VIERNES 24 DE MARZO DE 2000
* Es el más amplio de los ocho tratados en los que ha participado México
Firma Zedillo el TLCUE en Lisboa
* Los productos nacionales tendrán acceso a un mercado de 375 millones de personas
Roberto González Amador, enviado, Lisboa, 23 de marzo * México y la Unión Europea se convirtieron hoy en socios de un acuerdo de libre comercio, el más amplio de los ocho tratados de este tipo que ha firmado el país latinoamericano, que abre la puerta al diálogo político y la cooperación cultural y científica entre las dos instancias.
''El acuerdo constituye un poderoso instrumento para el desarrollo de México'', afirmó el presidente Ernesto Zedillo, quien se dijo satisfecho con la concreción del tratado, negociado a lo largo de los últimos cinco años.
La firma del acuerdo ocurrió en el marco de una reunión extraordinaria del Consejo de Europa, el órgano político de toma de decisiones comunitario, convocado expresamente a una cumbre para definir una nueva estrategia de crecimiento económico y de combate al desempleo en el continente, donde la tasa de desocupación --medida con parámetros mucho más estrictos que las laxas estadísticas mexicanas-- ronda 10 por ciento de la población económicamente activa, en un hecho que constituye una de las principales preocupaciones de gobiernos y sindicatos en el continente.
En una breve ceremonia, el presidente Zedillo; el primer ministro de Portugal y presidente en turno de la Unión Europea, Antonio Guterres; así como el italiano Romano Prodi, presidente de la Comisión Europea, firmaron el acuerdo de libre comercio, definido por el premier portugués como un primer paso en la redefinición de las relaciones estratégicas de Europa con América Latina.
El doble significado del acuerdo
El premier Guterres dijo después de la firma, que el tratado que hoy concretaron México y la Unión Europea tiene ''un doble significado''.
El acuerdo, que entrará en vigor el primero de julio próximo, ''vale por sí mismo, ya que representa el movimiento de relaciones económicas entre México y la Unión Europea, porque va a potenciar el nivel de crecimiento de esfuerzos mutuos, de sentimientos recíprocos a nivel del entendimiento con la sociedad civil, que se verán multiplicados''.
Pero, más político en la evaluación, el premier Guterres dijo que el acuerdo, conocido aquí como la Declaración de Lisboa, tiene un segundo significado estratégico de mayor importancia: demuestra, aseguró, que la Unión Europea quiere una Europa fortalecida, que esté abierta al mundo, que busca establecer lazos y contribuir a una nueva arquitectura de relaciones internacionales.
Así, indicó el primer ministro portugués, un acuerdo amplio de cooperación como el firmado hoy por México y el bloque comunitario de 15 naciones es el único tipo de instrumento capaz de garantizar que un proceso de globalización inevitable en las economías y en los mercados genere riqueza a partir del comercio, y trate de acabar con la pobreza, la injusticia, y busque ''regular la globalización y, a fin de cuentas, encontrar la manera de que los grandes bloques políticos y económicos del mundo se unan y aprovechen este pacto''.
El presidente Zedillo, también en la ceremonia protocolaria de firma de la Declaración de Lisboa, expuso que su gobierno aprecia que el acuerdo concretado hoy sea el más amplio que tiene la Unión Europea con una nación fuera de su región geográfica. De hecho, es el primer acuerdo de libre comercio entre Europa y un país de América.
En el texto de la Declaración de Lisboa, México y el bloque comunitario aseguran que a través de la adopción del acuerdo las dos instancias confirman su apoyo a la liberalización del comercio dentro del marco del sistema multilateral de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y reafirman su respaldo a los esfuerzos realizados a favor del lanzamiento de una nueva ronda global de negociaciones multilaterales.
En noviembre pasado, durante una reunión ministerial en la ciudad estadunidense de Seattle, la OMC fracasó en el lanzamiento de una nueva ronda internacional de negociaciones comerciales, en medio de fuertes protestas de organizaciones opuestas a una apertura indiscriminada del comercio.
Zedillo declaró hoy que el acuerdo con Europa ha sido posible porque los mexicanos comparten con los europeos los valores de la democracia, el respeto a los derechos humanos y al estado de derecho, ''y porque nos identifican profundos y vigorosos lazos de cultura y de historia''.
