La Jornada sábado 18 de marzo de 2000

Luis González Souza
Voces transfronterizas

Sanear, enderezar la relación de México con Estados Unidos. Esa nos parece una tarea ya ineludible en cualquier nuevo proyecto de nación. Mismo que sigue brillando por su ausencia en las, eso sí, cada vez más aguerridas y omnipresentes campañas electorales. Lo que de suyo confirma que el saneamiento de la vecindad sólo podrá realizarlo la ciudadanía de ambas naciones. Valga decir, la sociedad civil binacional o transfronteriza.

Para ello, sin embargo, es necesario impulsar una comunicación constructiva, desprejuiciada. Antes que nada, comunicación entre las sociedades de los dos países y, enseguida, con los obligados a escucharlas e inclusive a obedecerlas, es decir, los gobiernos. Así es como apreciamos y participamos en el proyecto binacio- nal "Voices/Voces", organi- zado por el Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), con sede en la ciudad de Mëxico, y por Global Exchange (Intercambio Global), con sede en la ciudad de San Francisco, California.

Con ese espíritu y bajo dicho proyecto, del 8 al 15 de este mes sostuvimos una serie de reuniones y confe-rencias en EU. Primero en Washington D.C., epicentro de las relaciones políticas, y luego en Los Ange- les, epifoco de sus im- pactos sociales y culturales sobre la población de origen mexicano.

Nuestros interlocutores fueron de lo más variado, igual que sus enfoques y sus preocupaciones.

Por ejemplo, en medios legislativos y gubernamentales (Departamento de Estado, Consejo de Seguridad Nacional) resultó notable cierta complascencia, Ƒo complicidad?, en relación con las políticas del go- bierno mexicano. No faltaba más. El TLC, los préstamos-salvavidas y los blindajes financieros, Ƒpara qué están si no para garantizar la continuidad de esas políticas? Pero quedaron dudas sin respuesta: si todo en México va tan bien, Ƒpor qué entonces tantas exigencias y presiones de la potencia vecina? Además, Ƒno iba también de ma-ravilla, el globo de la modernización sali-nista? ƑAcaso el globo zedillista es de un gas distinto?

Reflexiones más sofisticadas, pues para eso existen esas instituciones, las percibimos en nuestros encuentros con un buen par de "tanques de pensamiento": en Washington, la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS, por sus siglas en inglés) y en Los Angeles, el Consejo del Pacífico sobre Políticas Internacionales, también autodenominado "el socio occidental" del poderosísimo Council on Foreign Relations, localizado en Nueva York. Situados entre los mundos de la política abierta y de la academía pura, aquí el mayor interés pareció girar en torno a la limpieza de las próximas elecciones en México. En particular, sobre los preparativos del IFE para asegurar esa limpieza.

El interés en el México abajeño pero decisivo (Chiapas, UNAM, El Mexe, el SME, Poder Ciudadano) más bien asomó en nuestros encuentros con medios de información y, sobre todo, con agrupaciones civiles u organismos no gubernamentales. Y es que estos últimos son los más pegados a la tierra, al subsuelo de los necesitados. Lo que otros ven como la bella montaña mexicana de la normalidad democrática, la ciudadanía más conciente alberga serias y razonables dudas sobre un volcán disfrazado de montaña.

También por lógica es en la sociedad civil estadunidense donde más se siente el manantial de la solidaridad internacional. Vaya, en las oficinas de la Coalición pa- ra los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Angeles (CHIRLA) inclusive nos reunimos con protagonistas de una alianza entre trabajadores de México y... šde Corea!

Y ello en una zona tapizada de comercios y patrones coreanos.

Con ese buen sabor concluimos el viaje, lo mismo que esta crónica o rendición civil de cuentas, si se prefiere. Proyectos como "Voices/Voces" sin duda lograrán traspasar las fronteras de la comunicación.

Pero también habrá que traspasar las fronteras del racismo, de la desigualdad impúdica, del mesianismo estadunidense, de la subordinación mexicana y, en una palabra, del sadomasoquismo de las cúpulas gobernantes en EU y en México.

Habrá que transitar de las voces, a los mandatos transfronterizos de la sociedad. Sí pues: que de algo bueno sirva la mentada globalización.

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