VIERNES 24 DE MARZO DE 2000
* Zurita terminó casi igual que Casanova y Conde
Ciclo trágico de la trilogía del pugilismo mexicano: Sulaimán
Carlos Hernández * Juan Zurita siguió el mismo camino que los otros dos integrantes de la trilogía más famosa del boxeo mexicano: terminó casi en la ruina económica y sólo recuerdos le quedaron de aquellos épicos combates realizados ante Rodolfo Casanova y Joe Conde.
Zurita, el último sobreviviente de los tres, se tardó más en llegar a la penuria económica, mientras que El Chango Casanova y el elegante Conde dilapidaron su dinero casi al mismo tiempo que lo ganaron. Pero al final, los tres cumplieron con el ciclo trágico que persigue a la mayoría de los boxeadores: luego de conocer fama y fortuna, terminaron apenas con lo indispensable para sobrevivir.
"Así es el boxeo, es un drama constante... por eso es tan emocionante y tan popular, desde la época de las cavernas hasta ahora", expresa el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán, quien acepta que "parece una maldición" que los grandes campeones terminen en malas condiciones económicas. "Ninguna gente del boxeo puede estar contenta de ver cómo terminan sus ídolos", define.
El caso del popular Chango Casanova fue el más dramático: empezó a vagabundear y a perderse en unos monólogos interminables e incomprensibles; en la calle enfrentó a adversarios que sólo estaban en su imaginación; pasó por el manicomio de La Castañeda y tomaba en la calle hasta que le dieron albergue en una refaccionaria, donde falleció con una llanta como cama y otra como cabecera.
"Casanova todo lo dilapidó inmediatamente y al final de su vida se sumergió en las drogas, el alcohol y el hambre. Terminó en la desgracia y no tenía ni para comer, en un drama similar al que vive actualmente El Pajarito Moreno", expresa Sulaimán.
Joe Conde, quien murió el 3 de abril de 1996, pasó sus últimos años en el asilo del Instituto Nacional de la Senectud, donde su esposa Elda Peña lo tuvo que internar porque ya no podía atenderlo. Murió a los 84 años, acompañado únicamente de su cónyuge y de los médicos y enfermeras que lo atendieron. De la fortuna ganada a base de puñetazos sólo quedó un modesto departamento en la colonia Juárez.
"Conde también terminó en malas condiciones y esa es la principal preocupación que tenemos los dirigentes del boxeo, cómo evitar que los ídolos del pueblo se dejen llevar por las malas amistades", apunta el jerarca del principal organismo boxístico mundial.
Zurita, dice Sulaimán, fue diferente. "El tuvo una vida muy digna y compró ferreterías y hasta ranchos. Fue uno de los pocos que al final de su carrera el boxeo no lo dejó en la calle. Los problemas fueron al final de su vida. Zurita y Casanova tuvieron vidas completamente distintas; Juan llegó a ser para todos un ejemplo de trabajo y disciplina", indica.
Dijo que por el momento no le ve solución a este problema, "pero debemos juntarnos para que los ídolos del boxeo tengan un camino más feliz al final de sus vidas", y reiteró que buscará la forma de ayudar a la esposa de Zurita, Rosa Carreño.