La Jornada lunes 27 de marzo de 2000

PARABOLA Ť Emilio Lomas M.
El oro negro de cada día

Hace un año la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) acordó implantar una política restrictiva de la oferta de crudo en los mercados internacionales con el propósito de contrarrestar la crisis petrolera que situó los precios del energético en los niveles más bajos de la historia. Hoy los representantes de los países miembros de cártel deben decidir la política que regirá al cártel a partir de abril, una vez que expire el acuerdo de reducción.

En el contexto de la reunión que se llevará a cabo a partir de hoy en Viena, y donde se decidirá la política petrolera a seguir por el cártel, la presión que ha ejercido Estados Unidos sobre los países productores para que amplíen la oferta de crudo y conduzcan el precio del petróleo a un nivel más bajo, es el ingrediente principal. Y es que deshacerse de una medida que triplicó los costos de petróleo de referencia en un año, al pasar de 10 dólares por barril a 30, sin ninguna consideración o discusión amplia pareciera ser una actitud retrógrada, por no decir a lo mucho, masoquista.

Sin embargo, el argumento se ha centrado en que tarde o temprano los precios caerían, y de una manera abrupta si se dejaran al libre comportamiento de la oferta y la demanda. Para el gobierno estadunidense, de continuar con una política de restricción con precios elevados, los más altos desde la guerra del Golfo Pérsico, los países consumidores dejarían de comprar y comenzarían a hacer uso de sus reservas, lo que finalmente ejercería presión sobre los productores para reducir los costos. Lo que no se ha señalado en este aspecto es que ante una situación tal, las naciones consumidoras estarían vaciando sus reservas, las que también tarde o temprano habría que rellenar. Los consumidores también han apelado a la consideración de los productores ante la inflación que están experimentado los productos energéticos como la gasolina, y que los hacen inalcanzables para las personas de pocos recursos. Lo que tampoco se ha destacado es que ante la inflación que padecen los países emergentes y que lleva a los productos de consumo básico lejos del alcance de la mayoría de su población --la de escasos recursos-- las otras naciones no han variado los precios de sus productos a fin de hacerlos más accesibles. La ofensiva de los países subdesarrollados, en específico de Estados Unidos, no se sintió satisfecha con lanzar estos argumentos que consideró válidos y razonables.

El ministro de Energía, William Richardson, realizó una gira por las naciones productoras con el fin de cabildear un incremento de la oferta petrolera, aunque en un principio hubiera pretendido disfrazarla de ''visita familiar''. Concluida la gira y habiendo enfrentado la resistencia de algunas naciones, el gobierno estadunidense consideró necesario ejercer más presión, pero ahora de forma directa y sin ninguna máscara, sólo con el aval de ser una nación poderosa cuyas decisiones no requieren consenso o discusión alguna. Así, el Congreso estadunidense aprobó la aplicación de sanciones económicas, específicamente a los países miembros de la OPEP, en el caso de seguir manipulando los precios del crudo en perjuicio de la economía mundial.

Ante la influencia estadunidense, México, Venezuela y Arabia Saudita, naciones que hace una año impulsaron la política de reducción en el mercado a fin de recuperar los precios del crudo, fueron los primeros en responder y manifestarse a favor de ampliar la producción del energético. Poco a poco se han ido sumando algunos miembros de la OPEP. Sin embargo, hoy aún deberá enfrentarse la reticencia de Libia, Argelia e Irán, y es que la posibilidad de que los precios se desplomen nuevamente, como resultado de un aumento en la oferta tampoco está descartada. Los analistas han señalado que el incremento en la producción de crudo por parte de la OPEP sería de 1.7 millones de dólares --lo que equivale a la reducción acordada en marzo del año pasado-- y buscaría mantener los precios en un nivel no más bajo de los 20 dólares.

Meleé

Para que no quede la menor duda de que el ex director de Petróleos Mexicanos, Adrián Lajous, realizó un trabajo impecable en la paraestatal más importante del país y ya casi la única, el secretario de Energía, Luis Téllez, ordenó a la nueva administración, encabezada por Rogelio Montemayor, se iniciara una nueva auditoría al proyecto petrolero más importante del sexenio, Cantarell. Los primeros resultados aparentemente no han sido satisfactorios para lo que esperaba encontrar el doctor Téllez, por lo que ahora se le realizan 10 nuevas auditorías al proyecto..

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