Más empleos,
mejores ingresos
A tono con el tema para el que fue convocado de manera extraordinaria el Consejo de Europa, el Presidente mexicano dijo que el acuerdo firmado hoy constituye un poderoso instrumento más para el desarrollo de México, pues significará nuevas oportunidades, más empleos y mejores ingresos para la población.
Por ello, dijo, es muy significativo que el acuerdo se haya concluido en el marco de la cumbre de la Comisión Europea dedicada al empleo. ''Empleos buenos, seguros y bien remunerados son la base de un desarrollo justo y humano'', agregó.
El presidente Ernesto Zedillo reiteró que el acuerdo significa que los productos mexicanos tendrán acceso amplio y seguro a un mercado de 375 millones de personas que habitan en los 15 países comunitarios, y a su vez la economía mexicana podrá beneficiarse de la alta capacidad de inversión europea, así como de tecnologías más modernas, limpias y eficaces.
Apuntó que el acuerdo con la Unión Europea fortalece la posición internacional de México e imprimirá un nuevo equilibrio a los vínculos productivos, financieros y políticos del país con el mundo. ''Hoy México es el único país en contar con acuerdos de libre comercio con los dos mercados más grandes del mundo, América del Norte y Europa, y además con seis naciones de América Latina''.
Champaña para el regreso
A bordo del avión presidencial TP-01, el presidente Ernesto Zedillo pidió champaña para celebrar con los reporteros que lo acompañaron en su viaje a Portugal la firma del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. Apenas transcurrida media hora del vuelo de regreso hacia México, el mandatario visitó la parte posterior de la aeronave, acompañado del secretario de Comercio, Herminio Blanco; del vocero presidencial Marco Provencio, y de los dirigentes empresariales Carlos Marín Santillán y Alejandro Martínez Gallardo, de Concamin.
Muy contento, Zedillo platicó con los periodistas los pormenores de su estancia en Portugal en el contexto de la Reunión Extraordinaria del Consejo de Europa. Incluso bromeó señalando que en la ceremonia de la firma del documento, ''hoy sí llevé pluma; no se la tuve que pedir al general Miranda''.
Le preguntaron si conservaría el bolígrafo como recuerdo y respondió que no, porque pertenece a su esposa, ''y se lo tengo que regresar''.
Zedillo conversó relajado y hasta bromista durante unos 20 minutos, sobre diversos temas. Entre otros, surgió el comentario de cuántos de los funcionarios de su administración han ocupado más puestos a lo largo de la misma. Se mencionaron nombres como el del actual rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, y el propio mandatario destacó su condición apartidista, al igual que la secretaria del Medio Ambiente y el procurador general de la República.
Mientras con los dedos hacía la cuenta de los cambios que ha tenido su gabinete, alguien hizo notar que quien más puestos ha ocupado ha sido el actual secretario de Salud, José Antonio González Fernández. Entre copas de champaña, que él mismo solicitó se repartieran y en un ambiente festivo, transcurrió el encuentro.
México tiene ocho acuerdos comerciales que implican relaciones preferenciales con 24 países y 875 millones de personas, un poco más de la mitad de los habitantes de China, el país más poblado del mundo.
El acuerdo permitirá la libre entrada, en lo inmediato, de productos agrícolas mexicanos a Europa, como parte de una apertura recíproca y acelerada de eliminación de aranceles.
''El tratado es mucho más que comercio'', comentó el embajador mexicano en Portugal, Antonio Alvarez Lima. A partir del primero de julio, afirmó, se intensificará e institucionalizará el diálogo político entre la Europa comunitaria y México, dado que el documento firmado hoy contiene una cláusula de compromiso político, que involucra la profundización de la vida democrática y el diálogo entre las dos instancias en esta materia.
Después de la firma de la Declaración de Lisboa, Zedillo se tomó una ''foto de familia'' --como fue definida por la delegación mexicana-- con los miembros del Consejo de Europa.
En el grupo estuvieron el presidente francés Jacques Chirac; el premier inglés Tony Blair; el presidente del gobierno español, José María Aznar, y otros mandatarios y cancilleres comunitarios.
Como una cortesía hacia el presidente Zedillo, el presidente francés aceptó posar para la foto, aun cuando en el grupo estuvo el canciller del gobierno de corte neofascista austríaco, Wolfgang Schussel, con quienes varios dignatarios europeos no deseaban tomarse la fotografía ''de familia''.