Wild Wild West, la superproducción dirigida por Barry Sonnenfeld, que cosechó un rotundo fracaso en la taquilla, acaparó las Frambuesas de Oro de peor película, peor director, peor canción y peor guión.
LUNES 27 DE MARZO DE 2000
Wild Wild West arrasa como peor cinta en los Razzie
Afp, Los Angeles Ť El western de ciencia ficción Wild Wild West se llevó las palmas con cinco "deshonores", en la vigésima versión de los premios Razzie, los antioscar del cine, que recompensó este sábado a las peores producciones y actuaciones del 99.
Wild Wild West, la superproducción dirigida por Barry Sonnenfeld, que cosechó un rotundo fracaso en la taquilla, acaparó las Frambuesas de Oro de peor película, peor director, peor canción y peor guión.
Sus protagonistas, Will Smith y Kevin Kline, también se llevaron el premio a la peor pareja en la pantalla, pero la mexicana Salma Hayek, candidata al premio de peor actriz secundaria, se salvó, gracias a Denise Richards, quien participó en la última aventura de James Bond The World Is Not Enough (El mundo nunca es suficiente).
Pese a sus ocho candidaturas, las mismas que la gran triunfadora de la noche, la aventura espacial La guerra de las galaxias: Episodio I. La amenaza fantasma salió bastante bien librada, pues sólo se llevó el premio de peor actor secundario para la criatura creada por ordenador, Jar-Jar Binks.
El premio de peor actriz fue para la protagonista de The Blair Witch Project, Heather Donahue, y el de peor actor para el popular Adam Sandler, por Big Daddy (Un papá genial).
Además de las categorías habituales, la fundación de la Frambuesa de Oro, que dice agrupar a 450 críticos y periodistas en nueve países, decidió entregar premios especiales en su versión 2000 a las peores del siglo.
Sylvester Stallone, que obtuvo 24 candidaturas en la historia de los Razzie, se llevó el galardón de actor más nefasto del siglo por "99.5 por ciento de todo lo que ha hecho en su vida", mientras que la versión femenina del premio fue para Madonna. Showgirls (1995) fue coronada peor película.
Ninguno de los ganadores estuvo presente en la ceremonia, que se celebra tradicionalmente la víspera de la entrega de los Oscar, para recoger su premio (valorado en poco más de cuatro dólares), una frambuesa de plástico del tamaño de una pelota de golf montada sobre un rollo de película.