe con cariño y respeto. Sospecho que al final muchas personas se retiraron con la cabeza llena de fantasías, algunas pensando que les fascinaría vivir una vida como la de El Tigre. A otras tal vez les hubiera gustado escribir la espléndida biografía que lleva la firma de Claudia y Andrew.

 

Tenemos un e-mail

Leí en tu columna que comparabas en cierto modo a Patagon con Bill Gates y Microsoft, sólo que lo que comentas es un tanto distinto a la realidad. Gates no desarrolló el Windows en su cochera. Gates era un estudiante universitario que hizo una versión de Basic que podía correr en ciertas computadoras personales de aquel tiempo. Después de dejar la universidad para dedicarse a cosas más rentables relacionadas con el software y fundar Microsoft, decidió comprar los derechos de un sistema operativo creado por otra compañía, que rebautizó como MS-DOS, y logró que IBM lo adoptara para incluirlo en las primeras PC. El éxito de las PC arrastró consigo a Microsoft, que ya era muy grande cuando desarrolló Windows, y creció hasta donde la conocemos por el furor que causó este programa, dejando atrás a otros mejores, como las Apple que no supieron entender el boom.

Daniel García Montes

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