DOMINGO 19 DE MARZO DE 2000

* Ayer realizó una marcha del Monumento a la Revolución al Zócalo


Anuncia el Consejo General de Huelga la reactivación de su lucha

* La libertad de estudiantes presos y el cumplimiento del pliego petitorio, principales demandas

Alma E. Muñoz y Fabiola Martínez * Integrantes del Consejo General de Huelga (CGH) y de diversas organizaciones sociales que conforman el llamado Consejo Nacional de Lucha, marcharon ayer del Monumento a la Revolución al Zócalo de la ciudad de México para exigir la libertad de ''presos políticos'' en todo el país y por la defensa de la educación pública y gratuita. A lo largo de la movilización, en la que se calcula participaron cinco mil personas, no ocurrió ningún incidente.

En el mitin, el CGH anunció que reactivará su lucha a través de nuevas movilizaciones en el transcurso de la semana, entre las que se incluye la toma de la dirección de la Facultad de Derecho el próximo lunes.

Desde el Reclusorio Norte, los universitarios presos insistieron en su llamado a los activistas a evitar la negociación de su libertad a cambio de ceder los siete puntos del pliego petitorio. ''Por nosotros, no se sacrifiquen'', expresaron.

Leticia Contreras y Elizabeth Díaz de León, las únicas alumnas de la institución que continúan presas, convocaron a sus compañeros ųvía telefónicaų a mantener la resistencia para conseguir el cumplimiento a sus demandas.

Y les recordaron que en la UNAM no puede haber normalidad porque ''es un polvorín de inconformidades y resistencia. Unamos todos el descontento y traduzcámoslo en resistencia para derrotar al gobierno y a todo su corrupto sistema. Se han cansado de decir que el CGH es antidemocrático, cuando ellos (las autoridades) no escuchan la voz del pueblo que pide a gritos un cambio radical, una democracia verdadera y un país que sea realmente de todos los mexicanos''.

El movimiento estudiantil se hizo eco del llamado de sus compañeros presos, y mediante la lectura de un documento de cinco cuartillas se pidió a las organizaciones asistentes a la movilización ''cerrar filas para detener la escalada represiva del gobierno''.

 

Nada está resuelto, dijeron

 

A punto de cumplirse 11 meses de que estalló la huelga en la UNAM ųque finalizó con la intervención de la Policía Federal Preventiva en febrero pasadoų, manifestaron que ''nada está resuelto'' respecto de las pretendidas reformas universitarias que dieron origen al conflicto, y amenazaron con mantener sus acciones de protesta, '''pese a las amenazas de sanciones y levantamientos de actas'' en su contra ante el Tribunal Universitario y las procuradurías General de la República o del Distrito Federal.

''El lenguaje severo y hasta los gritos de directores y funcionarios ya no intimidan; sus hipócritas discursos conciliadores y de supuesta colaboración para la libertad de nuestros compañeros presos, ya no engañan; todos sabemos bien que son ellos quienes los mandaron encarcelar y hacen todas las gestiones para que algunos permanezcan tras las rejas'', expusieron.

Se los advertimos, precisó la vocera en turno, ''no habrá ningún congreso universitario mientras haya presos''. El CGH, sostuvo, ''continúa en pie de lucha, ésta no la para nadie y les recordamos que la represión sólo agrava el conflicto''.

En la movilización, que partió con retraso de una hora, fue numeroso el contingente de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Prevaleció la consigna de libertad para los presos de la UNAM y solución a los siete puntos del pliego petitorio del CGH.

La marcha de ayer fue oportunidad para  La columna estudiantil a su paso por avenida Ju‡rez n Foto: JosŽ Antonio L—pez que las diversas organizaciones participantes difundieran sus propios conflictos. Los maestros expusieron su demanda de incremento salarial y reiteraron la advertencia de una posible disolución de la sección 10 del SNTE. Indígenas zapotecos pidieron la libertad de 87 presos de la región Loxicha, de Oaxaca, y los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional exigieron se detengan las ''agresiones de grupos de choque y porriles'' en la Vocacional 7.

