SAL, PIMIENTA E INDIGESTION

La campaña electoral de algunos candidatos a la Presidencia se caracteriza, para utilizar un eufemismo caritativo, por su nivel de discusión de cantina. La lamentable carencia de ideas, proyectos, programas y, sobre todo, coherencia, es remplazada, en efecto, por insultos, gestos soeces, ataques personales sin calidad política, albures.

Aunque el espectáculo circense pueda divertir a ciertos núcleos, la transformación en pleito de azotea de lo que debería ser una ocasión para la reflexión sobre los graves problemas del país y para discutir opciones y propuestas, desmoraliza al electorado, lo aleja de la política y expresa, al mismo tiempo, la reducción del espacio para ésta y su sustitución por el irracionalismo y la acción del mercadeo y de los aparatos.

Uno de los candidatos ha dicho que los albures e insultos son "la sal y la pimienta" de la política. Pero la sal gruesa a puñados y la pimienta a montones hacen que el plato político sin otros ingredientes resulte absolutamente indigesto.

El desprecio por la inteligencia de los electores es manifiesto y aparece diariamente, hasta el hartazgo, en los medios, desprestigiando de paso el nivel cultural y de civilidad de los mexicanos. Para ser presidente, Ƒbastaría acaso vencer en una competencia de albures que sólo revela atraso, prejuicios, incapacidad para debatir? ƑLas llamadas campañas deberán ser dirigidas por gente del espectáculo y de la mercadotecnia, especializados en desprestigiar al "producto" adversario? ƑLa "americanización" de la vida política nacional, que forma parte de la homologación con lo que impone el "modelo" del norte sería ya irreversible y el país estaría deslizándose por una pendiente pronunciada cuyo fin no se vislumbra? ƑLos candidatos que actúan como cómicos de carpa porque saben que pan no podrán dar y en cambio sólo pueden dar mucho circo no tienen acaso ningún control, ni el de su partido, ni el de sus resabios de sentido común, de autorrespeto o de respeto por sus conciudadanos?

Falta muy poco para la elección. Parecería que el intento de un sector es reducir el número de votantes para que pesen más el dinero y los aparatos y, para ello, buscan hartar al electorado, disuadirlo de ejercer sus deberes políticos con conciencia. Es tiempo, por lo tanto, de que la ciudadanía reaccione contra el deterioro de la vida pública y se haga escuchar para imponer que la respeten.