SABADO 18 DE MARZO DE 2000
Ť Niega que su renuncia al PRI-DF se deba a diferencias con el candidato
Aguilera desmiente choque con Silva Herzog
Ť Confirma que contenderá por un escaño en el Senado Ť Oficial: Levín Coppel entra al relevo
Teresa Gómez Hernández Ť Al anunciar oficialmente su renuncia como presidente del PRI capitalino, Manuel Aguilera Gómez desminitió que su separación del cargo se deba a presuntos enfrentamientos con el candidato tricolor a jefe de Gobierno, Jesús Silva Herzog, sino a su decisión por contender por un escaño en el Senado.
Mi renuncia, dijo, no significa "ni abandono ni olvido". Simplemente, agregó, "soy el segundo del ejército de priístas que habremos de salir a las calles a solicitar el voto de los ciudadanos".
De acuerdo con los estatutos del PRI, su lugar será ocupado por Oscar Levín Coppel, hasta ayer secretario general del PRI, quien seguramente será ratificado como nuevo presidente en el consejo político de este partido, que se llevará a cabo el próximo miércoles y en donde se darán a conocer los procedimientos de postulación de candidatos a jefes delegacionales en las 16 jurisdicciones políticas.
En el marco de los trabajos de la comisión para el proceso de candidatos a senadores, Aguilera advirtió que los adversarios del PRI apostaron a la fractura y a una especie de lucha fraticida por incomprensión o por falta de profesionalismo político, pero también "por la acción que pretendió invariablemente el gobierno de la ciudad y su partido de presionar a nuestros dirigentes y militantes políticos"
El ahora candidato al Senado negó que su postulación se deba a los reacomodos que últimamente ocurren en su partido, sólo que consideró que no puede ser ni juez ni parte de un proceso. Admitió, además, que el factor monetario es el principal pendiente que heredará a Levín Co-ppel al frente de este instituto político.
Aguilera advirtió que en estos tiempos su partido no puede tener la seguridad del triunfo, pues actualmente "nadie se puede ostentar como una fuerza política capaz de ser aplanadora, eso ya no existe".
Durante la reunión celebrada en el auditorio Rodolfo Sánchez Taboada del PRI-DF, el ex presidente del tricolor en la capital aseguró en reiteradas ocasiones que en su partido no existen fracturas.
Pero aceptó que los problemas internos, los cuestionamientos y las impugnaciones, incluso de su propia dirección y de algunos militantes de base, "son un fenómeno que debe ser entendido en esta vida política, sobre todo tratándose de las jefaturas delegacionales en las que se produce un ánimo a veces exacerbado".
Una frase ya conocida, porque así la citó Levín Coppel en la toma de protesta de Rosario Robles, utilizó Aguilera para advertir que su partido es "el primero que enfrenta cara a cara a un gobierno autoritario, que gobierna con el Código Penal en una mano y en la otra con el Libro Rojo de Mao".