VIERNES 24 DE MARZO DE 2000
* Un muerto y cinco heridos, saldo del ataque en un hotel de Reforma
Comando armado intentó matar a un ex funcionario de la PGR
* En principio se dijo que Cuauhtémoc Herrera era la persona fallecida, que resultó ser su chofer
Teresa Gómez, Alonso Urrutia y Elia Baltazar * Cuauhtémoc Herrera Suástegui, ex responsable de la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada (UEDO), e investigado por presuntos vínculos con el cártel de Juárez, resultó herido ayer durante un atentado en pleno Paseo de la Reforma. Durante estos hechos murió uno de sus colaboradores cercanos. Cinco de los seis sujetos presuntamente involucrados fueron detenidos por la policía capitalina.
El ataque generó una cadena de confusiones oficiales a partir de la similitud de los nombres. Las versiones difundidas dieron por muerto a Cuauhtémoc Herrera durante cinco horas, al confundirlo con su escolta, Cuauhtémoc Nájera. Fue hasta las 22:30 horas, cuando el titular de la Fiscalía Especial de Delitos contra la Salud, Mariano Herrán, se retractó de una primera versión oficial y anunció que el ex funcionario se encontraba internado en un hospital. Posteriormente se supo, a través de un boletín de la PGR, que se trataba del hospital del Estado Mayor Presidencial.
Apenas Herrera Suástegui y sus colaboradores traspusieron la puerta giratoria que da acceso al vestíbulo del hotel Imperial, ubicado en Reforma 64, dos individuos que ya los aguardaban adentro comenzaron a dispararles. Otros dos entraron segundos después para apoyar el ataque armado.
En el lugar quedó el cuerpo de Jorge Alberto Chávez, quien fuera su chofer. La ráfaga también alcanzó a la abogada Silvia Raquenel Villanueva Fraustro, recién llegada de Nuevo León, donde es conocida por asumir la defensa de quienes son acusados de delitos contra la salud.
Los disparos de calibre 38 especial dirigidas contra Herrera Suástegui, también hirieron a Cuauhtémoc Nájera, un marino de 38 años adscrito a la UEDO, comisionado como escolta del ex funcionario. Dos personas más resultaron lesionadas.
Los rumores en torno al atentado se difundieron con inusitada rapidez por un hecho fortuito: el subsecretario de Gobernación, Jesús Murillo Karam, comió minutos antes en el restaurante del citado hotel, por lo que en principio se presumió que el atentado era contra el ex gobernador de Hidalgo.
Estas versiones motivaron una improvisada conferencia de prensa de Murillo Karam.
ųƑDefinitivamente descartaría un atentado en su contra?
ųYo salí (del lugar) a las 16:15 de la tarde. Esto ha de haber sido a las 17:00 horas.
ųƑNo tiene nada que temer?
ųEn lo absoluto, ustedes verán que casi siempre ando solo. No tengo ningún problema de ese tipo.
El despliegue policiaco que siguió al atentado permitió la aprehensión de cinco de los seis sujetos presuntamente implicados. Más de 60 elementos desplegó la Secretaría de Seguridad Pública para perseguir a dos Volkswagen y una motoneta en los que huyeron los agresores.
Copados por elementos de los sectores Roma y Centro, así como del cuerpo de élite conocido como Grupo Alamo, no opusieron resistencia a la detención y anoche ya declaraban ante la 50 agencia investigadora de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
Confluencia de fechas
Un capítulo más de la agitada historia reciente del país: 23 de marzo, muy cerca de Lafragua. Faltaban unos minutos para que Cuauhtémoc Herrera Suástegui cumpliera una nueva cita con la PGR para comparecer en torno a las sospechas en el desempeño del cargo que dejó en enero.
A bordo de un Peugeot negro blindado, con placas 892-KVA, el ex funcionario ųde 36 años de edadų llegó al filo de las 17 horas acompañado del ahora occiso, Jorge Alberto Chávez; su escolta, Cuauhtémoc Nájera, un marino de 38 años comisionado a la UEDO, así como Silvia Raquenel Villanueva, quien traía un portafolios negro que contenía mil 900 dólares, numerosas tarjetas de crédito y algunos documentos.
Versiones extraoficiales señalaron que se habían dado cita para que la abogada asesorara a Herrera Suástegui. De igual forma, trascendió que el atentado fue motivado por sus presuntos nexos con el cártel de Juárez, del que habría recibido dinero. Ya no llegó a su cita con la PGR. En la escala que pretendía realizar en La cúpula de oro, del hotel Imperial, fue recibido a balazos. Las primeras versiones dieron cuenta de que los sicarios llegaron a bordo de dos vehículos y una motoneta. Dos de ellos ingresaron al hotel antes de la llegada de Herrera Suástegui y lo aguardaron en el vestíbulo. Dos más entraron segundos después. Así, cubiertos dos flancos, se pretendía dar muerte al ex funcionario de la PGR. Tras el atentado, los sujetos se dieron a la fuga a bordo de un Volkswagen 1970, placas 179-GAL , el taxi ecológico número económico L-73677 y una motoneta Honda color rojo sin matrícula de circulación.
Apenas ocurrió el ataque se alertó a la policía capitalina, que de inmediato desplegó 60 elementos de los sectores Roma y Centro, así como del Grupo Alamo. La persecución de los agresores abarcó calles céntricas de la ciudad y fue hasta el cruce de 5 de Febrero y Manuel J. Othón, cuando un semáforo en alto y numerosos vehículos impidieron la huida.
