MARTES 28 DE MARZO DE 2000
Ť México dejó de exportar 166 millones de barriles
Las naciones de la organización, presionadas a subir sus cuotas
Miriam Posada García Ť A dos años de que México, Arabia Saudita y Venezuela impulsaran el primer pacto de reducción de la oferta de crudo para elevar los precios del petróleo, la OPEP está presionada a decidir en breve si se une al cuarto esfuerzo conjunto entre miembros del cártel y productores independientes, pero ahora para llevar más petróleo al mercado y así disminuir las petrocotizaciones ante las presiones de Estados Unidos y el argumento de que precios tan elevados podrían provocar una nueva crisis económica mundial.
Desde que inició su participación en los pactos de reducción, México dejó de exportar alrededor de 166 millones de barriles de crudo, pero al mismo tiempo consiguió que el precio de la mezcla mexicana de exportación se elevara de menos de seis dólares por barril registrados en los peores días de la crisis, a casi 29 dólares por barril en el primer trimestre del año 2000.
En conjunto, los países pactantes consiguieron eliminar los excedentes de sus inventarios, elevar los precios internacionales del crudo e incluso romper récords históricos más de una vez; sin embargo, la "buena fortuna" de este grupo despertó la inconformidad de otros países como Estados Unidos, Japón, economías asiáticas en recuperación y otros quienes advirtieron sobre altos riesgos inflacionarios si no se bajan los precios del petróleo, amenazaron con liberar sus reservas estratégicas e incluso, en el caso estadunidense, el país advirtió que retiraría su ayuda a los miembros de la OPEP que no accedieran a poner más petróleo en el mercado.
Para octubre y diciembre de 1997, los principales productores de crudo habían inundado el mercado -México con una estimación de 400 mil barriles diarios-, por lo que al final del año los precios internacionales empezaron a tener una fuerte y rápida caída que no pudo contenerse.
Durante los primeros meses de 1998 productores independientes encabezados por México y los miembros de la OPEP iniciaron intensas negociaciones para establecer un mecanismo que en primer lugar les permitiera detener el descenso y luego iniciar su recuperación.
En marzo de ese año la mezcla mexicana de exportación se vendió en menos de ocho dólares por barril y, al igual que los referenciales, llegó a mínimos históricos, por lo que los productores anunciaron que a partir del primer día de abril de ese año entraría en vigor el Acuerdo de Riad, en el que participaron los 11 miembros de la OPEP y cuatro productores independientes con la reducción total de 1.5 millones de barriles diarios.
Los precios detuvieron su abrupto descenso mostraron una recuperación de 25 por ciento; sin embargo, en junio los productores anunciaron un recorte adicional.
Este nuevo ajuste fue conocido como el Pacto de Amsterdam, entró en vigor el primer día de julio de 1998 y se lograron no enviar al mercado cerca de 2 millones de barriles de crudo al día, cifra a pesar de la cual el año cerró con precios bajos y los productores se vieron obligados a impulsar un tercer acuerdo a principios de 1999 con el que en total no se introducirían más de 2.5 millones de barriles por día.
México participó con el no envío de 325 mil barriles en total durante los dos años de pactos, y que de acuerdo con recientes declaraciones del secretario de Energía, Luis Téllez Kuenzler, será casi la misma cantidad en que incrementará sus exportaciones ahora para reducir los precios que durante el primer trimestre del año 2000 han alcanzado niveles hitóricamente altos aún contra declaraciones del mismo funcionario en el sentido de que "los precios no se recuperarán por lo menos en 15 años".