SABADO 18 DE MARZO DE 2OOO

* En Veterinaria delineó los términos del congreso


Entre jaloneos y gritos, paristas exigen diálogo a Narro Robles

* Las conversaciones deberán darse con toda la comunidad, dijo

Karina Avilés y Georgina Saldierna * En un encuentro con la comunidad de la Facultad de Veterinaria, al término del cual fue vituperado y agredido, el coordinador para la reforma universitaria, José Narro, afirmó que el diálogo debe darse con "el conjunto de la comunidad", y que en el congreso habrá que analizar la administración de la UNAM que permita "avanzar en un proceso de descentralización", sin que ello implique la desintegración de la misma.

En el auditorio Pablo Cierol, el cual estaba totalmente lleno, fue cuestionado por tres estudiantes, y posteriormente, alrededor de 20 paristas le bloquearon el paso para que respondiera, entre otras preguntas, si habrá o no diálogo con el CGH, el funcionario dejó claro que las conversaciones deberán darse con el "conjunto de la comunidad".

Narro delineó en términos generales el congreso universitario, y exhortó a la comunidad a generar las mejores condiciones para que éste se pueda realizar "en el menor tiempo posible". Señaló que en ese espacio se discutirá, entre otros temas, los órganos de gobierno y representatividad de los mismos, la relación de la UNAM con la sociedad y el proceso de ingreso y permanencia de los estudiantes.

Manifestó que en la comisión organizadora del congreso ųcomo lo señala la propuesta institucionalų existe un espacio para el CGH. En ese sentido, confió en que al integrarse dicha comisión el consejo estudiantil designe a sus representantes.

Al término de su exposición, el primero en tomar la palabra fue el alumno Ernesto Almada, quien le preguntó: "Ƒsabía usted que el artículo tercero constitucional señala que toda la educación que imparta el Estado será gratuita? ƑSabía usted que cuando se creó la UNAM por decreto, Justo Sierra dijo que es una institución del Estado, que no se trata de una universidad independiente y que es un órgano del gobierno para la adquisición de los altos conocimientos y que debe ser gratuita? ƑSe sentarán de nuevo al diálogo?".

Cuando iba en la quinta pregunta, la mayoría de los asistentes se molestó en coro: "šAy ya, sshhhhhh, ya cállate!", se oyó en el auditorio.

Almada señaló que le faltaban dos preguntas. Y Narro accedió a que prosiguiera, y remató: "ƑPor qué no se incluyó en el plebiscito la pregunta estás de acuerdo con la entrada de la PFP para violar la autonomía universitaria? ƑPiensan hacer el congreso con universitarios presos?".

José Narro le respondió: "sí conozco el artículo tercero, y por supuesto que yo creo que uno de los grandes temas es el del financiamiento, y dentro de éste, lo que representa y significa la gratuidad en nuestra institución. Por supuesto que conozco muy bien el discurso de Justo Sierra; y en uno de los pasajes señala también que la universidad tiene que estar muy comprometida con las causas sociales".

Posteriormente, un profesor emérito de la facultad llamó la atención del auditorio para manifestar el respeto a quien tome la palabra, lo que hizo un silencio breve en el auditorio. Después, otro alumno de nombre Jorge le preguntó a Narro: "ƑSe regresará al diálogo con el CGH, sí o no?".

Al cuestionamiento, José Narro manifestó que el pliego del CGH fue respondido en cada uno de sus puntos, y "el diálogo debe darse con el conjunto de la comunidad".

Al término de la exposición, Narro enfatizó que el congreso deberá ser "fundamentalmente" académico, incluyente, representativo, participativo y abierto. Expresó que los tiempos de su realización serán definidos por la comisión organizadora y el Consejo Universitario.

Rodeado por estudiantes de diferentes planteles y reporteros, el coordinador para la reforma avanzaba lentamente hacia la puerta de salida, cuando se acercaron aldedor de 15 huelguistas. Uno de ellos le gritó: "šEstúpido, estúpido!". Mientras que el resto le reclamaba: "šdiálogo, diálogo, diálogo! šPresos políticos, libertad! ƑA qué le tiene miedo señor?, queremos diálogo".

José Narro seguía su paso rumbo a un automóvil Stratus que lo esperaba en el estacionamiento. En medio de la nube de reporteros y de los paristas, una joven lo jaloneó del brazo para detenerlo. Narro volteó, ya enojado, y le dijo: "šNo me jale!".

Cuando ya estaba adentro del automóvil, una valla de cerca de 10 huelguistas le impidió el paso. Entonces descendió del automóvil para irse caminando.

Afuera del estacionamiento, una camioneta Ram roja lo esperaba. Narro logró subir a ésta y la escena se repitió. Cerca de 10 huelguistas se colocaron enfrente para impedir el avance del vehículo. Comenzaron a dar manotazos en el cofre pidiéndo diálogo, mientras que la camioneta avanzaba en contra de los estudiantes. "šVean medios, nos están atropellando!", gritaban. Finalmente, la camioneta pudo salir.