Copados por diversos elementos, no opusieron ya resistencia y de inmediato fueron remitidos a la agencia 50. Sus nombres son: Israel y Julio Olvera Alamilla, de 20 y 32 años, respectivamente; René Pérez Padilla, de 19; Israel Hermida, de 24, y Jorge Martínez Franco, de 30 años de edad.
Al momento de ser aprehendidos no se les encontró ningún arma, pero se estima que éstas fueron arrojadas en el trayecto de la persecución. Un sexto delincuente pudo huir a bordo de la motoneta, según la SSP.
En el atentado resultaron heridos: Silvia Raquenel Villanueva Fraustro, de 46 años, quien recibió dos disparos, uno en la espalda y otro en la cabeza, su estado es grave y está internada en el Hospital Santelena; Delfina Vilchis, de 41 años, ajena al ex funcionario y quien acudió a una junta de trabajo, tuvo una lesión en la pierna izquierda y fue canalizada al Hospital MIG; Armando Enríquez, quien también fue trasladado al hospital Santelena.
La intensa movilización policiaca atrajo a lugar de los hechos a altos funcionarios de las procuradurías capitalina y General de la República. Tendido durante casi dos horas a las puertas del hotel Imperial, en lo que se levantaban los peritajes, nadie pudo constatar que el cadáver fuera de Herrera Suástegui. Tras permanecer por casi dos horas en el lugar, el subprocurador capitalino Hugo Vera respondía a las preguntas sobre la identidad del muerto: ''Parece ser que Herrera Suástegui es uno de los occisos, pero no podemos hacer afirmaciones'', explicaba.
Hasta entonces, no había indicios de que el ex funcionario estuviera vivo. Decenas de peritos de la Procuraduría capitalina hacían el levantamiento de pruebas y al filo de las 19:30 horas llegó una ambulancia para llevarse el cadáver de quien se creía era Herrera Suástegui. Asimismo, policías judiciales escoltaron al gerente del hotel hasta una patrulla para llevarlo a declarar.
A las 21:41 horas, la PGR lanzaba un comunicado inicial con sus primeras precisiones: ''El licenciado Cuauhtémoc Herrera Suástegui dejó de pertenecer a la Policía Judicial Federal desde el 14 de enero del presente año, en virtud de que en esa fecha presentara su renuncia (...) La Fiscalía Especializada en Delitos Contra la Salud se encontraba integrando una averiguación previa en la que había sido mencionado el licenciado Herrera Suástegui, y por ello se le había extendido un citatorio para que realizara su declaración ministerial. Los datos existentes en dicha averiguación eran insuficientes para haber ejercitado acción penal en su contra, pero se había ordenado una investigación profunda relacionada con la llamada célula del Sureste, lidereada por Ramón Alcides Magaña''.
Precisa su situación jurídica, el boletín 142/00 de la PGR, agregaba: ''La investigación de este homicidio (de Herrera Suástegui) se encuentra dentro de la competencia de la PGJDF, instancia que recibirá el apoyo de esta dependencia''. A esa misma hora, Mariano Herrán Salvatti ratificaba en entrevista para Televisa la historia y ''muerte'' de Herrera Suástegui.
Cuarenta minutos después, la historia oficial cambiaba. Herrera Suástegui estaba vivo y convalecía en el hospital del Estado Mayor Presidencial de la herida de bala que sufrió en la región lumbar. De nuevo, Herrán Salvatti hablaba a los noticieros para dar a conocer la situación estable del ex funcionario.
A las 11:59, el boletín 143/00 señalaba: ''Se confirma que en estos hechos no perdió la vida Herrera Suástegui; fue trasladado al hospital del EMP a fin de recibir la atención médica de primeros auxilios; a las 23:30 horas inició la declaratoria ministerial''. Por los hechos se levantó la averiguación previa 7/2171/00-03-A.
* Tres asesinatos en una semana; en dos de los casos hay signos de ejecución
La ciudad de México, escenario de la violencia del narco
Elia Baltazar * A partir de la detención de Jesús Labra, El Chuy, operador financiero del cártel de Tijuana, la ciudad de México se ha convertido en escenario de violencia en el que, en sólo una semana, han perdido la vida al menos tres personas relacionadas con el narco.
Primero fue el abogado de Labra, Gustavo Gálvez Reyes, quien el 15 de marzo apareció muerto en la delegación Alvaro Obregón. Estaba atado de manos y su cuerpo presentaba rastros de tortura, según el Semefo.
Gálvez se había trasladado a la ciudad de México para entrevistarse con Labra, quien fue detenido en Tijuana y arraigado en el Distrito Federal, en donde la PGR investiga sus vínculos con los Arellano Félix. Un día antes de su muerte, el abogado se había entrevistado con su cliente.
Por otra parte, el miércoles 22 se localizó el cadáver de un hombre no identificado en la cajuela de un automóvil Nissan placas AGK-1982 de Baja California, estacionado en la colonia Pensador Mexicano. Los vecinos dieron aviso a las autoridades a causa del olor fétido que despedía el vehículo. El cuerpo presentaba rastros de ataduras, signos de tortura, la cabeza cubierta con una bolsa de plástico y entre sus pertenencias se hallaron comprobantes recientes de pago de casetas de carreteras, pero ninguna identificación.
La tarde de ayer, un comando integrado por cinco sujetos trató de asesinar a Cuauhtémoc Herrera Suástegui, ex director de Operaciones del área de Delincuencia Organizada de la PGR, y ex delegado de esta dependencia en Tijuana.