JUEVES 23 DE MARZO DE 2000
* El vate canadiense ofreció una lectura de su obra en Casa Lamm
Buscar en la oscuridad y descubrirnos la otra mitad del mundo, deber del poeta: Martel
* En la sesión estuvo acompañado por su colega mexicano Hugo Gutiérrez Vega
Angel Vargas * La función de la poesía es develar aquello que nunca nadie ha visto, pero que representa la noche de todos, sustenta Emile Martel: ''El poeta busca en la oscuridad lo que es parte de nuestra vida cotidiana y no vemos, para descubrirnos la otra mitad del mundo. Su deber es decir instantáneas con las palabras, como el fotógrafo captura imágenes de las tinieblas con la ayuda del flash".
Originario de Quebec, Canadá, el poeta y traductor realiza una visita fugaz a México. Anoche ofreció una lectura de su obra, en una sesión en la que participó su colega mexicano Hugo Gutiérrez Vega, en la Casa Lamm.
Diplomático de carrera, Martel es catedrático en las universidades de Alaska y de Victoria, además de presidir el Centro Quebequense del PEN Club International. Ha publicado 14 volúmenes de poesía y de ficción, así como diez de traducción, ocho del español al francés y dos del inglés al francés.
Más sentimientos y más alma
ųƑCuál es la relación de la literatura quebequense con la del resto del continente?
ųEs una literatura que debe ser vista dentro de dos contextos: el francófono, porque está escrita en francés, y el americano, por pertenecer a este continente. La originalidad de la narrativa quebequense es que representa una alternativa a la proveniente de Francia. Es decir, no hablamos de una literatura francesa escrita en Canadá, sino de una expresión autónoma que no depende ni para su publicación ni para su difusión ni para los juicios que puedan hacerse sobre su cualidad, de las capillas parisienses o de un financiamiento o de un papel jugado por el poder, entre comillas, colonial.
''Es importante subrayar que, dentro de una población con 6 millones de habitantes, existe una literatura que tiene todas las expresiones contemporáneas: una poesía efervescente, una novelística activa, un teatro extraordinario y toda otra serie de signos, como la traducción, el ensayo, la escritura pedagógica y científica, y el periodismo.
''Acerca de la aparición de una literatura en lengua francesa dentro de un contexto donde la mayoría son en lenguas inglesa, española o portuguesa, puedo decir que los vínculos son mínimos. Es decir, no somos muy traducidos, pero tampoco hemos traducido mucho.''
ųƑLa cercanía entre las poesías latinoamericana y quebequense es mayor a la que ambas puedan tener con la literatura anglosajona?
ųEn el nivel de conceptos definiría que la poesía en lengua inglesa es más apegada a lo narrativo. Los poetas angloparlantes de Inglaterra, Irlanda, Estados Unidos y la parte canadiense tienen una tendencia a crear una poesía más narrativa, menos intelectual y menos filosófica; mientras que los latinos nos distinguimos por imprimir más sentimientos y más alma. Para que lo quebequense y lo latinoamericano pudieran comprenderse, tendría que existir la presencia de uno en lo otro, más familiaridad entre sí, pero no la hay.
La fraternidad, cosecha pendiente
ųƑSon, entonces, expresiones familiares que se desconocen?
ųSí, aunque creo que el impulso poético puede ser comparable. Hay tres temas que caracterizan toda la ficción que manejan: la necesidad de amor, la sed de poder y el miedo a la muerte, lo que exista fuera de ello puede calificarse de novedoso.
''La influencia del paisaje, de la historia, compartir una tradición cristiana, la tradición cultural de conocer la literatura en lengua española, francesa o europea en general hace de nuestras poéticas unos hermanos no mellizos o, si lo son, separados al nacer. Sí existe la fraternidad y está por recogerse. Es una cosecha pendiente.''
ųƑCómo define su escritura?
ųEl vehículo literario que practico es la prosa, rara vez el verso. Me he dado cuenta que la prosa que hacía era demasiado poética para ser novela y demasiado novelística para ser poesía-poesía, así que durante muchos años publiqué estas obras híbridas que las editoriales no sabían dónde colocarlas, lo cual explica el hecho de que mi primer premio se diera después de 26 años de mi primera publicación, en 1969. Lo módico de fama que he tenido proviene de 1995, con Para orquesta y poeta solo, porque ya era una obra afirmada como poética dentro de una colección de poesía.
''Soy hombre monomaniático, no tengo más que una convicción que se explica de dos o tres maneras. La negación del tiempo y de la muerte aparecen, quiera o no, debajo de mi pluma. Esa es la obsesión que tengo.
''Si hay algo que mi trabajo diplomático ha hecho, y hace de mí un poeta que no parece quebequense, es la falta total de paisajes extraños en mi escritura. No hay ninguna referencia a Quebec ni a su cultura ni a su geografía. No soy un poeta quebequense, como se diría que García Lorca era un vate andaluz. La diplomacia me convirtió en un hombre sin raíces, aunque la lejanía no hizo sino acercarme más con el sentimiento de pertenencia a Quebec. ƑCómo puedo estar identificado con un lugar, pero a la vez ser mal testigo de él? Es una culpa que puedo asumir. Siempre he sido quebequense, pero nunca he hablado de ello y no veo cómo, a mis 58 años, pueda cambiar. Una de las cosas que más admiro en los escritores es cuando son testigos de su propio lugar y su propia cultura, pero yo no puedo."