En su recorrido, los manifestantes hicieron algunas pintas en comercios del Centro Histórico. Sólo les tomó 30 minutos llegar a su destino. Y en las calles de la zona, las consignas se repitieron a gritos: ''šPresos políticos, libertad!''; ''subversivos, rebeldes, zapatistas, en Conta, en Conta, sí hay huelguistas''; ''la UNAM no se vende, la UNAM no se da, porque tiene estudiantes con mucha dignidad''.

Al frente se colocó una manta con fondo negro, que mostraba las figuras de dos personas rompiendo cadenas entre el escudo de la UNAM. Las alas del águila se convertían en fuego. Como es costumbre desde que ingresó la Policía Federal Preventiva a las instalaciones universitarias, los padres de familia se colocaron a la vanguardia de la movilización, seguidos por los estudiantes. Sin embargo, ahora estuvieron acompañados por una veintena de indígenas zapotecos, cuyos familiares presos son acusados de pertenecer al Ejército Popular Revolucionario.

Detrás caminaron pequeños grupos de la UAM, el IPN, la UPN, la Corriente Democrática del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana y los más de dos mil maestros de la CNTE. Todos portaban mantas en contra de las privatizaciones.

En cuanto llegaron al Zócalo, los manifestantes se apostaron frente a Palacio Nacional para repetir las demandas que dieron origen a la protesta convocada por el Consejo Nacional de Lucha: ''Contra las privatizaciones neoliberales; libertad a los presos políticos y de conciencia en todo el país y presentación de los desaparecidos; por la defensa de la educación pública y gratuita; contra la represión y militarización en el país'', además de exigir la renuncia del rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente.

Cinco minutos después, el grueso del contingente entró a la explanada y los estudiantes utilizaron las gradas que el gobierno capitalino colocó para el Carnaval de la Primavera 2000, que se realizará este día.

En ambiente festivo gritaron consignas, brincaron, hicieron la ola y prestaron poca atención a los oradores del mitin. Esto se debió en parte a la falta de un aparato de sonido potente, al ruido con el que los vendedores ambulantes anuncian sus mercancías y hasta los caracoles y chirimías de los danzantes tradicionales del Zócalo. Mientras se acomodaban en las gradas, corearon: ''El que no brinque es porro, el que no brinque es porro''... ''la ola, la ola, compañeros''... ''échense una huelga"... ''huelum, huelum", arengaban sin coordinación. A tal grado, que sólo una parte pudo entonar el Himno Nacional.

Los oradores se esforzaban por hacerse oír, pero los altavoces les resultaban insuficientes, por lo que sólo quienes estaban a un par de metros de distancia de la camioneta que para el efecto prestó la Sección 18 del SNTE, pudieron captar los mensajes.

 

Minuto de silencio

 

Pese a todos estos inconvenientes, los activistas se organizaron para recordar con un minuto de silencio a los estudiantes muertos a lo largo del conflicto: Renato Bonola Leyva, del CCH Naucalpan, quien fue atropellado cuando se dirigía a una marcha, y Martha Alejandra Trigueros, del CCH Oriente, quien falleció después de participar en la movilización del 23 de abril.

De entre los mensajes que se leyeron, resaltó el de un grupo de reos de la penitenciaría de Santa Martha Acatitla, donde se incluyó el nombre de José Antonio Palacios Marquina ųquien arrojó en 1986, durante un desfile del Día del Trabajo, un petardo a los balcones de Palacio Nacionalų, alertando sobre el peligro del encarcelamiento para todos aquellos que se oponen al Estado. ''Seguimos siendo incómodos, por eso el gobierno nos persigue. Nos cercan, nos encarcelan, nos torturan y nos matan'', pero estamos en una lucha justa ''por la paz, la justicia, la democracia, las libertades políticas, vida y trabajos dignos''.

En tanto, en Ciudad Universitaria, se observó relativa calma después de que los paristas cerraron, un día antes, algunas oficinas administrativas y direcciones para exigir la libertad de sus compañeros presos en el Reclusorio Norte.