MIERCOLES 22 DE MARZO DE 2000

Ť Pizarrazo oficial para rodar Su Alteza Serenísima


Más que preceder, debo ir al paso del personaje: Cazals

Ť Busco probar que Santa Anna fue el reflejo de su tiempo, dice

Raquel Peguero Ť Para Felipe Cazals ''todas las interpretaciones sobre Antonio López de Santa Anna son infinitas y múltiples y, al estar en la boca del lobo, me doy cuenta de una responsabilidad dramática e histórica que me hace sentir que debo acompañarlo y observarlo con mucho cuidado antes de presentar un juicio. La puesta en escena es una forma de juicio; organizar el desarrollo de los acontecimientos, dar preferencia a ciertas cosas es una forma de calificar. Ahí es donde está, hoy día, lo delicado de este asunto".

Por eso decidió ser ''más modesto y caminar, si se puede decir así, al paso del personaje y no irlo precediendo, una actitud presuntuosa en la que uno cae al principio pero se desvanece conforme se filma porque se advierte el tamaño, la amplitud y lo complejo de la empresa".

Su Alteza Serenísima es el título de su película número 20, con la que Cazals regresa detrás de las cámaras después de nueve años. Luego de más de un año de espera y algunos desaguisados con la administración anterior del Instituto Mexicano de Cinematografía, comenzó su rodaje el pasado 6 de marzo -concluirá el 16 de abril- y ayer fue dado su pizarrazo oficial en la locación del centro de esta ciudad que recrea la casa de Santa Anna, en la que transcurrieron sus últimos tres días de vida, el lapso que cuenta en esta cinta el director de Canoa y cuyos pormenores ya informamos (La Jornada, 13/XII/ 99).

El general en su jaula

Cazals explica que ésta no es una película histórica, pues ''lo que busca es mostrar cómo Santa Anna nunca fue una caricatura de sí mismo, sino el reflejo -como bien dice Agustín Yáñez- de su tiempo, de una sociedad y de las convulsiones de un país, que en el siglo pasado pasó por todas las etapas imaginables".

Protagonizada por Alejandro Parodi y Ana Bertha Espín, Su Alteza Serenísima comenzó ensayos desde principios de enero. ''A partir de ese momento -señala el director- los personajes cobraron vida propia y, como suele suceder, empezaron a escapárseme de la mano porque al moverse, hablar, corregir sus textos, darles su énfasis, hacen que siga puliendo la película, pero al mismo tiempo que sea cada vez más de ellos".

Santa Anna, como personaje, se le ha vuelto cercano, ''pero también más complejo de como lo escribí porque en el escritorio sentí, en algunos casos, que reaccionaba como un viejo senil, cascarrabias, cuyos altibajos obedecían a razones dogmáticas para hacer avanzar la historia. Ahora, en la piel de Parodi, con las rectificaciones e intenciones que le da aparece otro personaje. Se parece al que escribí, pero a veces me le quedo viendo a Parodi y le digo: 'y esto de dónde se te ocurrió', y responde, es lo que sintió en ese momento. Esa es la maravilla del cine". Contento, asegura que Ana Bertha Espín, con mucho, ''se ha transformado en la flor de México, lo que me genera una nueva comprensión del personaje, porque éste ya existe; ahora vive, camina, circula y la abstracción del guión ha desaparecido".

-La locación es tan maravillosa como agobiante...

-Sobre todo si sabes lo que aquí sucede, pero es el entorno que corresponde a los Su_alteza recuerdos del general. Es agobiante porque es una prisión y ahí es donde está el quid de la película. Con los sets listos me di cuenta que el general está enjaulado, cosa que no era fácil percibir cuando el guión era sólo eso. Está cabrón, porque un dictador, un sátrapa, un hombre tan avezado y astuto, al final de sus días está atrapado en una jaula. Es una imagen vista por él mismo y es muy difícil de digerir. Bien dice el asunto: el valeroso general es un traidor a la patria o un anciano decrépito y mentiroso, porque Ƒqué es la historia? Santa Anna dice que la historia es quien la escribe y, en mi película, intenta recordar de qué manera la escribió, pero ya no lo tiene muy claro, porque está preso en una jaula. Por eso tengo que caminar a su lado y no atreverme a precederlo, porque ahí me puedo equivocar.

-ƑY el ogro de Cazals está encerrado o ya se liberó en el set?

-He envejecido bien. Mis colaboradores están sorprendidos de que no ha habido momentos de irascibilidad como usualmente tengo. Soy mas dueño de mis conocimientos, de mi experiencia, más paciente. No puedo afirmar que todo va a ser perita en dulce, pero no estoy tan presionado. Me siento complacido con la colaboración de mi gente y, como siempre: Hay unos que van al siquiatra y, otros, a los que nos pagan por hacer películas. No me puedo quejar.