La Jornada lunes 27 de marzo de 2000

CIUDAD PERDIDA Ť Miguel Angel Velázquez

Ť Barbosa incumple y genera disgusto
Ť El PRD recorre el camino del dedazo

Hace un buen rato miembros del equipo de trabajo de Rosario Robles hablan fuerte y quedito de algunos conflictos en la Oficialía Mayor del gobierno capitalino, y ahora la situación parece complicarse.

Todo indica que entre la Oficialía Mayor y la jefatura de Gobierno del Distrito Federal no existe acuerdo. Las visiones de trabajo, podría decirse, son radicalmente diferentes, y el compromiso de Porfirio Barbosa con Rosario Robles no existe.

Por ello, las actividades del oficial mayor se inclinan más hacia el seguimiento de las campañas políticas que a la labor a su cargo, y esto tiene disgustado al equipo de trabajo del gobierno central.

Aunque nadie lo acusa formalmente, en los pasillos del edificio de gobierno se habla de alguna intervención de Barbosa en asuntos fuera de su competencia, y se menciona el caso del Metro, por ejemplo.

Total, hay quienes aseguran que en no mucho tiempo Barbosa abandonará el gobierno por su propia voluntad, aunque, por otro lado, existe quien lo apoya y afirma que los rumores son eso, rumores combinados con puntos de vista exacerbados.

Pero hay coincidencias y éstas van por el rumbo de la renuncia de Barbosa. Qué tan profundas pueden ser las diferencias entre la jefatura de GDF y la Oficialía Mayor se verán dentro de muy poco tiempo, pero queda claro que la Oficialía Mayor es un puesto donde quien manda en el gobierno capitalino debe depositar toda su confianza y eso, al parecer, ya no existe, o tal vez nunca existió.

En fin, para no cambiar los escenarios, en el PRD las cosas caminan por rumbos de triste memoria y de repudio popular. Me refiero al recurso político llamado dedazo.

Porque en busca de la unidad, tan anhelada por ese partido, podrían darse errores de muy alto costo. El argumento hoy es: "La CID o el caos", y bajo esa amenaza se empieza a dejar crecer al monstruo que alguna vez fue derrotado por el quehacer democrático.

Entonces el discurso de la unidad habla hoy de aniquilar las voces disidentes, que si bien hacen mucho ruido hacia adentro y hasta sirven para desacreditar al PRD, usadas por los enemigos políticos de ese organismo hacia afuera, también forman parte del irrenunciable camino para hacer del PRD un partido democrático. Todo lo demás es bla bla bla. Mentiras y engaños de tipo priísta.

Y, en ese juego, la traición es un ejercicio cínico y recurrente.

Ayer por la noche, por ejemplo, la propuesta de Andrés Manuel López Obrador para que algunos sindicatos, como el electricista, STUNAM, maestros democráticos y grupo de mujeres Diversa se incluyeran en las listas para ocupar algunos escaños fue rechazada, en primera instancia, por una oposición encabezada por Amalia García, Jesús Ortega y Mario Saucedo, y junto a ellos Félix Salgado, pero aunque usted no lo crea, allí en ese grupo también estuvo René Bejarano, hasta ayer aliado de Andrés Manuel.

De cualquier forma, ayer por la noche la propuesta del candidato a jefe de Gobierno se discutió, aunque hay quienes aseguran que la suerte de las alianzas propuestas por López Obrador ya está echada y no pasará.

De cualquier forma, ayer mismo se cuestionó, una y otra vez, a la directiva del PRD nacional, y las cosas no pararán en la mera crítica, eso dicen los que saben.

Por otro lado, habrá que echar un buen vistazo al uso de suelo en muchos lugares de la ciudad. Parece que las cosas no van muy bien en cuanto a esto, y no habrá impunidad, eso se asegura.

Hay mucha gente involucrada en el uso indebido de la tierra en el Distrito Federal. La situación se está convirtiendo en una piedra en el zapato de Robles Berlanga, y las soluciones a las trampas desde donde se evitó el buen uso o el pago por el uso del suelo podría terminar de un tajo. Ya veremos.

Por el PRI

Frente a la ya inocultable caída de las preferencias del voto hacia Jesús Silva Herzog, la gente de su equipo de prensa aún no entiende de qué se trata el juego, y lanza amenazas como en aquel viejo PRI que pervive, cuando menos en el equipo de prensa, pero ni el señor Lerdo de Tejada ni Oscar Levín han puesto remedio. ƑCuál nuevo PRI?