LUNES 27 DE MARZO DE 2000

* El organismo, sobreviviente a pugnas y persecución por décadas


Intolerancia y dogmatismo vulneran a la FECSM

Claudia Herrera Beltrán * Semillero de políticos, prestigiados educadores, líderes sociales y sindicales, e incluso guerrilleros, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM), que agrupa a los normalistas rurales y profesa la ideología marxista-leninista, ha sobrevivido durante 65 años a las tradicionales pugnas internas de agrupaciones similares de izquierda, a la persecución desatada por el diazordacismo y a las críticas al socialismo.

Aunque se ha autodescrito como "la esperanza del pueblo", ex integrantes de la FECSM advierten que sus prácticas de expulsión de estudiantes y académicos, y sus pasajes de "intolerancia y dogmatismo" la han vulnerado y han hecho de las escuelas espacios cada vez más alejados de la academia a causa de los constantes conflictos estudiantiles.

Este es el perfil de la federación que concentra a unos siete mil alumnos de 16 de las 17 normales rurales del país --la de Saucillo, Chihuahua, no está afiliada-- y que ha hecho de estos centros educativos una excepción en el mapa del normalismo mexicano, ya que en algunos planteles los alumnos llegan a aglutinar tal poder que sostienen una suerte de autogobierno, como sucede en las de Amilcingo, Morelos, y San Marcos, Zacatecas.

"No se crea, aquí se forman rojos y muchos salen verdes", comenta un maestro de la escuela de El Mexe, Hidalgo. Y es que en ellas se han formado desde guerrilleros hasta priístas de viejo cuño. En sus planteles estudiaron lo mismo Lucio Cabañas, fundador del Partido de los Pobres, o fueron académicos como Pablo Gómez (asesinado en 1965 en una incursión armada al cuartel de Ciudad Madera, Chihuahua, y que después sería inspiración de la Liga 23 de Septiembre); que priístas como Enrique Olivares Santana, ex líder sindical, ex gobernador de Aguascalientes y secretario de Gobernación en la época de José López Portillo, o el cacique magisterial de Nayarit, Liberato Montenegro.

Su cercanía con movimientos locales y nacionales ha hecho de esta una organización vigilada. Estudiantes de la Escuela Normal Rural de Matumactzá, Chiapas, aseguran que personal de la Secretaría de Gobernación visitó recientemente al director del plantel para cuestionarlo sobre los vínculos de los estudiantes con el Ejército Popular Revolucionario, el FAC-MLN y organizaciones campesinas radicales.

Surgida en 1935 en Ciudad Victoria, Tamaulipas, en plena fiebre de las organizaciones corporativas y de la educación socialista del cardenismo, la FECSM desde sus orígenes abrazó los ideales de la Revolución Mexicana y los plasmó en sus objetivos de dar a los hijos de campesinos, además de educación, la formación política que necesitaban para impulsar los principios revolucionarios. "Y lo ha cumplido con creces", dice la maestra Emma Rubio, una de la directivas del SNTE y ex alumna de la normal de Panotla, Tlaxcala, quien explica que la quinta parte del actual Comité Ejecutivo Nacional del sindicato magisterial, está integrado por egresados de normales rurales.

La disciplinada organización interna de los jóvenes ha permitido el paso de los ideales del marxismo-leninismo de generación en generación. Muestra de ello es que sus tres comités políticos se localizan en las escuelas más movilizadadas: el central en San Marcos, Zacatecas; el de orientación política en El Mexe; Hidalgo, y el de vigilancia, en Matumaczá, Chiapas. Además de los Comités de Orientación Política e Ideológica (COPI) que funcionan en cada plantel y que son famosos entre los normalistas rurales porque a través de ellos aprenden en reuniones vespertinas los principios del marxismo-leninismo.

Pero la organización, que sigue despertando admiración y respeto, ha comenzado a generar controversia y preocupación entre egresados que ven en las prácticas de expulsión de alumnos o de académicos que no comulgan con sus ideas una muestra de "intolerancia".

Humberto Berthaud, académico jubilado de la Escuela Normal Rural de San Marcos, Zacatecas, y ex militante de la FECSM, compara lo que sucede ahora con su experiencia de los años cincuenta: "Existía un Club de Orientación Política e Ideológica, pero nadie se fanatizaba ni destituía a maestros cuando se le daba la gana. Se exigía poniendo el ejemplo". Preocupado Pedro Medina, ex líder de la FECSM en los cincuenta y militante del PRD, señala que los muchachos tienen problemas, pero no los culpa: "Es un reflejo de la crisis de la izquierda en todo el mundo que antes nos poníamos la sotana roja y ahora no sabemos qué hacer sin un nuevo paradigma, como lo fue el socialista". (Con información de Angeles Mariscal, corresponsal en Tuxtla Gutiérrez)