DOMINGO 19 DE MARZO DE 2000
Ť Informe del DIF
En promedio, 14 mil menores trabajan 8 horas diarias
En la ciudad de México, 14 mil 322 niños de entre seis y 17 años tienen que trabajar un promedio de ocho horas diarias para su supervivencia y la de su familia, debido a la pobreza en que viven, lo que implica, en la mayoría de los casos, abandonar la escuela, se destaca en un estudio realizado por el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia.
Los motivos para la incorporación al trabajo son tres, básicamente: ayudar a la familia, autosustento y por obligación. Su estacionalidad puede ser en vacaciones, temporadas, fines de semana o todo el año.
El destino de los ingresos se dividió en empacadores de supermercados, donde se desenvuelven unos 3 mil jóvenes, quienes gastaron su dinero en ropa, útiles escolares y comidas; los que trabajan en espacios públicos lo destinaron a comida, ropa y gastos de la casa; mientras, los niños de la calle, lo usaron en comida, droga y ropa.
El estudio realizado por el DIF-DF destaca que la mayoría de los niños combina el trabajo con el aprendizaje, aunque existen diferencias de acuerdo con la edad y categoría de menores; pero los niveles de escolaridad son similares a la media nacional, que es de 7.2 años de educación.
Con base en sus resultados, 37 por ciento de los menores de seis a 17 años que estudian son alumnos regulares; aunque la proporción de rezagados es mayor a la que se observa en otros estudios y el nivel más alto de deserción se presenta en el grupo de adolescentes.
No obstante, destaca que las causas de deserción escolar en los empacadores fue su situación económica, problemas escolares y problemas familiares. En los niños que trabajan en espacios públicos fue principalmente por causas económicas, mientras en los niños de la calle por problemas escolares y familiares.
El documento señala asimismo que su salud y nutrición no son nada favorables, pues se enferman con mayor frecuencia que los que no trabajan, entrando al círculo vicioso de enfermedad-malas condiciones de vida-enfermedad, que agrava sus condiciones de vida y a futuro.
Los datos obtenidos en esta investigación servirán para planear y aplicar políticas adecuadas para apoyar a estos niños y tratar de llegar al núcleo del problema, que es la familia, para otorgarles una vida digna y mejores perspectivas. (Laura Gómez Flores.)