DOMINGO 26 DE MARZO DE 2000

Ť Severas críticas de judíos ultraortodoxos


Reaviva visita papal la polémica por construcción de mezquita

Ť El presidente El Assad llegó a Ginebra; se reunirá con Clinton

Afp, Dpa, Reuters y Ap, Nazaret, 25 de marzo Ť La polémica por la construcción de una mezquita cerca de la Basílica de la Anunciación, en Nazaret, se reavivó este sábado después de la visita a esta ciudad del papa Juan Pablo II.

El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, declaró en Jerusalén que el pontífice pidió a las autoridades israelíes analizar nuevamente la decisión de autorizar la construcción de la mezquita, que en los últimos meses ha provocado tensiones entre cristianos y musulmanes.

Durante la misa en la Basílica de la Anunciación, a la que asistieron unos 3 mil peregrinos de todo el mundo, Juan Pablo II llamó a los cristianos a defender a la familia y se pronunció nuevamente contra el aborto.

Al finalizar su visita a Nazaret, ciudad en la que de acuerdo con la Biblia Jesús pasó su infancia, el Papa viajó a Jerusalén donde realizó una visita privada al Jardín de Getsemani, sitio en el que Jesús fue detenido antes de su muerte.

Poco después se reunió con el patriarca greco-ortodoxo, Diódoros I, donde nuevamente pidió perdón "por las heridas que miembros de nuestras iglesias se provocaron mutuamente".

En oficio religioso posterior, Juan Pablo II llamó a la unidad entre los cristianos de distintas confesiones, porque sólo mediante un "nuevo espíritu de armonía" podrán resolverse los problemas entre ellos.

En los últimos meses Nazaret ha sido el centro de tensiones entre musulmanes y cristianos, después de que el gobierno del primer ministro israelí, Ehud Barak, autorizó la construcción de una mezquita cerca de la Basílica de la Anunciación, sitio en que de acuerdo con la tradición cristiana el arcángel San Gabriel reveló a la Virgen María que sería madre del hijo de Dios.

En los días previos a la llegada del Papa se analizó la posibilidad de cancelar su visita a Nazaret, como consecuencia de las graves tensiones entre los cristianos y los musulmanes; estos últimos suman 70 por ciento de la población de Nazaret.

Sin embargo, la visita de Juan Pablo II no provocó enfrentamientos, e incluso unos 800 musulmanes rezaron en el terreno destinado a la mezquita, al tiempo que Karol Wojtyla oficiaba misa.

"Una mezquita cerca de una iglesia es un símbolo de unidad y armonía", afirmaban unos letreros escritos en inglés, italiano, hebreo y árabe.

El Papa llegó en helicóptero desde Jerusalén y lució en buen estado de salud, aunque un poco cansado. A su llegada, descendió la escalera que conduce a una pe- queña gruta que marca el lugar donde ocurrió la anunciación, la cual es celebrada por la Iglesia católica el sábado.

Tras escuchar a un sacerdote relatar el episodio bíblico, el jefe de la Iglesia católica se arrodilló durante varios minutos y oró en silencio.

La visita a la Basílica de la Anunciación tiene un significado especial para el pontífice, ya que él afirma que la Virgen María le salvó la vida en el atentado que sufrió en 1981 en la Plaza San Pedro.

En el momento del ataque, Juan Pablo II se inclinó hacia una imagen de la Virgen, por lo que el disparo de Alí Agca no alcanzó su cabeza.

Judíos ultraortodoxos criticaron el hecho de que la misa se haya realizado en el día de descanso judío, el Sabbat, porque decenas de policías y soldados tuvieron que trabajar, lo que viola las disposiciones religiosas imperantes en Israel.

Por otra parte, el presidente sirio, Hafez el Assad, llegó hoy a Ginebra para la reunión que sostendrá este domingo con su par estadunidense, Bill Clinton, con el fin de relanzar las negociaciones de paz entre Siria e Israel.

El diario sirio As Saura afirmó en un editorial que El Assad "no hará concesiones sobre los principios básicos sirios, pero Clinton verá que Damasco está dispuesto a realizar un esfuerzo si sus derechos son preservados".